viernes, 26 de junio de 2015

Producid, malditos, producid (XIV)

Terminada la temporada, toca continuar con una de las tradiciones del blog: repasar series en las que miembros de su reparto cruzan la barrera y se animan a producir las series en las que trabajan, o a escribir y/o dirigir algunos de sus capítulos.


'Elementary' consiguió renovar por una cuarta temporada a última hora. Y Lucy Liu, que además de lucir modelitos y modelazos, ha dirigido varios capítulos, tanto en la segunda como en la tercera temporada.


'How to Get Away With Murder' ha sido una de las sensaciones de la temporada 2014/2015, y aunque terminó temporada a principios de año, ha sido de las favoritas de la audiencia. Debbie Allen y Eric Stoltz, que no forman parte del cast de la serie, sí han dirigido capítulos en su primera temporada. ¿Se dejarán ver en algún momento en el drama protagonizado por Viola Davis?


El año pasado Oprah Winfrey nos regaló, en su cadena, un reality centrado en Lindsay Lohan: 'Lindsay'. Como no podía ser de otro modo, la propia Lindsay ejerció de productora ejecutiva del show.


'Madam Secretary' llegó a la parrilla de la CBS el pasado Septiembre y se convirtió en uno de los mejores nuevos dramas. Téa Leoni, su protagonista, ejercer de productora, igual que Morgan Freeman, que aunque no forma parte del reparto de la serie, sí es productor ejecutivo. Curiosamente Eric Stoltz, que tampoco actúa en el drama, es co-productor ejecutivo y ha dirigido alguno de sus capítulos, al igual que Tate Donovan, que no actúa pero sí dirige.


'Men at Work' fue una comedia muy minoritaria que seguimos muy pocos. El año pasado fue cancelada tras tres temporadas en antena. Danny Masterson, uno de sus protagonistas, ejerció de productor.


'Orange is the New Black' es la serie de moda de Netflix. A principios de este mes estrenó su tercera temporada. Jodie Foster, actriz ganadora de dos premios Oscar, ha ejercido de directora en dos ocasiones, en la primera y en la segunda temporada.

miércoles, 24 de junio de 2015

El largo camino de Selina Meyer a la Casa Blanca


'Veep' despidió su cuarta temporada hace poco más de una semana demostrando que es una comedia que no deja de crecer y que, antes o después, terminará haciéndose con el Emmy a la Mejor Comedia (galardón que, en la categoría de Mejor Actriz de Comedia, lleva ganando tres años seguidos Julia Louis-Dreyfus).

Selina ("Tal vez podamos poner Afganistán en eBay") terminó la temporada anterior con la noticia de que, tras la renuncia del Presidente y como vicepresidenta que era, se iba a convertir en la nueva líder del mundo libre. Por tiempo limitado y hasta las siguientes elecciones, cuando el pueblo americano decidiese su destino. Y los diez capítulos que han compuesto la cuarta temporada se han dedicado a contarnos cómo Selina ("Vaya, en paz con Israel, en guerra con los nativos americanos. ¿Sabes qué soy? Soy lo contrario de Mel Gibson") y su equipo han vivido la campaña, comenzando con su fatídico discurso de investidura en el que, sin gafas ni teleprompter, tuvo que improvisar sus palabras. El secuestro de un periodista americano ("Necesita desodorante") en Irán tampoco les puso las cosas fáciles, especialmente a Gary y a Mike, que fueron retenidos en el aeropuerto con botellines de alcohol destinados al avión de los periodistas que cubrieron el suceso. Aunque el que se vio en apuros fue el insoportable de Jonah cuando se convirtió en víctima de acoso sexual por parte de Teddy Sykes (Patton Oswalt).


Su hija Catherine ("De pequeña era gordita, pero adelgazó cuando se hizo mayor. Gracias a Dios") ha tenido este año mayor relevancia que en el pasado (no me cansaré de repetir que Catherine debería dejarse ver por el universo 'Girls'), como cuando su madre le intentó ayudar a resultar simpática al público. Catherine pilló por sorpresa a su madre cuando le confesó que se había prometido, y a Selina ("Dios, qué lento pasa el tiempo junto a Catherine") le entraron mareos sólo de pensar en la posibilidad de convertirse en abuela. La llegada de Karen Collins (Lennon Parham), amiga de Selina y otra inútil como la Presidenta, supuso el final de Amy (¡qué temporadón el de Anna Chlusmky!), que terminó estallando y soltando sapos y culebras contra su jefa ("Usted es lo peor que le ha pasado a este país").

La siguiente crisis ("Supongo que también podríamos comer coños todo el día, ¿no?") con la que les tocó lidiar a Selina & Co. fue la elección de su posible vicepresidente (en alusión a su competidor "Tiene a la mexi sexy, ¿qué tengo yo?"), recurriendo a muchos de los personajes a los que se enfrentó en el debate de la pasada temporada (hola Randall Park). Pero la solución tenía (casi) nombre de cantante de éxito: Tom James (Hugh Laurie), cuyo único trapo sucio era la propia Selina. Pero lo que no supo prever Selina (ni nadie en su equipo) era que James iba a robarle protagonismo derrochando carisma a raudales y levantando pasiones por todos los destinos por los que la caravana Meyer-James se paseó haciendo campaña ("No quiero romperme una teta. No fueron baratas").


Después de sufrir dos (comiquísimos) intentos de asesinato ("¿Viene a matarme y ni siquiera sabe mi nombre?") en el que Sue estuvo más genial que de costumbre ("¿Qué vas a hacer con un reloj? ¿Decirle que llega tarde?") llegó el escándalo de las filtraciones, que terminó con el despido de Dan (que terminó trabajando codo a codo con Amy) y el fracaso deseado de su nefasta ley familiar, con un fantástico episodio en el que Jonah, Richard, Dan y Amy tenían como objetivo boicotear voluntariamente dicha ley mientras Selina estaba enferma y se comunicaba con su equipo por medio de mensajes de audio. Ambas tramas terminaron uniéndose en el noveno capítulo de la temporada, en el que todos los involucrados se vieron obligados a prestar testimonio, incluida la propia Selina ("Soy la Presidenta. No tengo tiempo para amigos"), y eligiendo a Bill Ericsson como hombre al que inmolar

En el siguiente párrafo spoilers sobre el final de temporada.

La temporada llegó a su final con un episodio tenso, en el que todo el equipo de Selina se encerró en la suite presidencial de un hotel de Baltimore para seguir los resultados de la noche electoral. Mientras Bill no hacía otra cosa que recordar su futuro en la cárcel, Selina estalló cuando descubrió que, ante un posible empate, Tom podría terminar convirtiéndose en Presidente ("¿Podría ganarme esta elección mi puto vicepresidente?" "El libro de normas ha sido hecho pedazos y América se está limpiando su asqueroso culo con él") y acudió a abrazarse a Amy, que terminó regresando junto a su antigua jefa. Finalmente el empate se produce y, ante la posibilidad de terminar él en el poder, Tom le hace a Selina la peor de las proposiciones posibles: "¿Quieres ser mi vice?".


La temporada que viene 'Veep' afrontará su quinto año en antena sin Armando Ianucci, creador de la serie, porque abandona la producción. ¿Veremos a los selinos haciendo campaña por su jefa entre todos los miembros del Congreso? ¿Conseguirá Selina convertirse en Presidenta por méritos propios? ¿O volveremos a verle en su antiguo despacho ejerciendo de vicepresidenta?

lunes, 22 de junio de 2015

La adorabilidad de la chica zombie


'iZombie' llegó a la parrilla de la CW tarde, siendo drama de midseason que no terminó temporada hasta hace dos semanas. Y aunque sus datos no han sido para tirar cohetes, la cadena decidió renovarla por una segunda temporada (ha conseguido una media de 1'7 millones de espectadores y un correcto 0'6 en demos).

