miércoles, 29 de abril de 2015

Familia Huang


'Fresh Off the Boat' terminó su primera temporada sin confirmación por parte de la ABC con respecto a si tendremos, o no, segunda temporada. La comedia, que se estrenó en midseason, en miércoles, con grandes datos (2.5 y 2.4 en demos) bajó, en su primer martes (día habitual de emisión) al 1.7 y 1.8. La semana pasada se despidió superando los cinco millones de espectadores con un buen 1.5. Es la ficción más fuerte de la ABC en su floja noche de los martes lo que, unido a las buenas críticas que ha cosechado, debería asegurarle un segundo año de vida.

Al igual que lo que comenté con 'Cristela', 'Fresh Off the Boat' forma parte de esta nueva generación de series americanas que deciden dar protagonismo a personajes que no son blancos. La serie se basa en la autobiografía del mismo nombre escrita por Eddie Huang, productor de la comedia y narrador. La historia gira en torno a los Huang, una familia taiwanesa que en 1995 deja atrás su asiática y tradicional vida en Washington para mudarse a Orlando, donde Louis, el padre (Randall Park) quiere cumplir su sueño: sacar adelante su propio negocio.

"Pimp style"
Por supuesto la reacción inicial del resto de su familia es todo menos positiva. Jessica, la madre (Constance Wu), echa de menos su antigua vida; a Eddie (Hudson Yang), el hijo mayor, le cuesta horrores acoplarse a su nueva vida escolar y a sus compañeros; los pequeños Emery (Forrest Wheeler) y Evan (Ian Chen) se acomodan rápidamente a su nueva situación; y la abuela (Lucille Soong) apenas sale de casa, no habla el idioma y vive anclada en el pasado.

La serie comenzó muy muy bien, con unos primeros capítulos salvajemente divertidos y, aunque no ha podido mantener el nivel, sí que ha seguido desarrollando su esencia, a través de unos personajes que funcionan muy bien y con unos guiones que saben perfectamente en qué llaga meter el dedo para sacar carcajadas al espectador. La principal responsable es Jessica, que se ha ganado un hueco en todas las listas de mejores personajes de 2015. Constance Wu construye un personaje divertidísimo, híper controlador y tan obsesionado por que la cultura asiática se mantenga en la familia, a pesar de la inevitable invasión de la americana, como por la serie 'Melrose Place'. A Jessica le hemos visto gran parte de la temporada en casa, hasta que se rebeló como la mejor agente inmobiliaria de la ciudad. Lo que comenzó colándose en casas a la venta para aprovecharse del aire acondicionado terminó convirtiéndose en algo serio. "Créanme, soy la mejor". Aunque tuviese que escapar de sus vecinas escondiéndose en establecimientos de comida basura para no tener que dar explicaciones. ¿Quién podría decir "Espera, ¿quién era gay en 'Philadelphia'?" después de ver la película? Jessica.


Eddie, adaptándose a sus nuevos compañeros y demostrando ser el chino más negro de toda Florida; sus hermanos pequeños luchando entre sí por ver cuál es más nerd que el otro, siempre y cuando no jueguen a homenajear las cintas de terror asiáticas, como en el episodio de la varicela. Y Louis, sacando adelante su restaurante, a pesar de la competencia y de sus propios camareros. Louis y Jessica han funcionado muy bien como pareja cómica, especialmente cuando aparecían por el despacho del director del colegio. "Lo siento, tenemos nuestras propias actividades para después del colegio. Se llaman trabajos". Todas sus intervenciones en el colegio han sacado algo bueno, como cuando Jessica saboteó la obra de teatro: "Si tanto desean ser actores, deberían acostumbrarse a estar desempleados".

Otros de los aciertos de la serie ha sido la cantidad de actores que han pasado por ella venidos de comedias (siempre comedias) fracasadas. Albert Tsai (nunca me cansaré de recomendar 'Trophy Wife') vino a ejercer de némesis de Eddie; Parker Young (tan guapo como se le vio en 'Suburgatory' o más recientemente en 'Enlisted') trajo de cabeza a Louis en el restaurante; o Maria Bamford (recién salida de 'Benched') dando vida a la profesora de Eddie.


