viernes, 3 de junio de 2016

Historias de Nashville


'Nashville' ha llegado a su final...al menos en la cadena ABC. Después de cuatro años siguiendo a Rayna Jaymes y a Juliette Barnes en sus andanzas musicales, ha llegado el momento de decirles adiós. Todavía no se sabe si alguna cadena la rescatará y le dará una o más temporadas adicionales, pero está claro que la cadena tuvo en su mano cerrar todas las tramas y prefirió que la última escena de su series finale dejase al espectador con una gran duda. (Actualización: 'Nashville' es rescatada por la cadena country CMT, así que tendremos quinta temporada).

Lo cierto es que su media esta temporada (0.96 en demos y 4'1 millones de espectadores) pedía a gritos la cancelación, aunque si el año pasado (1.34 en demos y 5'16 millones) consiguió renovar, ¿por qué no éste? Y más, teniendo en cuenta que el tercero fue el peor año del drama musical y que en el cuarto había conseguido remontar el vuelo.


La cuarta temporada ha tenido dramas para todos. Empezamos con la muerte de Beverly (madre de Scarlett y hermana de Deacon), que coincidió con los primeros síntomas de la depresión que sufrió Juliette (depresión que en la vida real obligó a Hayden Panettiere a dejar temporalmente la serie). Su situación terminó fatal: a punto de suicidarse, Jeff apareció para salvarle la vida y perderla él (Oliver Hudson se fue a FOX a protagonizar 'Scream Queens'). Juliette se fue a rehabilitación y no regresó hasta estar totalmente recuperada.

Por el camino, Will fue expulsado del sello discográfico de Luke por gay, situación que terminó viviendo un cambio en la recta final de la temporada. Pero antes, a Wheeler le tocó descubrir, de la noche a la mañana, que debía un dineral a Hacienda. Markus Keen (Riley Smith) apareció en Nashville para complicarle la vida un poco a Rayna, que veía crecer en sus hijas inquietudes musicales que le llevaron a contratarlas en su discográfica como dúo. Tras la muerte de su hermana, Deacon decidió aliarse con Frankie, su padrino en alcohólicos anónimos, y convertirse en socio de su bar, que remodeló a su antojo y que consiguió sacar de la ruina/rutina en la que estaba inmerso. Pero Frankie no veía con buenos ojos estos cambios y estaba deseando quitarse de encima a Deacon, que terminó lanzándose a la piscina y pidiéndole matrimonio a Miss Jaymes.


Gunnar, en plena gira de The Exes, decidió liarse con una de las técnicos de sonido, a la que terminó expulsando y, por lo tanto, cortando su relación. Lo mismo que hizo Scarlett con Caleb. Maddie empezó su particular rebelión criticando a su hermana pequeña, que estaba ilusionada como la que más con su nuevo proyecto musical, e hizo frente a la prensa, que no se cortaba ni un pelo ("Maddie, ¿qué padre es peor? ¿el criminal o el alcohólico?"). El día de la boda entre Deacon y Rayna, la tía Tandy esucpió sus dudas y recelos hacia Deacon ("Tiene una larga historia causándote dolor"), a la vez que Colt, hijo de Luke, confesaba a Layla que fue testigo de la muerte de Jeff. Comenzó entonces la venganza de Layla, bruja revelación de la temporada.

Will intentó hacerse un hueco en el panorama musical, pero lo único que consiguió eran gritos, insultos y ataques a su integridad física. Al menos al principio. Vita (Jeananne Goossen) trajo una trama compartida con Rayna que, tal cual como llegó, se fue. Una trama tan irrelevante como la del amigo de Luke. Tras el divorcio, nos fueron vendiendo una serie de posibles candidatas a robar el corazón de Avery, aunque era Layla la que tenía claro que para que su plan saliese redondo, Avery iba a ser para ella. Otra que apareció para revolucionar vidas fue Cash (Jessy Schcram), la nueva mejor amiga de Maddie y que despertó recelos en Colt (al que dio la patada con un "Ya no me gustas" y que terminó alistándose en el ejército) y Daphne


Gunnar y Scarlett llegaron a un punto de entendimiento y complicidad absolutos que coincidió con el regreso de Juliette. Pero la paz en The Exes no duró mucho, pues la llegada de Autumn Chase (Alicia Witt) destrozó lo que habían conseguido. Destrozo similar al que Cash fue provocando poco a poco en la vida de Maddie, hasta el punto de convencerle de emanciparse y comenzar una vida nueva junto a ella y alejada de sus padres. Como vida nueva la que Layla quería tener junto a Avery, lejos de Juliette, que terminó metiéndose de nuevo en la gira de Luke y consiguió pasar más tiempo junto a Cadence, su bebé. Todo parecía ir sobre ruedas en la vida de Juliette (¡si hasta fue nominada al Oscar!), pero para eso estaba Layla, para ir hundiéndole poco a poco. Primero haciendo que saliesen a la luz sus fotos junto a Avery y después soltando la bomba de que la muerte de Jeff era culpa de Juliette.

Comenzó entonces la guerra entre Will y Cynthia Davis, una influyente y homófoba presentadora de televisión. A esta guerra se sumó Luke. Y a última hora, Kevin, el ex de Will. El suyo ha sido un triunfo con final feliz: primero, consiguió reconciliarse con su padre y ahora ha conseguido su segunda oportunidad con Kevin. Ke$ha se dejó ver ejerciendo de gran amiga de Juliette, que después de ver cómo su mundo se venía abajo, confesó en televisión, y prácticamente en la alfombra roja de los Oscar, toda la verdad en torno a la muerte de Jeff. Antes incluso de conocer que no resultó ser la ganadora, decidió hacer uso de su avión privado (el tráfico aéreo de Nashville debe estar a tope a todas horas) y regresar a Nashville junto a su hija, donde Avery (que por fin es consciente de la bruja que es Layla) le espera junto a su hija.


Otros que han conseguido su final feliz han sido Gunnar (¡que cantó mano a mano con sir Elton John!) y Scarlett. Ella le confesó que seguía queriéndole y él, que había sido totalmente manipulado por Autumn, estaba dispuesto a poner fin a The Exes. Pero, ¡ah, el amor! En plena actuación Gunnar besa a Scarlett y Autumn, como buena perra inmunda que es, les despide en la distancia. Y llegamos así al desenlace de la historia de Maddie: ha tenido que llegar un depravado sexual para que la chica abra los ojos, se separe de Cash, y regrese a casa junto a su familia.

'Nashville' hubiese tenido un perfecto y feliz final para todos sus personajes de no ser por esa escena final en la que a Avery le comunican que se ha perdido el contacto con el avión de Juliette. El final de Layla tampoco es que haya sido muy feliz, pues aunque ha conseguido lo que quería profesionalmente, vuelve a estar más sola que nunca. Veremos si alguna cadena se anima a darnos una quinta temporada del drama country, que debería estar repleta de reveses, pues todos sus protagonistas son felices. Veremos si hay suerte.

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