Basado en el cómic del mismo nombre, 'iZombie' nos cuenta la historia de Liv (Rose McIver, a la que se le hacen comentarios del tipo "No todos podemos llevar ese look etéreo de Campanilla", en alusión a su papel como el hada de 'Peter Pan' en 'Once Upon a Time'), una joven estudiante de medicina que está a punto de terminar su exitosa residencia en un hospital cuando, después de ser invitada a una fiesta, se despierta sufriendo una especial condición: ahora es un zombie. En cinco meses su vida ha cambiado radicalmente: abandonó el hospital, comenzó a trabajar en la morgue junto a su jefe, el doctor Chakrabarti (Rahul Kohli) y cortó su relación con su prometido Major (Robert Buckley). Ni Peyton (Aly Michalka), su mejor amiga/compañera de piso, ni su madre (Molly Hagan), ni su hermano (Nick Purcha), ni por supuesto Major conocen las razones por las que la vida de Liv ha cambiado tan radicalmente. Los únicos que conocen su secreto son Ravi (su jefe) y Blaine (David Anders), responsable de la transformación de Liv.


Liv trabaja en la morgue, donde se alimenta de los cerebros de los cadáveres con los que tiene que trabajar. Lo bueno de su nuevo estado es que comiendo esos cerebros adquiere rasgos de la personalidad de los muertos (su idioma, la atracción sexual hacia sus parejas) y tiene visiones que le ayudan a resolver los casos a los que se enfrenta el detective Babineaux (Malcolm Goodwin), para quien Liv es una especie de vidente. De este modo 'iZombie' es un procedimental de los de siempre con ese toque especial que le da tener como protagonista a un zombie bueno que ayuda a resolver asesinatos. Y Blaine es protagonista de la trama más serializada, con su negocio de cerebros a domicilio para alimentar a todos los que ha ido transformando y así sacar tajada.

Ese "Eres lo que comes" ha sido uno de los grandes aciertos de la serie, introduciendo las personalidades de los muertos en Liv (genial en modo periodista, loca que habla con demonios, animadora o fumeta) o en Lowell (que en su fase gay, y en alusión a los OneDirection, decide "Hacerlo con Harry. Dejar a Zayn. Salir con Liam"). Otro de sus aciertos son las continuas alusiones a series ("Ay, ¡la madre de los dragones!", "No pienso ir a la cárcel, ¿habéis visto 'Orange is the New Black'? No voy a ducharme usando chanclas hechas con tampones") o películas (Major, haciendo mención a 'Alguien voló sobre el nido del cuco', toda la trama del episodio que homenajea a 'Só lo que hicisteis el último verano' o Ravi cantándole a Liv "Be agressive, B-E agressive" en clara referencia a 'A por todas').


A partir de aquí spoilers de la primera temporada de 'iZombie'.

Me ha gustado mucho cómo han desarrollado la trama de Blaine, implicando cada semana más a Major (lo que ha sufrido el pobre, desde la cárcel hasta el ingreso voluntario en un psiquiátrico), hasta ese éxtasis que se produce en la carnicería en la season finale. Aunque para llegar a ese final conocimos primero a Lowell (Bradley James), con quien Liv empezó una relación (muy bien desarrollada) debido a que él también era zombie. La cosa se complicó cuando la chica descubrió que Lowell era cliente de Blaine, llegando a idear un plan para terminar con su vida, aunque salió terriblemente mal y el que murió fue Lowell. Descubrimos también que Suzuki (Hiro Kanagawa), el jefe de Babineaux, era cliente de Blaine. Por su parte, Ravi (que poco a poco se ha ido acercando a Peyton hasta terminar conquistándola), ha intentado desarrollar una cura a raíz de la droga y la bebida energética que originaron la epidemia. 


Esa cura (de dos únicas dosis) ha terminado corriendo por la sangre de Blaine, para evitar así que siga transformando gente y de Major, que ha sido zombie durante unas horas (exclusivamente para evitar su muerte). El que no sabemos si correrá la misma suerte es Evan, el hermano de Liv, que sale malparado de la explosión de la carnicería y necesita la sangre de su hermana para sobrevivir. Ella, de momento, se niega a dársela para evitar así que se transforme.

¿Terminará Liv ayudando a su hermano con su sangre y convirtiéndole en su protegido zombie? ¿Y Peyton? ¿Perdonará a su amiga? ¿Volverán Major y Liv? ¿Servirá la cura desarrollada por Ravi para curarles a todos? De ser así, ¿qué va a hacer ahora Blaine? ¿Se desatará de verdad el apocalipsis zombie? ¿Cuándol volverá Suzuki? ¿Cuánto va a tardar Babineaux en descubrir la verdad? Nos tocará esperar a la segunda temporada para resolver todas estas cuestiones y las que puedan surgir.

viernes, 19 de junio de 2015

Clash of Flashes


'The Flash' tenía la difícil tarea de mantener el nivel de 'Arrow', su hermana mayor. El exitazo que supuso la serie de Stephen Amell hizo que la cadena tuviese claro que había que hacer un spin-off (que a su vez, en la próxima temporada, tendrá su propio spin-off). Y aunque 'The Flash' comenzó siendo menos buena de lo que queríamos pensar y mostrándose mucho más cómica que 'Arrow' (que se había vuelta oscurísima), la situación ha dado tal giro que es ahora 'Arrow' la que tiene que aprender de 'The Flash'. 

"Me llamo Barry Allen y soy el hombre más rápido del mundo"

Y es que 'The Flash' no dejaba de ser la versión más teen de 'Arrow', con un personaje mucho más joven (Grant Gustin es un tremendísimo acierto de casting: carismático, simpático, guapo y adorable) ejerciendo de protagonista y rodeado de secundarios del estilo a los que tiene su serie madre. Felicity se dividía en dos (Cisco y Caitlin); Diggle era Joe; y Laurel era Iris. 'The Flash' era entretenida pero, al principio de temporada, la veía a años luz de 'Arrow'. Conforme avanzaban sendas temporadas 'The Flash' fue creciendo todo lo que 'Arrow' se fue empequeñeciendo. Y a día de hoy la partida se la ha ganado Barry Allen a Oliver Queen (que se han ido haciendo visitas, tanto ellos como el resto de personajes).


'The Flash' ha sido un procedimental en el que los casos de la semana los protagonizaban metahumanos nacidos todos a raíz de la misma explosión que le dio a Barry su poder. Algunos más interesantes que otros (que rozaron el ridículo) pero todos con el rostro de actores y actrices conocidos (Liam McIntyre, Peyton List, Mark Hamill, con guiño a 'Star Wars' y 'Breaking Bad' incluidos, Robert Knepper, Emily Kinney o Victor Garber, Wentworth Miller y Dominic Purcell, que estarán presentes en 'Legends of Tomorrow', el spin-off de 'The Flash'). Pero sin duda alguno lo más interesante ha sido la trama serializada en la que Barry tenía que descubrir quién asesinó realmente a su madre, identidad que se revela en la serie cuando el espectador ha empezado a sospechar de un personaje: Harrison Wells, un señor muy insoportable que es el mentor de Barry.

Y, a partir de aquí, spoilers de 'The Flash'.


La forma en la que ha avanzado la trama del Flash Reverso me ha gustado por cómo nos ha sido contada. Las sospechas en torno a las verdaderas intenciones de Wells estuvieron presentes desde el principio, pero empezaron a acentuarse cuando descubrimos su habitación secreta. Al mismo tiempo fuimos testigo de aquel doble capítulo en el que Barry se vio obligado a cambiar una línea temporal en la que se declaró a Iris ("Yo nunca he dejado de pensar en ti") y en la que Cisco descubría la verdadera identidad de Wells, para terminar siendo asesinado por su jefe. Eobard Thawne ya había hecho acto de presencia revelando que él era el responsable de la muerte de Nora, la madre de Barry ("Nunca fue mi intención matar a Nora. Estaba allí para matar a Barry"). No fue hasta el capítulo de sus flashbacks cuando descubrimos que el auténtico Harrison Wells murió hace mucho tiempo a manos de un Thawne que venía del futuro (dentro de 136 años) dispuesto a matar a Barry, pues descubrió que él era Flash, su némesis, por lo que matándole a él evitaría el nacimiento del héroe.