'Fresh Off the Boat' es de esas comedias a las que merece la pena echar un ojo porque son mucho más divertidas de lo que aparentan. Crucemos los dedos para que, al igual que 'Cristela', tenga una segunda temporada. Si es necesario, que repita en midseason. Pero que los Huang vuelvan.

lunes, 27 de abril de 2015

La vida de Cristela


'Cristela' fue una de las nuevas comedias que la ABC estrenó esta temporada. Emitida la noche de los viernes, la serie creada, producida, escrita y protagonizada por Cristela Alonzo se estrenó superando los seis millones y medio de espectadores (lo que supuso un 1.3 en demos) y se despidió por debajo de los cinco millones y un 0.9 en demos. La pérdida de audiencia no es especialmente sangrante, y menos teniendo en cuenta que la noche de los viernes es muy poco competitiva y los niveles de exigencia son menores. Aún así, es cierto que con respecto a la season finale de 'Last Man Standing', la comedia lead-in de 'Cristela' (con la que se produjo un crossover) se produce una fuga de casi 1.3 millones de espectadores. Veremos si la ABC le da o no una segunda oportunidad.

Es curioso lo bien que han funcionado las nuevas series estrenadas esta temporada con protagonistas no blancos. 'Empire', 'Black·ish' o 'How to Get Away With Murder' han sido las tres novedades de mayor éxito y están protagonizadas por negros. 'Jane the Virgin', que dio la campanada en los últimos Globos de Oro, es un producto latino emitido por la CW que ha tenido cierto éxito de audiencia. 'Fresh Off the Boat' cuenta las aventuras de una familia asiática a mediados de los 90 en América. Y 'Cristela', cuya protagonista podría ser la respuesta latina a la india Mindy Lahiri.


Es verdad que 'Cristela' no comenzó con muy buen pie y mostrándose bastante irregular, pero con el paso del tiempo ha sabido rectificar sus errores (por ejemplo, disminuyendo la presencia de Gabriel Iglesias, al que los espectadores recibían con aplausos como si de la mismísima Jennifer Coolidge se tratase). O cuando la acción se trasladaba al bufete donde Cristela ha estado trabajando/siendo explotada como becaria, y en el que Trent (Sam McMurray) era al principio un jefe insoportable, pero que conforme avanzaba la temporada el espectador ha sido capaz de cogerle el punto y de disfrutar de sus comentarios racistas u homófobos (en los que muchas veces participaba la propia Cristela). En general todos los personajes secundarios que han formado parte del mundo de 'Cristela' han mejorada considerablemente. Maddie (Justine Lupe), la hija de Trent y compañera de Cristela (sus tramas en conjunto han sido geniales), empezó siendo simplemente la rubia estúpida sin gracia, pero se ha revelado como un personaje maravilloso, adorable, al que daba gusto escuchar y con mucho más sentido del esperado (como cuando confiesa que se puso a estudiar Derecho para intentar encontrar puntos en común con su padre, o cuando dijo con total tranquilidad que si su padre no estaba en casa es porque estaba trabajando y haciendo dinero, por lo que ella no tendría que trabajar nunca).

Especialmente me ha gustado la relación entre Cristela, su hermana 'telenovela queen' Daniela (Maria Canals-Barrera) y su madre Natalia (Terri Hoyos). Ese amor/odio entre las tres ha dado muchos de los grandes momentos que nos ha dejado la serie en su primera temporada (como por ejemplo en la fiesta quinceañera de su vecina). Natalia ha sido un gran personaje, siempre criticando a sus hijas, ensalzando las buenas costumbres de su aldea o llevándolo todo al terreno religioso ("No eres Jesús. No necesitas dar una cena de despedida"). He disfrutado mucho también cuando Josh (Andrew Leeds), el otro compañero de Cristela y su (no tan) oculto amor, se juntaba con el núcelo familiar, especialmente con Natalia (Josh from work). El personaje de Felix (Carlos Ponce) ha sido el menos disfutable, pues ha ido dando tumbos, brillando especialmente en aquel capítulo en el que hacía vínculo con su hijo Henry (Jacob Guenther) o con sus continuos piques con Cristela. Y no quiero dejarme a la pequeña Isabella (Isabella Day), con sus comentarios irónicos e incisivos.


El despido con final feliz de Daniela o el buen futuro que le espera a Cristela ahora que, no sólo es abogada, sino que ha conseguido el puesto que Trent ofrecía, serán probablemente las tramas en torno a las cuales girará la segunda temporada de la serie si la ABC decide otorgársela. Sería una buena noticia.

viernes, 17 de abril de 2015

Producid, malditos, producid (XIII)

En el blog aprovecho, cada cierto tiempo, para hacer un repaso a aquellas series cuyos miembros de sus repartos van más allá y, además de actuar, deciden producir, escribir o, incluso, dirigir, capítulos de las series en las que trabajan.


