Doctor Mateo Sancristóbal

Antena 3 estrenó en febrero de este año, al que cada vez le quedan menos días, una nueva serie de ficción nacional: "Doctor Mateo". Se trataba de una adaptación de la inglesa "Doc Martin", en la que un prestigioso cirujano regresaba a su pueblo donde empezaba a ejercer de médico local. Todo ello a consecuencia de su fobia a la sangre (desconozco si esa es también la razón de la serie original). Con esta trama, la cadena de San Sebastián de los Reyes invirtió tiempo y dinero en promocionarla, y es que en ese momento las novedades nacionales en parrilla tardaban poco en ser retiradas. Pero esta fue un total acierto tal y como reflejó su audiencia; casi 4 millones y medio de españoles vieron la llegada de Mateo Sancristóbal (un Gonzalo de Castro inmenso) a San Martín del Sella (o lo que es lo mismo, un 26.5 % de share, que al parecer es lo que importa).

El reparto de la primera temporada

A lo largo de los 9 episodios que duró su primera temporada fuimos conociendo a los habitantes de San Martín, a cada cual más especial, desde la locutora de la radio del pueblo, Carol (interpretada por Lulú Palomares, toda una revelación), cotilla y divertida a partes iguales, su marido Mario (Xavi Mira), pasando por Elena (María Esteve), la panadera algo paradita y que no consigue encontrar el amor, o Alfredo (Alex O'Dogherty), el policía, el cuarteto de amigos compuesto por Marga (Esperanza Pedreño) la peculiar secretaria de Mateo, Ricky (Gonzalo Kindelán), Ana (Ángela Moreno) y Ernesto (Ramón Pujol), la tía Juana (Rosario Pardo), Tom (Daniel Freire) tabernero argentino y ex-estrella del rock, y por último, y no menos importante, Adriana (Natalia Verbeke), la profesora del colegio que volverá loquito a Mateo, y por el que sufrirá lo que no está escrito hasta conseguir estar juntos. En abril la serie cerró su primera tanda de episodios con un 20.1 % de share (casi 4 millones de espectadores), y aunque se dejó por el camino 6.4 puntos, la serie se convirtió en un éxito de crítica y público, tanto por sus actores, como por sus refrescantes guiones. Contó además con la colaboración de la ganadora de un Goya a la Mejor Actriz Revelación, Manuela Velasco (REC). A mí me convenció de verdad, ya que fue, junto a "Acusados" el mejor estreno en cuanto a calidad, de este año.

Mateo y Adriana

Dado el éxito, se rodó una segunda temporada que fue estrenada en septiembre, y que con respecto al estreno de su primera temporada bajó 10.8 puntos nada menos. Ahora no contaba a su favor con la originalidad de la trama, pero se bastaba de sus actores y de sus guiones, que se han mantenido tan frescos y divertidos como al principio y por lo tanto dependía de la fidelidad de sus espectadores. Hemos visto la evolución de los personajes, de la relación entre Mateo y Adriana, la salida a la luz de los secretos de muchos de los vecinos, y por supuesto, hemos asistido a la elección de Gonzalo de Castro como mejor actor en los últimos premios Ondas (además de recibir el Inquisitore del público como mejor actor nacional). La serie cerró este domingo su segunda temporada ante 2.701.000 espectadores (16.5 % de share) lo que pone de manifiesto el desgaste sufrido, y es que ha perdido más de un millón de espectadores con respecto al final de su anterior temporada (-3.6 %).

Lulú Palomares, revelación de la serie

La serie merece, desde mi punto de vista, todos los elogios y premios recibidos, aunque la renovación para una tercera temporada me parece, cuanto menos, atrevida. Pero era algo previsible, ya que estando por encima de la media de su cadena, era inevitable no alargar la trama. Así que tenemos "Doctor Mateo", por al menos, una temporada más. ¿Qué nos ofrecerá? La segura reconciliación de Mateo y Adriana, el embarazo de Carol, la relación entre Elena y Alfredo, y el destino del médico suplente (Gorka Otxoa).

Cansino y aburrido

No quiero terminar sin decir algo en su contra (no van a ser todo flores). Hay un personaje que le sobra a la serie, Tom Pellegrini, interpretado por un Daniel Freire más que cansino. Su trama esta temporada me ha importado muy poco (¡qué aburrimiento con la reunión de Metro y los Politanos!).