El plan para terminar con Eobard parece sencillo por escrito, pero Barry no termina de ver clara la posibilidad de borrar todo lo que ha conocido una vez salve la vida de su madre. Joe lo tiene claro: "Salvaste la vida de muchas personas el año pasado. Es hora de que salves la tuya", pero Henry, su padre (el Flash de la serie origianl), está más a favor de que las cosas no cambien: "Barry, hay un orden natural para las cosas, ¿de acuerdo? Siempre fuiste un héroe". Así que Barry acude a Iris, que deja la decisión en sus manos: "Deberías dejar de pensar en los demás. Creo que debes hacer lo que te diga el corazón". Al final es Barry quién, cuando estaba dispuesto a salvar a su madre, ve a su yo del futuro, el que salva a su yo pequeño, diciéndole que no lo haga. Lo que sí hace Barry es despedirse de su madre. Así pues, Barry regresa, desbaratando los planes de Thawne, que termina desapareciendo cuando Eddie se suicida. "Es la única persona en toda esta historia que puede elegir su propio futuro". ¿Estaba el doctor Martin Stein introduciendo la idea del suicidio en la cabeza de Eddie cuando le dijo estas palabras?


El de Caitlin ha sido un personaje adorable, sobretodo en el capítulo en el que un metahumano se hacía pasar por Barry y le besaba. La pareja que ha formado con Felicity (que en Central City recuperaba la adorabilidad perdida en Starling City) ha sido bastante divertida, con confesiones del tipo "(saliendo con Ray), es como si estuviera saliendo con Barry pero con el cuerpo de Oliver", después de que Cisco y Caitlin recibiesen al personaje al que da vida Brandon Routh con un "¿Es un pájaro? ¿Es un avión?" para terminar con un sincero "¿Qué les pasa a todos los multimillonarios que todos quieren ser superhéroes?". Caitlin ha recuperado a Ronnie (Robbie Amell y sus pezones XXL), que también se vio afectado por la explosión del acelerador de partículas y se convirtió en un metahumano con mucho que ver con Victor Garber. Esa boda improvisada en la season finale ("Pero me di cuenta de que aunque a veces soy más que un hombre, no estoy completo a menos que esté contigo") cierra su historia dándoles el mejor de los finales.

Tal y como ocurrió en 'Arrow', lo mejor que le ha podido pasar a la serie es que los personajes conociesen la identidad del héroe, pues de lo contrario, los que viven en la ignorancia absoluta siempre quedan algo descolgados de las tramas. A Iris, descubrir que su querido Barry era su adorado Flash (¡y todo por un chispazo!) le permitió pasar a formar parte de la acción, igual que a Eddie o al propio padre de Barry ("Siempre te ha quedado bien el rojo"). De hecho, la visita que Laurel hizo a Central City para pedir ayuda a Cisco tuvo su encanto precisamente porque él conocía la otra identidad de la chica. Con respecto a Cisco...¿hay que creerse lo que le dice Thawne al afirmar que también se vio afectado por la explosión y que por eso "es capaz de ver a través de la vibraciones del universo"?


"Entonces un accidente me convirtió en lo imposible"

¿Qué pasará cuando Flash haga frente a esa catástrofe global que seguramente arregle? ¿Habrá algún viaje más al pasado en el que se resucite a Eddie? ¿O viajes al futuro? ¿Viviremos ese año 2024 en el que está casado con Iris y en el que Flash termina desapareciendo?

miércoles, 17 de junio de 2015

Acosados


Lo que le ha hecho esta temporada la CBS a 'Stalker' no tiene nombre. Decidió sacarla de la parrilla cuando sólo le quedaban tres episodios por emitir y, más de dos meses después, la recuperó cambiando su día de emisión. ¿Resultado? 'Stalker' ha sido cancelada y, aunque hubo rumores de que alguna otra cadena (TNT) la rescataría, no se ha vuelto a saber nada al respecto. Y es una pena.

Kevin Williamson ('Scream', 'Sé lo que hicisteis el último verano', 'Secuestrando a la Srta. Tingle', 'Dawson crece', 'The Vampire Diaries', 'The Following') no ha tenido suerte esta vez con un drama procedimental que ha seguido a la Unidad de Evaluación de Amenazas de la Policía de Los Ángeles, cuyo trabajo es ocuparse de los casos de acoso y amenazas a individuos, políticos y funcionarios. Dylan McDermott (ese señor que a sus 54 años puede presumir de eterna juventud pero no de éxitos recientes en televisión) y Maggie Q han sido las cabezas de cartel en una serie que ha tenido en su reparto a Victor Rasuk, Mariana Klaveno y Elisabeth Röhm. Lo que ocurre al final entre los personajes de McDermott y Q, aunque se veía venir, ¿estuvo influido por la relación, fuera de la serie, existente entre los dos actores?


Lo que más he disfrutado de 'Stalker' ha sido de sus cold openings, en los que se nos han ido presentando los casos tratados en cada capítulo y que bien podrían haber dado pie, todos y cada uno de ellos, a un slasher (el del capítulo de Halloween fue fantástico). Eso, las canciones (llenas de mensaje y con doble lectura) con las que cada episodio llegaba a su final, y las guest stars, que me han dado la vida. Como suele ocurrir en los procedimentales, las estrelleas invitadas vienen, o a ser las víctimas o a ser los asesinos. Y aquí ha ocurrido igual, con la diferencia de que en cada capítulo podíamos tener varias y, por lo tanto, las dudas no se disipaban hasta el desenlace. 

Además de los casos semanales, en 'Stalker' hemos tenido una trama más serializada cuya protagonista ha sido la teniente Beth Davis (Q). Su pasado, completamente relacionado con su profesión, le persigue con la cara de Erik Stocklin y Eion Bailey (al que también vimos la temporada pasada en 'Ray Donovan' y que regresó a 'Once Upon a Time'), implicando al personaje al que da vida Tara Summers y, por desgracia, la resolución del caso quedó deslucida cuando CBS la retiró de su programación. Menos mal que los dos últimos capítulos, que comparten trama, ayudan a arreglarlo, a pesar de que nos quedamos con el corazón en un puño con la escena final (ay, Mira Sorvino). De verdad necesitamos que alguna cadena caritativa la rescate.


Kris Polaha, Lauren Bowles, Kerr Smith, Caity Lotz, Heather Matarazzo, Shanola Hampton, Andrea Roth, Lesley Fera, Torrey DeVitto (madre e hija en 'Pretty Little Liars'), David Anders, Samaire Armstrong, Kat Graham, Phoebe Tonkin o AnnaLynne McCord. Todos ellos han pasado por 'Stalker', bien para moriro o bien para matar. ¿De verdad necesito explicar por qué me han fascinado sus estrellas invitadas?

No hay cosa que me hiciese más ilusión que leer que os animáis con 'Stalker' este verano. La disfrutaréis porque no se hace pesada y, con más de un capítulo, la pasaréis realmente mal.

lunes, 15 de junio de 2015

El odio y la soledad


'American Crime' ha sido una serie dura. Un drama con todas las letras que estrenó la ABC esta midseason y que, aunque no ha hecho grandes datos (se ha emitido la noche de los jueves), ha conseguido la renovación. Siguiendo el esquema presentado por 'American Horror Story', 'American Crime' mantendrá a parte del reparto pero contará una historia totalmente diferente en su segunda temporada.

Spoilers de 'American Crime'.