'About a boy' llegó a la NBC la temporada pasada en midseason y consiguió la renovación. Su segunda temporada ha pasado con más pena que gloria por la parrilla y, de hecho, hace semanas que no hemos visto un capítulo nuevo de la comedia. De los episodios vistos hasta hoy, uno de ellos fue dirigido por Dax Shepard (que ya había participado en la serie con anterioridad).


'Californication' llegó a su final en verano del año pasado y David Duchovny, su protagonista, aprovechó para dirigir uno de los capítulos de la última temporada (algo que ya había hecho antes).


'Cougar Town' dijó adiós hace unas semanas y Josh Hopkins y Courteney Cox, dos de sus protagonistas, se han animado a dirigir varios de sus episodios. De hecho, la series finale es obra de Cox.


'Cristela' ha sido una de las novedades en comedia que ha presentado ABC este año y, como viene siendo habitual estos últimos años, es obra de una mujer: Cristela Alonzo, que además de protagonizarla es su creadora, ha escrito varios episodios y es co-productora ejecutiva.


'Glee' es otra serie que ha llegado a su final este año y la temporada pasada tuvo un capítulo dirigido por el actor Eric Stoltz, que si bien no ha aparecido nunca en la serie, sí ha dirigido capítulos de muchísimas series (en las que tampoco ha actuado).



'Anatomía de Grey' sigue al pie del cañón y, aunque sus audiencias van mermando, cuenta con una base de espectadores lo suficientemente sólida para llevar en antena 11 temporadas. Tres miembros de su reparto (Debbie Allen, Kevin McKidd y Chandra Wilson) se han apuntado a dirigir algunos de sus capítulos.



'Growing Up Fisher' llegó la temporada pasada (compartió noche con 'About a boy') pero no corrió la misma suerte que esa comedia. Y lo bien que le hubiese quedado tener en el reparto al reciente ganador al Oscar como mejor actor secundario J.K. Simmons. Pero fue cancelada. David Schwimmer dirigió el episodio Piloto, ejerció de productor ejecutivo y Jason Bateman (que puso la voz en off) fue también productor ejecutivo.

martes, 14 de abril de 2015

El oro del capitán Flint


Hay series que, a pesar de no ser pequeñas, hacen poco ruido y generan pocos artículos en la red que hablen de ellas. 'Black Sails' es una de ellas. El drama pirata que emite Starz! (responsable de ese serión llamado 'Boss' o de la saga 'Spartacus') terminó su segunda temporada (que ha contado con 2 capítulos más que la primera) hace unas semanas con la renovación por una tercera tanda de episodios asegurada para el próximo año. Y la noticia no podría ser mejor porque madre mía que grandísima segunda temporada nos ha brindado la serie.

La primera temporada me gustó pero me pareció bastante irregular. Los errores del pasado han sido enmendados y, aunque el primer capítulo de esta segunda temporada no terminó de convencerme, lo que vino después ha hecho que olvide lo que no me satisfizo. Guerras de poder, muertes inesperadas, resurrecciones, revelaciones del pasado, violencia y sangre a raudales y una historia que, nunca mejor dicho, ha sabido llegar a muy buen puerto.

A partir de aquí spoilers de la segunda temporada de 'Black Sails'.


Al igual que lo visto en la última temporada de 'Boardwalk Empire', 'Black Sails' ha querido beneficiarse de los flashbacks para contar la historia de su protagonista y descubrirle al espectador las razones por las cuales James McGraw (un señor respetable, limpio y afeitado) se convirtió en el capitán James Flint. Este método narrativo nos acompañó durante los primeros capítulos de la temporada para luego centrarse exclusivamente en el presente. Gracias a estos flashbacks conocimos a lord Peter Ashe, el padre de la niña que quedó bajo la custodia del capitán Vane después de ese poco sutil cartel: "Hice enojar a Charles Vane". 250.000 libras son las que separan a padre e hija. Ashe es presentado en el pasado de James como un amigo común suyo y de Miranda Barlow, convertido en el tramo final de la temporada en su mejor aliado (o no) para conseguir que su misión termine con el resultado que desean.