La historia que nos ha contado 'American Crime' ha hablado del odio. De la soledad. Del racismo. Del abandono. De la venganza. De la imposibilidad de avanzar. Y del perdón. Y si alguno de los personajes ha sido capaz de reflejar todos estos sentimientos ha sido Barb Hanlon (una fantástica Felicity Huffman). Ella, que comenzó siendo una mujer dura, a la que su marido había arruinado y dejado con dos hijos a su cargo, y dispuesta a ver entre rejas al asesino de su hijo (misión para la que contó con la participación del personaje al que ha dado vida Lily Taylor), ha sufrido una transformación que le ha terminado convirtiendo en la mujer vulnerable que se muestra en la season finale, abatida, en el pavimento del parking. "Si quiere odiar, va a odiar sola", le dice su futura nuera Richelle, que le tiende la mano a comenzar una nueva vida en familia. Vida que le ofrece Russ (Timothy Hutton), optimista de cara al futuro y que piensa que el drama vivido les va a ayudar a salir reforzados. "Pero todo lo bueno que tuvieron los chicos fue gracias a ti", le recuerda a Barb ante la posibilidad de que su ex se suicide. Pero los Skokie ya no existen como tal. Ese "algo brutal" que les había reunido de nuevo ha pasado y les toca seguir adelante. Cada uno por su lado. Cargando con todo lo que ha salido a la luz tras el asesinato de Matt.

"Por lo que si como personas no podemos perdonar, entonces como personas estamos condenados a odiar"

Pero Russ necesita un cierre. Descubrir que el principal sospechoso de la muerte de su hijo Matt ha sido puesto en libertad no le parece el final adecuado. "Ojalá alguien estuviera dispuesto a esforzarse por esta familia tanto como yo", le echa en cara a Tom (W. Earl Brown), que después de recuperar a su hija Gwen (él era el único que conocía los secretos de su matrimonio con Matt: "Mi hija era una puta"), y junto a su mujer Eve (Penelope Ann Miller) conducen dispuestos a dejar atrás el drama y comenzar una nueva vida. Russ toma la justicia por su mano y termina pegando un tiro en la cabeza a Carter (Elvis Nolasco), a quien considera responsable de la muerte de Matt, antes de pegárselo a sí mismo. A pesar de la confesión de Aubry (Caitlin Gerard), que piensa que su enfermedad mental le va a conseguir un mejor trato encerrada del que hubiese recibido Carter. Su confesión, hecha para fastidiar a su familia ("Prefiero arruinaros la vida a todos antes de dejar que me volviera contra Carter" le espeta a su madre), está llena de detalles que sólo el verdadero asesino podría conocer. Pero no olvidemos que el propio Carter le confesó a su hermana que él había disparado. Aubry y Carter estaban destinados al fracaso desde el principio, y su historia ha terminado de la única forma posible: tras conocer que Carter había muerto, ella se suicida. No sin antes despedirse de él. "Nadie quiso que estuviéramos juntos".


En la historia de Carter ha jugado un importantísimo papel su hermana Aliyah (Regina King haciendo muchos méritos para los Emmy) que ha movido cielo y tierra para ver libre a su hermano y alejarle de su Aubry. Y a pesar de todo, después de descubrir cómo han terminado, se funde en un abrazo, sentido, con la madre de Aubry. El capítulo de la marcha racial es espectacular y llegó en el momento más apropiado (con 'Selma' tan reciente y todo lo ocurrido en Ferguson). Aliyah es responsable de que en la serie se introduzca el tema de las religiones (fantástica la apertura de la season finale con las tres "misas"). Y sin olvidar que en esta trama comenzó viéndose involucrado Héctor (Richard Cabral), que se pensó que se iba a comer el mundo y que iba a recibir todos los privilegios posibles mintiendo con respecto a la muerte de Matt. El de Cabral ha sido un personaje odioso, con el que ha sido imposible empatizar y que se hacía desagradable se le mirase por donde se le mirase (su bigote me sacaba de quicio). La suerte (o la participación de su abogado de oficio) le brindan una segunda oportunidad y él es el único que termina haciendo frente a una nueva vida junto a su novia y su hija.

La familia Gutiérrez también ha tenido su final de cuento, a pesar de todo a lo que le ha tocado renunciar a Alonzo (Benito Martínez). Sus ingratos hijos (Johnny Ortiz y Gleendilys Inoa) no se lo han puesto nada fácil, no haciendo otra cosa que metiéndose en problemas. Y encima siendo unos desagradecidos. Ambos le han achacado que se avergonzaba de su pasado; que no hacía lo suficiente por ellos. Y al final ha tenido que sacrificar su trabajo, consiguiendo así un buen abogado y la liberación de su hijo, al que sus "antecedentes" le van a perseguir vaya donde vaya, razón por la cual, y para seguir adelante, Alonzo considera que lo mejor es mudarse.


'American Crime' es uno de los mejores estrenos del año. Duro, desgarrador y desolador. Una serie que no es para todo el mundo, pues se le podría tachar de lenta. Pero la historia no deja de avanzar, y el visionado de cada capítulo te deja con un vacío en el estómago. Muy recomendable.

viernes, 12 de junio de 2015

El retiro de Elena Gilbert


'The Vampire Diaries' despidió su sexta temporada con una importante noticia: Nina Dobrev abandonaba el drama sobrenatural después de seis años dando vida a Elena Gilbert (y a Katherine Pierce y a Amara, aunque durante menos tiempo). Va a ser raro seguir la serie sin una de sus protagonistas, y eso que ya hace tiempo que la trama del trío fue resuelta y que, por tanto, Dobrev se va con los deberes hechos. Y con matrícula. Junto a la actriz, otro que también será baja para la próxima temporada es Michael Trevino, por lo que Mystic Falls se quedará sin su atractivo hombre lobo. Y eso que no han sido las únicas bajas que hemos visto este año.

A partir de aquí, spoilers de la sexta temporada de 'The Vampire Diaries'.


Marguerite MacIntyre se despidió de la audiencia tras la muerte de la sheriff Liz Forbes, enferma de cáncer. Su adiós se alargó durante varios capítulos, hasta que llegó el trágico desenlace. "Creo que te necesitaré siempre", le dice una jovencísima Caroline a su madre en un flashback (más que un flashback es una forma de manipular la mente y que utiliza Caroline para decirle adiós a su madre). A Damon le tocó sacar a relucir su lado más sensible mientras Caroline se rendía y prefería apagar su humanidad antes que tener que cargar con la muerte de su madre. En esta aventura deshumanizada (qué mál le sienta a Caroline no lavarse el pelo), que terminó haciéndose bastante pesada, Caroline estuvo acompañada por Stefan, al que obligó a apagar, otra vez, su humanidad, y con el que comenzó un romance que venía cocinándose de lejos. Pero la muerte de Liz también sirvió para que Matt y Tyler se replanteasen su futuro profesional, siendo la policía su destino perfecto ('Revenge' y 'Pretty Little Liars' han demostrado lo fácil que es conseguirlo). Otro personaje al que hemos dichos adiós (¡por fin!) es Jeremy (los Gilbert se van todos a la vez), aunque la suya no es una salida definitiva, pues Steven R. McQueen seguirá apareciendo en la serie de forma esporádica. En su caso la excusa dada para hacer desaparecer a Jeremy es su condición de cazador de vampiros, aunque a Elena no se le llegó a decir la verdad. De hecho sólo la conocen Alaric y Jeremy.

El mundo prisión en el que terminaron Bonnie y Damon (que crearon una fortísima amistad de cara a lo que iba a suceder al final de la temporada) quedó atrás cuando la bruja (que escapó de allí más tarde) pudo regresar al mundo actual, dejando allí encerrado a Kai (Chris Wood). ¿Por qué todos los villanos de 'The Vampire Diaries' son tan atractivos? Pero antes de salir, Bonnie se encontró con una enigmática mujer que resultó ser Lily Salvatore (Annie Wersching), la madre de Damon y Stefan. No sería un problema si no fuese porque había fallecido de tuberculosis en 1858. Así descubrimos que junto al mundo prisión de 1994 (creado para contener a Kai) se creó uno en 1903 para encerrar a Lily, pues se convirtió en vampiro en 1858, fingiendo su muerte para vivir su nueva vida como destripadora. "Fue a Europa, donde se volvió un poco loca". Allí (en el mundo de 1903) Kai descubrió a todos los amigos de Lily, un grupo de brujas y brujos (herejes, que, al igual que Kai, tienen la habilidad de extraer magia) desterrados por el aquelarre Géminis y a los que la destripadora convirtió en vampiros, creando unas criaturas tremendamente poderosas y, por lo tanto, peligrosas. "Imagínate a Kai con la sed de sangre de un vampiro. ahora imagínate a seis de ellos. No se les puede permitir que escapen jamás. Los vampiros con poder de brujos son una aberración de la naturaleza".