¿Esperaba alguien que un pirata resultase ser homosexual? Confieso que la escena de la revelación me dejó bastante alucinado, pues era imposible sospecharlo. Pero es que la traición (ciega, pues hasta que no se reencuentran con él en Charles Town no lo descubren) de lord Ashe y la separación de los amantes son las responsables de la muerte de James McGraw y del nacimiento del capitán James Flint. Ashe, sin saber cuál es la verdadera identidad del capitán Flint, está dispuesto a darle caza y a colgarlo de una soga. El plan de Flint es que gracias a su buena relación con Ashe se consiga la independencia en el gobierno de Nassau aunque vuelva a ser dependiente de la corona. Y para conseguirlo está dispuesto a desaparecer. Lord Ashe exige que Flint cuente todo (affair homosexual incluido) y es entonces cuando Miranda descubre que Peter fue el traidor original: les vendió para conseguir dirigir la colonia de Carolina. Las encendidas declaraciones que hace durante la cena le valen un disparo en la cabeza que termina con su vida.


Con lo que no contaba el capitán Flint es con el cerebro de John Silver, que ha vivido siempre pegado a él y que este año ha dejado claro que va a mirar por sí mismo. Y el oro del Urca está en su punto de mira. La traición del aprendiz hacia el maestro se pone de manifiesto con la mentira de Silver y su plan alternativo para enriquecerse más de lo que en un principio estaba estipulado. Y su plan B tiene cara de mujer: Max.

Max (debo confesar que todos los personajes femeninos de esta serie me fascinan) ha mantenido su estatus de protagonista en la sombra y ha ido expandiendo sus hilos de poder afectando a Rackham y Anne (único personaje femenino al que no puedo ni ver). Los tres han formado un trío (sexual y) profesional que ha resultado ser mucho más lucrativo de lo esperado. Hemos indagado en el pasado de Rackham y Anne, descubriendo por fin las razones que han convertido a Anne en la insoportable e intensísima persona que es hoy. Ese ramalazo violento que le sale de las entrañas parece que le iba a alejar de sus aliados, pero lo que ha hecho ha sido contribuir a su regreso.


Rackham ha vuelto al mar después del episodio vivido con Vane, con tripulación propia y dispuesto a hacerse con el oro del Urca siguiendo las directrices de Max y Silver. Pero ¡ah! no cuentan con la antigua madame del burdel, aliada de Eleanor y que le sigue muy bien la pista a la mujer que le arrebató lo que era suyo. Veremos cómo reacciona Eleanor cuando tenga oportunidad de hacerlo.

Eleanor, por su parte, se ha visto superada por las circunstancias y ha estado continuamente viviendo en una encrucijadada. ¿Flint o Vane? Al menos la relación con su padre se recupera de los baches del pasado con esa declaración de orgullo que muestra hacia su hija. De ahí que cuando descubrimos que Vane lo ha asesinado para evitar que Nassau vuelva a estar sometida al rey la sorpresa sea máxima. Eleanor sufre un revés del que debe recomponerse con rapidez pues Vane ha amenazado con que a su regreso saldará el resto de sus deudas. Aunque para cuando regrese ella ya no estará, pues va camino de Londres para ser juzgada por sus delitos. Todo por obra y gracia de Hornigold y Dufresne. ¿Qué va a ser de ella?


Billy Bones ha sido la sorpresa esta temporada, pues todos le dábamos por muerto cuando le vimos caer al océano desde el barco. Resulta que no estaba muerto, estaba de parranda. Y regresa a Nassau con un plan del que va haciendo partícipes a las personas que le interesan: colaborar en la captura de un fugitivo de la justicia. Y Dufresne es su primer (y en principio único) aliado. Ay, Dufresne, si te odié el año pasado este año me ocurre exactamente igual aunque hayas cambiado de cara. Pero Bones, que mira siempre por el bien común, decide quedar sujeto a un principio muy loable: "Ninguno está a salvo hasta que todos estemos a salvo". Dufresne no se queda quieto, se alía con Hornigold y entregan a Eleanor "la mujer que gobierna un salvaje reino pirata como si fuese un juguete" al capitán del Scarborough a cambio de diez indultos.

En la season finale somos testigo de la alianza entre Billy y el capitán Vane con el único objetivo de rescatar a Flint de la muerte. Flint, que está siendo enjuiciado para terminar colgando de la horca, ve cómo Vane interrumpe el juicio para presentar el diario de la hija de Ashe como prueba para demostrar que Flint no es tan malo como le pintan. "He pensado que si alguien tiene que convertirte en trofeo, ése debería ser yo". Flint escucha su "pacífico" plan de rescate pero tras ver morir a Miranda lo tiene claro: "Que les recordemos que tenían motivos para tener miedo". Charles Town explota por los aires, Flint se venga de Ashe y de quien disparó a Miranda y regresa a su barco junto a Vane para hacer desaparecer "lo que quede" de la ciudad.


Mientras, en el barco, descubrimos la razón por la cual siempre hemos conocido a John Silver con una pata de palo. Cuando su capitán le cuenta que ha sido elegido nuevo contramaestre siente la necesidad de confesar, aunque lo hace a medio gas. El oro del Urca sigue existiendo, Flint fue traicionado y ahora otra tripulación se va a hacer de oro. La venganza de Flint promete ser épica, aunque una vez descubra toda la verdad a Silver más le valdrá echar a correr. Aunque sea apoyado en una muleta. Dufresne y Hornigold también correrán seguramente.

Anne y Rackham, unidos de nuevo y aceptando de muy buena gana que van a ser socios de por vida, ponen rumbo al oro del Urca. Y mientras, Max, tras la desaparición de Eleanor, ya está moviendo fichas para hacerse con su taberna y expandir su poder sobre Nassau a la espera de que le pongan a sus pies el oro español prometido. Aquí le mueve la ambición, pero estoy convencido de que al regreso de la rubia de la que sigue enamorada le devolverá lo que es suyo. Cuando sus amigos regresan tiene clara su respuesta a la pregunta que Rackham le plantea: "¿Te gustaría ver algo brillante?"


Brillante ha sido la segunda temporada de 'Black Sails', que regresará en 2016 para continuar la historia donde la dejó. Flint tiene que recuperar a Eleanor, vengarse de Hornigold y Dufresne y descubrir la verdad en torno al oro del Urca. Y todo sin perder de vista a Vane, con el que parece que se avecina un tiempo de paz. Hasta que estalle la próxima guerra.

viernes, 10 de abril de 2015

La isla de Jules


La temporada 2014/2015 está siendo la de las despedidas. La última en decir adiós de forma definitiva a la audiencia ha sido 'Cougar Town', que echa el cierre después de 102 capítulos, seis temporadas y una nominación en los Globos de Oro de 2010 para Courteney Cox (que dirige el último capítulo de la serie, algo que ya había hecho anteriormente) como Mejor Actriz de Comedia/Musical.

'Cougar Town' no lo ha tenido fácil. Para empezar, su título (la coña ha durado hasta el capítulo final, donde nos han ofrecido el título alternativo: "Sunshine State") y la trama que daba el pistoletazo de salida a la serie fueron sus peores enemigos (madre cuarentona divorciada tiene que salir adelante en un mundo en el que priman juventud y belleza). Sus inicios fueron muy flojos pero los que fuimos pacientes descubrimos que desde la visita de Lisa Kudrow (del universo 'Friends' sólo han faltado por pasar Matt LeBlanc y David Schwimmer) todo cambió, pasamos a formar parte del cul-de-sac de Jules Cobb (¡cómo le ha cambiado la cara a Cox a lo largo de estos años!), y empezamos a divertirnos y a pasarlo verdaderamente bien con las locuras de sus protagonitas. La comedia era hasta gamberra y ordinaria, una característica que ha ido perdiendo con los años. Era imposible no caer rendido a los pies de la mala leche de Ellie Torres, al encanto infantiloide de Laurie Keller, al bromance entre Bobby y Andy, al frikismo de Travis (si Will Schuester era incapaz de conectar con un adulto, Travis es incapaz de hacerlo con un joven de su edad) y al soserío (inicial) de Grayson. Porque Tom...bueno, Tom llegó más tarde y, salvo contadas excepciones, ha sido un personaje que nunca me ha gustado. ¿Quién no querría haber participado en esa boda de ensueño en la playa y que vimos en la tercera temporada al son de 'Lost and Foud' de Katie Herzig?

Cada vez que Chick aparece en pantalla
La serie encontró su sitio (no gracias a la ABC, que la programó fatal, la canceló en su tercera temporada y dejó que TBS la rescatase), un público muy fan y nos regaló grandes temporadas. Hasta la quinta, cuando empezó a flojear, perdió su encanto, carecía de la gracia que le caracterizó en sus orígenes y era un auténtico suplicio seguir semana tras semana. ¡Liar a Travis y Laurie fue un auténtico horror! Aunque nos daba pena despedirla, pedía a gritos llegar a su final. Lo necesitaba ella para terminar dignamente. Y lo necesitábamos nosotros como espectadores que no queríamos dejarla a la mitad. Así que la noticia de que sus sexta temporada iba a ser la final fue recibida con alegría. Y un poco de tristeza, la verdad, pues despedir a los personajes con los que tan buenos ratos has pasado durante tanto tiempo da pena. La noticia del final fue seguida de la de la baja de Brian Van Holt que, incomprensiblemente, dejaba la serie en su última temporada. Bobby Cobb no ha dejado de estar presente (Andy no ha hecho otra cosa que nombrarle y echarle de menos), y su aparición en la series finale ha sido mucho más natural de la forma en la que ha sucedido que si se hubiese presentado en carne y hueso.