La trama de Lily dio protagonismo a Enzo, un personaje insoportable que no interesa en absoluto y que se ve que los guionistas quieren mantenerle en la serie aunque sea metiéndole con calzador en las tramas. Lo de Sarah Nelson (Tristin Mays) ha sido completamente irrelevante y no han sabido qué hacer con ella. ¿Lo más sencillo? Que desapareciese sin que nadie preguntase por ella. Con Sarah fuera de juego, Enzo y Lily han formado una peculiar pareja. "La lealtad es importante para mí", y es que ella fue la responsable de la transformación de Enzo.

Bonnie le trajo a Damon un regalo: la cura. "Sé que la quieres para Elena". Y en ese momento fue cuando empezamos a ver claro cuál sería su final. Comenzaron entonces las conversaciones entre Damon y Elena con respecto a su futuro, pues el vampiro quería tantear el terreno y conocer de primera mano si a ella le gustaría volver a su antigua situación. "Pero voy a pasar mi vida contigo, que también es lo que siempre he querido". En el momento en el que Elena descubrió que la cura existía y que Damon la tenía en su poder, él aprovechó para confesarse: "Voy a tomarla contigo. No quiero enfrentarme a un futuro sin ti". El tomar la cura permitió a Elena recuperar todos sus recuerdos perdidos y le pidió a Stefan que le hiciese ver a Damon cómo sería su vida como mortal. "La menor posibilidad de tener una vida perfecta contigo es infinitamente mejor que una vida inmortal sin ti".


A su vez, conocimos más del aquelarre Géminis, al que pertenecen Kai, sus hermanas Liv y Jo, y el fallecido Luke (que fue presentado como el primer personaje homosexual de la serie para luego no darle especial protagonismo a dicha condición). Después de absorber el poder de Luke, Kai se convirtió en el líder del aquelarre, dándole un poder descomunal. Jo descubrió que estaba embarazada de gemelos ("Una nueva fusión de gemelos Géminis es lo único que privaría a Kai de poder") y Alaric le pidió matrimonio. Las improvisadas despedidas de soltero permitieron a los novios disfrutar de unos momentos de relax antes de una boda que no pudo terminar peor.

Kai pudo escapar del mundo prisión y extrajo la magia de Bonnie mientras ésta dormía. Su plan de terminar con Jo y los gemelos llegó a su punto álgido cuando irrumpió en la boda y, ni corto ni perezoso, la mata. "No me apetece competir por el liderazgo". Elena sale malparada de todo el asunto, pues Kai ha vinculado su vida a la de Bonnie, de modo que mientras la bruja viva, Elena seguirá dormida y no será hasta la muerte de Bennett cuando Elena despierte. Y la posibilidad de intentar algo por parte de la bruja supondrá la muerte inmediata de las dos. El plan de Kai va más allá, pues su pacto con Lily (yo traigo de vuelta a tus herejes y tú me alimentas con tu sangre de vampiro) sale bien y él, después de quitarse la vida (su muerte convierte el hechizo lanzado contra Elena en permanente), resucita convertido en vampiro. Brujo vampiro. Pero con lo que Kai no cuenta es con la decisión que toma Damon al dar su sangre a la bruja (que tras un ataque de Kai está a punto de morir) después de arrancarle la cabeza al hereje. Liv y Tyler viven su a particular drama, pues viendo que ella va a morir hagan lo que hagan, y sabiendo que provocando la transformación de Lockwood en hombre lobo se salvará, Liv muere a manos de su novio, que se despide de ella con un "Te quiero". Pero todo de mutuo acuerdo.


Con Kai fuera de juego (tenerle como hereje ejerciendo de villano en la siguiente temporada hubiese sido todo un acierto), llega el momento de las despedidas. El grupo, siguiendo la técnica utilizada por Caroline para despedirse de su madre, se mete en la mente de Elena para decirle adiós. Caroline le dice un hasta luego, pues ella seguirá viva cuando Elena despierte. No así Bonnie, que tiene claro que no volverá a ver a su amiga. Igual que Matt. Elena le pide a Alaric que sea fuerte y se sorprende al ver que su hermano Jeremy también aparece para despedirle. Elena le recomienda a Tyler que se vaya de Mystic Falls ahora que vuelve a ser lobo. Con Stefan hay cariño. Y con Damon (su despedida es definitiva hasta que despierte, pues al tener la cura en su cuerpo van a encerrarle para evitar que ningún vampiro quiera hincarle el diente y volver a ser humano) se siente en 'Fama, a bailar'. "Quiero que seas feliz" le dice Elena.

Que no se hayan atrevido a matar a Elena es señal de que algo tienen reservado para el futuro (¿terminará la séptima temporada, si es la última, con el despertar de Elena?). En su caso lo entiendo, no así en el de Tyler, que se podría haber muerto junto a Liv y haber quedado como un caballero. Tyler es un personaje que no da más de sí (en la quinta temporada estuvo muy desaparecido) y su muerte hubiese sido un mejor final que verle abandonar Mystic Falls.


¿Cuánto tiempo ha pasado desde la despedida de Elena y hasta esa escena en la que vemos a Damon en la torre del reloj contemplando una Mystic Falls arrasada? ¿Tienen algo que ver los herejes con los que ya se han reunido Lily y Enzo? ¿Habrá decidido Caroline que está preparada para estar junto a Stefan? 

miércoles, 10 de junio de 2015

La última tentación de Sherlock


'Elementary' es una superviviente. Su primera temporada fue una sorpresa y marcó muy buenos datos. La segunda se desinfló y despertó las alertas. Pero aún así la CBS le dio una tercera temporada. Este año ha vuelto a bajar (del 1.7 de media en los demos de la segunda temporada al 1.28 de la tercera, pasando de los 8.7 millones de espectadores de media a los 7.4). Y aunque la cadena se hizo de rogar, volvió a concederle al drama una temporada adicional. ¿Seguirá jugando la suerte a favor de la serie o la cuarta será su temporada de despedida?

A partir de aquí spoilers de la tercera temporada.


La tercera temporada de 'Elementary' debía hacer frente a todos los acontecimientos sucedidos al final de la anterior. La independencia de Joan hizo que Sherlock volviese a Inglaterra para terminar regresando a Nueva York con una nueva ayudante: Kitty (Ophelia Lovibond). Kitty venía a suplir la ausencia de Joan, con la que tuvo varios encuentros y que terminó siendo una especie de entrenadora. Lo que nadie sabía que es la inglesa venía con un secreto bajo el brazo que terminó convirtiendo a Joan en protagonista y a Stuart Townsend en villano. La salida de Kitty entonces se rebeló como algo tan necesario como natural y ese "I love you" por teléfono a Sherlock nos rompió el corazón.

A Joan también le ha tocado lidiar con su propio drama, y es que la (inesperada) muerte de Andrew le pilló tan por sorpresa como a los espectadores. ¿Lo mejor? Que la venganza se la brindó Natalie Dormer a través de una carta en la que se convirtió en una curiosa aliada. Gregson ha estado esta temporada más ausente que nunca. De hecho, ese giro que pudo dar su vida profesional pensé que iba a ser su billete de salida de la serie. En la season finale no se ha dicho nada, por lo que, o bien será tratada en la próxima temporada o era un simple cebo. Marcus, al contrario que su jefe, ha ganado en protagonismo y hasta los guionistas le han desarrollado una trama romántica (con Afton Williamson). Aunque no haya llegado muy lejos y al final haya servido para acercar al detective a Sherlock.


Pero en 'Elementary' la mayor carga emocional se la lleva Sherlock. Sherlock es un tipo peculiar ("No puedes mascar chicle en mi casa") cuyo cerebro va siempre cinco pasos por delante del de los demás. "Cuando tú vas, yo vengo de allí" que cantaría Chenoa. Sus habilidades para relacionarse se limitan a Joan (a la que se le pegan más de lo que le gustaría los rasgos de ermitaño), Gregson y Marcus. Y la cantidad de mujeres que pasan por su cama sin que lleguemos a conocer la identidad de la mayoría. Y cuando lo hacemos es porque está implicadas de forma especial con Sherlock ("¿Te parece que exudo los aromas de la paternidad?"). Alfredo, su sponsor, se ha erigido como persona clave, especialmente desde que cortaron su relación "profesional" y la convirtieron en amistad.

Su especial situación personal (como ex drogadicto que es está en continua rehabilitación/recuperación) le ha colocado al borde del abismo en numerosas situaciones vistas a lo largo de los 72 episodios emitidos. Hasta que, de tanto ir a la fuente, el cántato termina rompiéndose. El secuestro de Alfredo, propiciado por la (re)aparición de Oscar (Michael Weston), un cáncer en la vida de Sherlock, ha terminado con el peor de los resultados posibles. "(...) aquí es donde perteneces". "El propósito de todo ésto es que recuerdes". El oportuno mensaje que recibe de Joan libera a la bestia que hay dentro de Sherlock, que, según parece, termina con la vida de su ex compañero de colocones. Y si no le mata, le deja en muy mal estado. Pero peor es el estado en el que queda Sherlock, que coge la caja de heroína que Oscar le entrega antes de ser atacado y desaparece con ella. El resultado, tres días después, es desolador: Sherlock tiene evidentes rasgos de haber consumido. Y su padre (John Noble, según los rumores), aquel que dejó muy claro que si su hijo consumía se iba a la calle, va a viajar hasta Nueva York.


Me ha dolido este final de temporada, aunque me parece que es lo mejor que le podría suceder a la serie de cara a su cuarta ¿y última? temporada. Me gusta que 'Elementary' sea un procedimental inteligente. Sus casos no suelen ser previsibles (salvo que nos encontremos con una guest star que grite desde los créditos "¡Yo soy el asesino!") y algunos son hasta retorcidos. ¿Volveremos a ver a Jamie Moriarty? ¿Se enfrentará Sherlock a la muerte de Oscar? ¿Su estado se debe a que ha matado o por desgracia la heroína vuelve a fluir por su organismo? En otoño saldremos de dudas.

lunes, 8 de junio de 2015

Pesadilla en Starling City


La tercera temporada de 'Arrow' ha sido mala. O bueno, en realidad, más que mala ha sido decepcionante. Y aburrida. Un exceso de flashbacks que no aportaban absolutamente nada (no lo han hecho nunca)  a la trama y una historia que ha terminado siendo repetitiva y previsible. El horror, la verdad. Y me fastidia, porque verdaderamente disfruté de la primera y, especialmente, de la segunda. Pero hasta aquí llegó mi relación con el arquero de la capucha verde. Me tomaré este final como el definitivo. Y espero no tener que comerme mis palabras en otoño y sea capaz de no echarle un ojo a la season premiere.

A partir de aquí spoilers de la tercera temporada de 'Arrow'.

"Starlingnianos, a cenaaaaaaaar
La muerte de Sara (¿la van a resucitar para la nueva serie de la CW o directamente venderán que no estaba muerta, que estaba de parranda?) nos dejó huérfanos de canaria de peluca amarilla hasta que su hermana Laurel decidió que ya era hora de implicarse en el cuidado y salvación de Starling City y enfundarse el traje negro. Que bastante ciega (guiño, guiño) había estado hasta la fecha. Aunque bueno, será por falta de héroes. En Starling sacudes una piedra y, con suerte, te salen 3  héroes. Como aquella vez en la que decidieron unirse todos, incluido Malcolm, para defender la ciudad en ausencia de Arrow, que estaba en el spa en la montaña, pasando unos días de descanso. Laurel, a la que le habían estado guardando muchos secretos y que no se lo pensó dos veces a la hora de ocultar a su padre (ay, Quentin Lance, qué pesadilla de hombre) la muerte de Sara, terminó confesándole la verdad.

Slade se dejó ver, brevemente, esta segunda temporada  y quedó patente lo mucho que se le echaba en falta. ¡Más Slade y menos flashbacks! Esos flashbacks que sólo sirven para hacerle sudar a Stephen Amell con semejantes pelucones que le ponen. O con esos gorros/gorras que no le sientan nada bien. Y para que nos hartemos de ver a los japoneses (¿es o no es Maseo la versión nipona de Pablo Iglesias? ¿por qué Tatsu es tan fea?). Aunque reconozco que tuvo su gracia el flashback del regreso de Oliver a Starling antes del regreso oficial, en el que echó a un camello de la fiesta de su amigo Tommy. Pero tuvo su gracia por los comentarios tipo "Ese disfraz no funcionará, incluso con manchas de grasa pintadas por toda la cara" o "Quizás es un justiciero haciendo un servicio público".

"La momia 4: la resurrección de Thea Queen"
Felicity (ay, la pobre, que ha perdido todo el encanto de antaño y ahora me parece, directamente, un poco subnormal), cuando vio que lo suyo con Oliver no iba a funcionar, se arrimó al árbol que más cerca tenía de casa: el de Ray Palmer (Brandon Routh demostrando lo pan sin sal que es). Que Ray, oye, llegó a Starling para vengar la muerte de su prometida. Y mientras, Diggle (al que no puedo soportar, con esa voz de ultratumba, toda su intensidad y su carga familiar), decide casarse con Lyla. ¡Con esta gente es que no puedo! Odio absoluto. La identidad de Arrow dejó de ser un secreto, por más que Roy se sacrificase por la causa, razón que utilizaron los guionistas para sacarle de la serie, no sin antes cederle el traje a Thea. ¿Por qué? Porque cuantos más héroes, mejor. Recordad la teoría de las piedras.

La muerte de Thea desató el caos absoluto y nos llevó de excursión a casa de Ra's Al Ghul, un señor muy pesado al que 'La Momia' le gustó mucho y se compró un jacuzzi (en palabras de Barry Allen) para resucitar a la gente y mantenerse joven para toda la eternindad. Joven en cuerpo de señor arrugado, pero que tiene muchos años y los lleva muy bien. Antes de que Oliver Queen "fuese extinguido de la memoria" para así devolver la vida a Thea, Felicity y él se dieron un homenaje. Un homenaje que sirve para despedir a Queen y a Arrow y convertirles en Al Sah-Him, heredero del diablo. ¡Ay, qué pereza de todo, la verdad! El antiguo Oliver se quedó dando un curso intensivo de cómo ser el descendiente de Ra's mientras Nyssa descubría lo que era una buena hamburguesa y un buen batido. De la mano de Laurel, que por algo es la hermana de su ex. Y por el camino Laurel (gracias a Cisco) aprendió a chillar para debilitar a sus enemigos.

Las amigas que duermen la siesta juntas jamás serán vencidas
Al final todo el equipo se fue a rescatar a Oliver para terminar siendo encerrados en una mazmorras falsamente intoxicados. ¿A que estaban adorables Maseo y Tatsu con sus máscaras de carnaval? Aunque para adorable, ella matándole. Total, que blah, blah, Nyssa y Al Sah (como los autobuses, pero con H) se casan y regresan a Starling para destruir la ciudad con el virus (el de los flashbacks). Barry (que me expliquen en qué momento fue Oliver a ayudarle porque aquí las cosas no cuadran) libera a los presos y regresa a lo suyo (una trama mucho más interesante, todo sea dicho). Los buenos ganan, Oliver vuelve a ser Arrow (nunca dejó de serlo), asesina a Ra's y su anillo (TODO POR UN ANILLO DE TRAVESTI) se lo entrega a Malcolm, que es muy pesado y quiere ser el nuevo Ra's. ¿No es un bonito detalle que Oliver tenga un poco de las cenizas de Akio?