Pero la temporada final ha resultado ser más floja de lo esperado. A pesar de los incontables guiños a la serie (recordando a Barbara, a la hija de Grayson), a su universo y a sus coñas, hemos tenidos capítulos horribles y que daba vergüenza ver. ¿Era necesario traer de vuelta y darle un protagonismo que no merecía a Chick, el padre de Jules? Al menos el tramo final (los tres últimos episodios) sí ha sabido dejar un mejor sabor de boca para poder despedirse de esta loca troupe en condiciones. Me ha gustado mucho la idea en torno a la cual ha girado el último capítulo: la búsqueda del regalo perfecto para Jules, que se ha encaprichado con morir y escuchar lo que dirían sus amigos en su funeral. Ha sido la excusa perfecta para que todos los amigos de Jules, uno a uno, se despidiesen de ella aprovechando que sus vidas avanzaban (falsamente) en otra dirección alejándoles de ella. "Siempre te tomaste tiempo para hacerme sentir especial", "Siempre me hiciste sentir incluido", "Has cuidado tan bien de mí, eres una hija grandiosa", "Hiciste que me abriera y me preocupara por otra gente, eres mi mejor amiga", "Eres lo mejor que me ha pasado, me hiciste ser un hombre mejor", "Cambiaste mi vida y te quiero mucho", "Mi vida no había empezado hasta que te conocí", "Eres la mejor madre que pude pedir".


De esta forma tan bonita y especial descubrimos que Travis, Laurie y su bebé se van a mudar a la antigua casa de Grayson, que sigue cogiendo polvo y que Jules se niega a vender (bonito guiño al comienzo del capítulo para recordarnos una profesión que ejerció al comienzo de la serie pero que fue quedando en el olvido) porque no quiere que cualquiera entre a "la isla de Jules". Y entonces llega el brindis final, acompañado de "Ever after" de Charlotte Lawrence.

"Probablemente vamos a hacer esto por el resto de nuestras vidas, sólo tomar vino y estar juntos, no haciendo nada. Somos tan afortunados"
Esta temporada hemos tenido guiños cinéfilos ("I'm the captain now"), seriéfilos (ese momento 'Breaking Bad'), a la propia serie ("Change approved!", "Penny can!",  "Come on!", los motes de Ellie para todo el mundo, el recuerdo que hace Jules a todas las copas que se le han roto, gestos asociados al universo 'Cougar Town'), amistades imposibles (esa "aventura emocional" entre Ellie y Travis) y apariciones estelares (Cindy Crawford). Pero aún así no han sido suficientes para borrar otras tramas que no había por dónde pillar (la recreación de la guerra, los amoríos de Chick, el nuevo trabajo de Andy...). Eso sí, esta vez nos hemos quedado sin viaje, una de las características de la serie, que siempre trasladaba al grupo en sus finales de temporada a algún lugar.

'Cougar Town' ha dicho adiós de una forma irregular, pero dejando un buen recuerdo en la memoria de todos los que la hemos seguido. Chin-chin.

miércoles, 8 de abril de 2015

Mindy Lahiri, reina del universo


'The Mindy Project' llegó al final de su tercera temporada con una (gran) duda bajo el brazo: ¿tendremos cuarta temporada? La que acaba de terminar ha sido su temporada menos vista, algo a lo que no ha ayudado que sus últimos capítulos se emitiesen después de repeticiones de 'New Girl'. La serie protagonizada por Mindy Kaling (que vuelve a repetir como guionista en la season finale) se despidió marcando un triste 0.8 en demos superando por poco los dos millones de espectadores.

La temporada comenzó siendo una auténtica bomba para, hacia su mitad, ofrecernos capítulos algo más flojos, que afortunadamente quedaron en el olvido gracias a los bien que se ha despedido la serie estas últimas semanas. Adam Pally (¿cómo se deja hacer esas cosas horribles en el pelo?), que llegó en la segunda temporada, se iba a despedir de la serie antes de que finalizase su tercera temporada, pero su Peter Prentice ha seguido presente, bien a través de llamadas por Skype con Mindy o porque el resto de personajes no dejaban de nombrarle. Y, de hecho, regresó a la clínica en el último capítulo de la temporada para buscar un sustituto de última hora que ejerciese de padrino ("No, ¿un padrino que es una chica? ¿Qué es lo siguiente? ¿La dama de honor será una silla? Muchas gracias, Ryan Murphy") en su boda (a la que, para confirmar asistencia, había que responder haciendo sexting).


La relación entre Mindy y Danny (Chris Messina le ha cogido gusto a desnudarse, especialmente al comienzo de la temporada) ha sido el centro de la serie, a la que llegó Rhea Perlman para dar vida a la madre de Danny, y se ha acentuado con el embarazo de la pareja. La fugaz visita de Mindy a Stanford les tuvo un par de capítulos separados, pero la doctora Lahiri regresó definitivamente a casa para enfrentarse a su nueva aventura profesional (en la que ha incluido a su hermano Rishi, con una trama que incluyó la participación de John Cho tras la cancelación de 'Selfie'). La que también se dejó ver fue Vanessa Williams, que hubiese sido un gran fichaje como nueva doctora, al igual que Laverne Cox como la prima de Tamra, que tan buenos consejos dio a Mindy para aceptar su nueva imagen y convertirse en una Cookie Lyon de la vida. Ojalá Laura Dern vuelva a aparecer (si la serie renueva, claro), porque su ginecóloga ucraniana ha sido todo un acierto.

Lo que fue verdaderamente genial fue ver a Mindy a dieta escondiendo chocolatinas dentro de cáscaras de plátano, devorando tartas en la clínica o yendo a misa con Danny ("¿Era compañero de piso de Jesús?", al referirse al sacerdote al que dio vida Stephen Colbert, "¿Hay una secuela de la Biblia pero no de 'Perdida'?"), donde aprovechó para hacerse selfies con unas monjas muy dispuestas. El doctor Reed sigue siendo un personaje algo perdido, aunque la aparición de Cristin Milioti (otra que se pasa por la serie después de sufrir la cancelación de 'A to Z') podría cambiar su vida de forma definitiva. Beverly está un tanto desubicada, pues podría ser un grandísimo personaje al que no se le termina de sacar todo el partido que tiene dentro. Al igual que a Tamra, que tan pronto aparece como desaparece, y eso que es todo un personajazo. El que sí se mantiene estable es Morgan, que no falla nunca, incluso echándose a Julia Stiles de novia.

"Cookie de 'Empire' dice "¡Ningún hombre me hace callar!""
La despedida de los padres de Mindy, que se van a pasar un año a la India, desata el huracán en la pareja, pues ella quiere que Danny conozca a sus padres a pesar de que no les ha dicho ni que es su pareja ni que es el padre del hijo que espera. Una confusión provocada por Danny nos trae de vuelta a cuatro ex parejas de Mindy (Tommy Dewey, Max Greenfield, Anders Holm y B.J. Novak) y hace que la bomba estalle: Danny no tiene muy claro que quiera casarse con Mindy. Pero no porque no le quiera, sino por su mala experiencia con Christina. Mindy está en casa, todos los demás en la boda de Peter y Danny, perdido. Nadie sabe que se ha ido a Bombay, a presentarse oficialmente ante los padres de la madre de su hijo.

'The Mindy Project' se ha despedido de una audiencia que no sabe si volverá a ver en acción a Mindy Lahiri ('New Girl' ya ha sido renovada, aunque su situación es diferente, y eso que también está teniendo audiencias bajísimas). Cruzaremos los dedos porque si hay algún personaje televisivo que merece la vida eterna, esa es Mindy Lahiri.

lunes, 6 de abril de 2015

El adiós del coro


Parecía que no llegaría nunca pero por fin, 'Glee', se despidió de la audiencia hace ahora casi tres semanas. La comedia musical que revolucionó la televisión en 2009 de la mano de Ryan Murphy y que terminó estirada cual chicle de fresa rancio que perdió el sabor hace años, se despidió de la audiencia después de seis temporadas y 121 episodios. Y lo hizo de la peor de las maneras, al menos desde el punto de vista de la audiencia. Emitiéndose la noche de los viernes estaba claro que sus resultados iban a ser bajos, así que no ha sido ninguna sorpresa, aunque es cierto que hay que destacar el poco interés que despertó su despedida. El penúltimo capítulo congregó a 2.7 millones de espectadores, lo que supuso un 0.8 en demos; pero el último, la verdadera series finale, superó los 2.5 millones de espectadores y bajó a un 0.7. Claramente a nadie le importaba qué iba a terminar pasando con el Glee Club.

A partir de aquí spoilers del último capítulo de 'Glee', 'Dreams come true'.