Oliver y Felicity (qué dotada está para llevar el traje de Ray) se alejan de Starling City. Está claro que no por mucho tiempo. Diggle está triste porque Oliver les ha tenido engañados y se hace el indignado. Pero también se va de vacaciones con Lyla. Palmer ha sufrido un accidente que le hará más supehéroe que nunca. Thea (Speedy vence a Red Arrow) se queda como nueva vigilante de Starling. Y Malcolm se traslada a su nueva casa, dejando claro que mientras él y Arrow no se crucen, no habrá problemas. En cambio Nyssa tiene muy claro que el reinado de Malcolm durará bien poco.

"Akio está escondido bajo mi gorro, pero no se lo digas a nadie"
No puede darme más pereza lo que pueda suceder en la cuarta temporada de 'Arrow'. Si van a matar a Diggle que me avisen. Mientras, me quedaré en Central City.

viernes, 5 de junio de 2015

It's country, bitch!


'Nashville' llegó al final de su tercera temporada hace un par de semanas y sus guionistas ya están pensando en las tramas que nos traerán el próximo otoño. Más flojas que las del año que se despide no pueden ser y es que, si por algo se ha caracterizado la tercera tanda de episodios del drama musical protagonizado por Connie Britton y Hayden Panettiere, ha sido por su falta de imaginación y por ser la peor de todas las emitidas. Con diferencia. No olvidemos que estamos ante una serie que, en el fondo, no deja de ser un culebrón ambientado en el mundo de la música country. Y los culebrones dan para mucho (sino, que les pregunte a 'Dallas' o 'Revenge').

A partir de aquí spoilers de la tercera temporada de 'Nashville'.

Vida y obra de Juliette Barnes
El embarazo de Juliette ha sido la trama más hilarante, con una Hayden que lo ha dado todo y que se ha entregado por completo a la causa (¡qué bonito es no necesitar fingir un embarazo o tener que ocultarlo!). Ha sido maravilloso verle retorcerse en la cama o comer como un auténtico animal. Aunque sin duda lo mejor era verle volverse loca y gritarle a todos los que tenía a su alrededor. Su baby-shower (me encantó cuando para atacar a Rayna le habló de su "estúpido, perfecto pelo") terminó en parto, pero no ahí su mala leche. Aún parida, no hacía otra cosa que soltar perlas por su boca ("[...] y seré una máquina de hacer leche sin empleo!").

Una vez se quita un peso de encima (guiño, guiño), Juliette decide que debe retomar su (muerta) carrera musical y se pone a dar conciertos en azoteas, así, a la locura. Porque si U2 y Los Solfamidas lo hicieron, ¿por qué no ella? La jugada le sale redonda y consigue que la gente vuelva a hablar de ella (además de despertarle el apetito sexual). Total, que lo que Juliette sufre es una depresión post-parto de Nashville a Pekín, pero ella no quiere verlo y graba un disco en 36 horas; disco que es "rechazado" por Rayna, que le recomienda descansar y que termina por producirle Jeff junto a Luke. ¿Veremos a Juliette y Avery en juicios la próxima temporada por la custodia del bebé?

"Cuéntame más, Christina, me interesa"
Jeff ha mantenido su papel de villano. Un villano que lo ha perdido todo pero que está dispuesto a volver a empezar al precio que sea. Como cuando obligó a Teddy a convertir a sus hijas en estrellas del country. Cuando digo "obligó" en realidad quiero decir chantajeó, pues al idiota de Teddy le metió una prostituta en casa sin que éste lo supiese y se enamoró de ella. Hasta que descubrió la verdad. Que tampoco es que dejase de acosarla, no. Pero claro, cuando el FBI empieza a pinchar tu casa y a escuchar tus conversaciones, todos queremos desaparecer. Jeff se fue a vivir con Layla, que también es un poco cortita de miras, y que también ha estado caída en desgracia (y eso que en pasado era competencia directa de Juliette).

La llegada de la petarda de Christina Aguilera (¿gastó el presupuesto de la serie en pelucas?) alteró su vida y la de Layla, pero todo terminó con una foto colgada en Twitter que convirtió a Jade St. John (Aguilera) y a Layla Grant en las nuevas Taylor Swift y Katy Perry. Layla así ganó fama y Jeff tuvo a la estrella que siempre quiso explotar. Como fama ganó Will, especialmente desde que Kevin Bicks (Kyle Dean Massey) forma parte de su vida profesional...y sentimental. La suya es una salida del armario forzada pero por amor. Y con un padre muy oportuno, que llega en el mejor momento posible para comprobar que el hijo al que odiaba en el pasado ("ojalá no hubieras nacido, eres asqueroso") sigue siendo la misma persona. Pero con éxito. Ahora Will es feliz. Y Layla, que ya ha descubierto toda la verdad respecto a Jeff, también.

#registros
A Rayna le ha tocado lidiar con todo, que por algo es la reina del country y, para qué decir lo contrario, de Nashville. Se ha visto salpicada por todas las tramas. TODAS. Primero su boda-no-boda con Luke. Luego Sadie Stone (Laura Benanti) la convirtió en su mejor amiga y sus momentos 'Thelma y Louise' fueron verdaderamente disfrutables. Hasta que llegó el maltratador ex de Stone y la fiesta terminó. Sadie se compró un arma, se quiso enrollar con Luke (chica, ¿no hay hombres suficientes en Nashville que optas por enrollarte con el hombre al que tu nueva mejor amiga dejó el día de su boda?) y terminó matando a su ex. Y por si fuera poco, y cuando por fin decidía que el insoportable de Deacon era el hombre de su vida, va y a éste le diagnostican un cáncer. De los malos malísimos.

"Por favor, enséñame el camino". Con esas palabras Rayna rezaba en una capilla cualquiera para conseguir que el amor de su vida superase su enfermedad. ¡Qué de registros tiene Connie! ¡Y qué guapa y qué joven está en esos flashbacks en los que luce peluca y le planchan la cara! Como la hermana de Deacon (qué mala es y qué pelucón luce Dana Wheeler-Nicholson) no quiere ayudar de primeras a su hermano, a Rayna sólo se le ocurre ofrecerle un millón de dólares por su órgano. Cheque que Beverly rechaza para aparecer por sorpresa en Nashville dispuesta a salvar la vida de Deacon. Veremos qué quiere esta bruja que, de momento, se ha ganado increíblemente rápido el cariño de las hijas de Rayna. La operación por fin tiene lugar y después de ese momento "Cásate conmigo" tan de 'Anatomía de Grey' Rayna recibe "malas noticias". Veremos cómo de malas son. Que por desgracia no creo que se atrevan a matar a Deacon. ¿Y si se cargan a Beverly?

Brokeback Nashville: el hogar del amor
Scarlett y Gunnar son tan adorables como pesados. Está claro que se quieren, se desean y blah, blah, blah. Pues por favor, dejaos de memeces y dejad que el amor fluya. A él le ha tocado hacer frente a la caradura de Kiley (Alexa PenaVega), que le encasquetó a su hijo Micah y le hizo creer que era suyo. Pero resulta que era de su hermano, que la violó, pero ella no quería admitirlo. Una locura que tuvo su juicio y todo. La parejita, junto a Avery, montaron un grupo muy guay que terminó siendo un dúo cuando Avery vio que Juliette iba a terminar ahogando a su bebé en la bañera. Kiley, que es otra bruja, termina convenciendo a Gunnar de que deberían formar una familia. Y mientras, Scarlett, con su médico (Nick Jandl). Aunque luego esté a punto de besarse con Gunnar.

Teddy es un coñazo de señor y debería desaparecer de 'Nashville' porque no nos importa a nadie. Ni a su familia. Para escapar de la red de prostitución está dispuesto a sacar a la luz los trapos sucios de Lamar, su fallecido ex suegro y antiguo alcalde de Nashville. Pero cuando todo se complica y en realidad debe entregar a su ex cuñada Tandy (lo que implicaría que saliese a la luz que parte del dinero con el que Rayna fundó su discográfica es dinero púbico), decide autoinmolarse y entregarse. Es una pena que con esto no vaya a desaparecer. Así que la próxima temporada tendremos a Rayna luchando por sacar de la cárcel a su ex y por limpiar el nombre de su familia.