'2009' nos sirvió para recordar cómo y por qué terminaron formando parte del Glee Club Rachel, Kurt, Mercedes, Tina y Artie (la aparición de Blaine la entiendo porque había que meterle de alguna forma, pero me parece innecesaria teniendo en cuenta que llegó a la serie más tarde). Un capítulo que terminó con una de las actuaciones más recordadas por los fans de la serie: "Don't stop believing", toda una declaración de intenciones.

La series finale de 'Glee' comienza ahorrándonos las nacionales en las que todos teníamos claro que New Directions iban a resultar ganadores. Esto lleva a que el instituto McKinley sufra un cambio radical y se convierta en uno de los centros de artes escénicas más importantes de Estados Unidos. Con Will Schuester (ese remedo de Justin Timberlake que ha seguido demostrando que era incapaz de tener amigos de su edad) como director, eligiendo a Sam Evans como su sustituto al frente de New Directions y creando más coros en el insituto. Will tiene una bonita despedida, especialmente remarcable si recordamos (para eso viene bien '2009', una especie de nueva versión del 'Piloto') que estuvo a punto de dejar el coro cuando su mujer (aquel bicho maravilloso) simuló estar embarazada.


Mercedes Jones (¿de verdad le llamaban Miss Jones cuando eran más jóvenes?) se despide del grupo con una gran noticia: va a ser telonera en la nueva gira mundial de Beyoncé, así que no va a ver a sus compañeros en un largo tiempo. Sue Sylvester es la siguiente en despedirse: da las gracias a Kurt por haberle abierto la mente (recordemos que Sue es responsable de que Kurt y Blaine se casen gracias a su obsesión por la pareja, como pudimos ver en aquel loco y genial homenaje a 'Saw') y le recuerda a Blaine que estuvo saliendo con quien en su momento amenazó de muerte a su marido. INSANE! Becky Jackson aparece para pedirle perdón por traicionarle en televisión y se funden en un bonito abrazo. La amistad entre las dos me parece una de las mejores tramas que nos ha dejado la serie. Su siguiente parada es Will, con el que canta a duo "The winner takes it all" y aceptando el triunfo del que durante tantos años ha sido su némesis. La sorpresa viene cuando descubrimos que cinco años después Sue es la vicepresidenta de los EEUU con un claro objetivo: ser la próxima Presidenta. Todo muy loco, teniendo en cuenta lo despreciable que ha llegado a ser esta mujer y lo mala persona que ha llegado a demostrar ser. Y sin separarse de su chándal.

Les llega entonces el turno a Kurt Hummel y Blaine Anderson. Casados (las vueltas que ha dado la vida para esta pareja), se convierten en miembros activos de la LGBT, hasta el punto de dar charlas en escuelas. Y llegamos así a la que para mí ha sido el alma de la serie y el mejor personaje que nos ha brindado 'Glee': Rachel Berry. El ego de Miss Berry ha sido tan protagonista como la música, con tramas que le llevaron a abandonar su sueño (ser la estrella de un show en Broadway) por una sitcom que resultó ser un fracaso y que marcó su carrera, que le devolvió a Lima, y de la que salió para regresar de nuevo a Nueva York, completar su educación y terminar por la puerta grande ganando un Tony (sus competidoras son lo más) a manos de Andrew Rannells. De paso descubrimos que Artie Abrams y Tina Cohen-Chang son pareja (algo que si no recuerdo mal ya fueron o intentaron ser en el pasado). Pero la sorpresa la recibimos al descubrir que Rachel (casada con Jesse St. James, qué gusto verte por aquí Jonathan Groff) está embarazada del bebé que esperan Kurt y Blaine, algo totalmente coherente con el personaje.


Otoño de 2020. Sue Sylvester, la vicepresidenta de los EEUU, reúne a profesores (Will, el director Figgins, Emma, Beiste), padres (Burt y Carol) e incluso a Terri para inaugurar juntos el Auditorio Finn Hudson, culminando con la actuación de (casi) todos los miembros que han pasado por los New Directions (¡qué genial volver a ver a Sugar Motta!) que cantan "I lived" de OneRepublic.

'Glee' nos ha dicho adiós con una temporada llena de guiños al pasado, mejor que las anteriores, aunque lejos de la grandeza de las dos primeras. No seré yo el que la eche de menos, pero no por ello reconoceré lo bien que lo pasé con la serie, lo que me divirtió y emocionó. ¿Por qué no dejaron que NeNe Leakes hiciese alguna aparición loca en el final? Dejo enlace a una de mis actuaciones favoritas vistas en la serie: 'The Scientist'. 


"See the world not as it is, but as it should be"