No hagáis llorar a Rayna
'Nashville' me gusta y la disfruto, pero necesita despertar y sacudirse el polvo que le ha dejado esta temporada. Debería abrazar el mamarrachismo, dejarse de dramones y entregarse por completo al género. Lo único que debe mantener es su buen hacer musical. Y a ver si con suerte la próxima es la última temporada y se despide dejándonos un muy buen sabor de boca.

miércoles, 3 de junio de 2015

La sangre de Nueva Orleans


'The Originals' llegó al final de su segunda temporada hace un par de semanas ya sabiendo que en otoño regresaría con una tercera tanda de capítulos y programada, por fin, la misma noche que su serie madre ('The Vampire Diaries').

Da gusto cuando una serie encuentra su sitio y ofrece al espectador lo que éste espera. Me explico: Klaus fue un auténtico soplo de aire fresco en 'The Vampire Diaries', todo un personajazo que se ganó, por méritos propios, tener una serie para él. Pero creo que 'The Originals' no comenzó con buen pie. Su primera temporada fue un caos de tramas, con continuos cambios de bando que parecían sacados de la manga y alianzas que variaban de un capítulo a otro. Era imposible tener claro qué quería cada uno de los protagonistas. En su tramo final supo enderezarse y darnos lo que esperábamos: una auténtica guerra de seres sobrenaturales. Y la segunda ha superado lo errores del pasado y ha sido potente de principio a fin (con obvios altibajos, claro).

Y a partir de aquí, spoilers de la segunda temporada de 'The Originals'.


En esta temporada la familia Mikaelson ha tenido un claro objetivo: proteger a Hope, la hija que tuvieron Klaus y Hayley. Y como no podía ser de otro modo, no lo han tenido nada fácil. El espíritu de mamá Mikaelson (Esther) regresó a Nueva Orleans en otro cuerpo (el de Sonja Sohn) acompañada por dos de sus hijos, tan muertos como ella, pero también estrenando cuerpos (Yusuf Gatewood y Daniel Sharman). Los tres dejan atrás su condición de vampiros y adquieren las propiedades de sus nuevos cuerpos: la brujería. Espectacular el momento en el que Elijah (tan sieso y elegante como siempre) hace explotar, con Camille como testigo, la casa con el espíritu de su hermano Finn dentro. 

A la pobre Hayley le ha tocado lidiar con la trama más aburrida: los hombres lobo. Su relación con Jackson (la voz de Nathan Parsons ¿impostada o es así las 24 horas del día?) termina en boda (los gitanos y los habitantes de Nueva Orleans se llevarían de maravilla) uniendo así los dos linajes crescent y otorgándoles a los lobos su particular habilidad: como híbrido que es ella (ventajas de quedarse embarazada de la hija de Klaus), puede transformarse a su antojo sin necesidad de estar sometida a la luna. Dentro del grupo que han formado los hombres lobo, Klaus quiso sembrar un poco el caos y para quitarse a Jackson de en medio (al que nunca ha soportado) intentó convencer a Aiden de que podía ayudarle a convertirse en "el líder que tu manada se merece". Aiden, junto a Josh, han dado cuerpo a la trama gay de la serie. Una trama que tenía su encanto de amor prohibido (el hombre lobo y el vampiro) y que terminó de la peor de las formas posibles con la (injusta y cruel) muerte de Aiden. Espero que veamos de nuevo, y pronto, a Josh, que se ha dejado una gran amiga en la ciudad: Davina.


Rebekah no quiso perderse la fiesta y también volvimos a tenerla en casa estrenando cuerpo (Claire Holt dejó la serie al final de la primera temporada y aparece sólo en ocasiones especiales): el de Maisie Richardson-Sellers, una joven bruja que estaba encerrada en la López Ibor de las brujas. Allí, y sin quererlo, se reencontró con (la pesada de) su hermana Freya (Riley Voelkel), la primogénita de los Mikaelson y a la que le tocó pagar la traición de su madre Esther a su tía Dahlia. Dahlia (Claudia Black) ha sido el rival a batir y la razón por la que hemos tenido un reencuentro familiar maravilloso en la season finale (aunque nos han faltado dos hijos). Pero antes de llegar a dicha reunión, Dahlia se cargó a Josephine (Meg Foster, que venía de hacer de doble de Geraldine Chaplin en 'Pretty Little Liars') y enfrentó a los hermanos Mikaelson contra Klaus, a quien convirtió en aliado sin saber que el híbrido tenía sus propios planes.

El que volvió a hacer acto de presencia y que es algo así como un señor MUY PESADO fue Mikael (Sebastian Roché, al que vimos dar vida al Rey Esteban en 'Once Upon a Time' hace unos meses). Menos mal que le clavaron una estaca y se lo cargaron de forma definitiva. Aunque en esta serie le tienen respeto a todo menos a la muerte y cuando menos nos lo esperemos le veremos de vuelta haciendo lo que mejor se le da: dar por culo. La que también ha muerto ha sido Gia, de la que Elijah se enamoró repentinamente tras darse cuenta de que lo suyo con Hayley no iba a llegar a ningún lado. Oh bueno, veremos. A Hayley le ha tocado pagar el pato y vuelve a estar bajo el influjo de la maldición crescent. Ella y todos los miembros de su manada serán lobos todos los días excepto las noches de luna llena.


Al final, el embrollo con tita Dahlia se termina resolviendo recurriendo a Esther, a la verdadera Esther (Alice Evans me recuerda a Lena Headey). Y para ello engañan a Davina (hija, para ser la regente de los nueve aquelarres eres poco espabilada), que pensando que iba a traer de vuelta a la vida a Kol regresa de entre los muertos a Esther. El drama del asunto está en que el hechizo utilizado sólo puede ser usado una vez. Así que, o se buscan una forma alternativa, o Kol seguirá durmiendo por toda la eternidad. Esther y Dahlia se reencuentran y la morena le escupe a la rubia todo su odio (fascinante que haga responsable a "ese bruto vikingo imbécil"). Recurriendo al pasado, vivido en el presente, Esther pide perdón a su hermana y decide quedarse a su lado. Por siempre. Y tanto que por siempre, pues las dos mueren abrazadas y convertidas en polvo. Freya le ofrece a su hermana Rebekah la posibilidad de elegir entre cuerpo de vampiro y cuerpo de bruja y ella decide quedarse como bruja mientras busca la forma de traer a Kol de vuelta (que OJALÁ). Y una vez consiga su objetivo, verá qué hace con su vida. Si Holt regresa a la serie de forma definivita conoceremos su futuro.


Elijah se alía con Hayley y le promete que cuidará de Hope y que encontrará la forma de liberarle de la maldición. Klaus, que es tan sexy como cabezota, se niega a abrazar la felicidad junto a Camille, a la que le declara su amor para irse y dejarle con la miel en los labios. Ahora Klaus sólo tiene a Hope: ha perdido su alianza con Marcel (ay, por favor, qué pesadilla de hombre, queriendo ser el mejor amigo de Davina y queriendo llevarse a la cama a Rebekah, con la que termina...en su versión negra); se ha creado un nuevo enemigo en formato bruja todopoderosa (hija, Davina, date vida y trae de vuelta a Josh y a Kol, que seguro que Vincent está muy dispuesto a ayudar); y se ha alejado de sus hermanos (Elijah sigue a su lado pero pendiente de Hayley; Rebekah se va a jugar a ser bruja; y Freya no sabemos si seguirá en la serie o si ha decidido hacer uso de su recién adquirida felicidad).

'The Originals' ha tenido un final de temporada más flojo de lo esperado (quería más violencia y muerte) y deja todo bien preparado para desarrollar las tramas planteadas de cara a su tercer año de vida. Always and forever!