'Chicago Fire', la hermana mayor de la franquicia 'Chicago' (que perdió a su última adquisición el martes cuando la NBC anunció la cancelación de 'Chicago Justice'), cerró la semana pasada su quinta temporada. Y aunque ha marcado mínimo en demos (1.52), en cuanto a millones de espectadores se ha convertido en la segunda menos vista con más de 7 millones (frente a los 6'6 de la primera temporada). Y es que 'Chicago Fire' es una rara avis en la televisión actual, pues sus datos han ido subiendo y bajando a lo largo de las temporadas (demos por temporada: 1.8, 2.02, 1.82, 1.75, 1.52; millones por temporada: 6'59, 7'46, 7'42, 8'01, 7'05), lo que le convierte en una de las ficciones americanas con audiencia más fiel. Con estos datos es normal que la ABC quiera su propia serie de bomberos.
Las series pertenecientes a la saga creada por Dick Wolf tienen en común un reparto muy coral, de modo que las tramas van rotando entre sus personajes y dándoles protagonismo a todos y cada uno de ellos; lo que no quita para que haya personajes que destaquen por encima del resto. Y esta temporada de 'Chicago Fire' no ha sido una excepción. Casey y Severide llevan la voz cantante, y las tramas más importantes son las que les tienen a ellos como centro. Otro aspecto en común de las series Chicago es la camaradería entre personajes, algo que visto desde fuera puede producir algún que otro momento de vergüenza ajena.
A diferencia de 'Chicago Med', que despidió su segunda temporada sin riesgos, 'Chicago Fire' ha dicho adiós hasta otoño viviendo una de sus situaciones más dramáticas. A partir de aquí spoilers de 'Chicago Fire'.
Cruz se ha convertido en el personaje odioso del final de la temporada. Su trabajo como vigilante de seguridad en un bar se vio comprometido cuando expulsó a un borracho después de empujarle, lo que hizo que el departamento de bomberos de la ciudad se ganase una denuncia. El caso ha terminado con Cruz suspendido de salario durante 60 días y enemistándole con Mouch, que no puedo evitar tal resultado. Así que desde entonces Cruz va de intenso por la estación de bomberos y aprovechando cada oportunidad que tiene para hundir un poco a Mouch ("Pon mi ronda en la cuenta de Mouch. Siempre respalda a sus amigos"). Ya podría irse con su hermano y desaparecer, que nadie le echará de menos.
Mouch ha sido otro de los grandes protagonistas del final de temporada, pues se ha dado cuenta de que está mayor para el trabajo y que ya no es tan efectivo como antes. Por eso se ha buscado una alternativa profesional, le ha contado su situación a Trudy y ha decidido jubilarse. El problema está en que ha elegido como su último turno uno de los peores incendios a los que se ha enfrentado la 51, y en el que ha sufrido un infarto que le deja tirado en el suelo y con Herrmann llorando sobre su cuerpo. ¿Está muerto? En este mismo incendio han quedado atrapados Severide, el recién incorporado Kannell, Casey, Otis, Kidd y los ya mencionados Herrmann y Mouch. No sé si alguno de los miembros del reparto abandona la serie, pero es verdad que para ser una serie sobre el cuerpo de bomberos y para la gravedad de las situaciones a las que se enfrentan, pocas bajas han tenido.
El drama es mayor si tenemos en cuenta que Casey y Gaby (ahora convertidos en marido y mujer) no pasan por su mejor momento (y eso que superaron juntos el varapalo de la adopción: "Siempre voy a estar ahí para ti") desde que el padre de ella se ha instalado en casa debido a su mala situación económica. Tampoco ayuda mucho la presión que tiene Casey como concejal, razón por la cual ha renunciado a su puesto eligiendo como sustituta a Tamara. Aunque si hay alguien que ha sufrido de verdad esta temporada ha sido Severide (vaya, ¡¡como siempre!!), que es un personaje al que los guionistas disfrutan haciéndole sufrir. Lo último ha sido ver morir a Anna, su pareja, enferma de cáncer y a la que conoció cuando donó médula. Pero no ha sido su único drama, pues estuvo involucrado en un caso policial que le convirtió en principal sospechoso.
Por el camino hemos perdido a Borelli, hospitalizado debido a las graves quemaduras que sufrió en un incendio y sin olvidar que estuvo dispuesto a derribar a Boden a quien hizo responsable de la muerte de su hermano. A Boden le hemos visto conociendo a su hijo, al que quiso convertir en bombero con todo el descaro del mundo, además de enfrentándose al jefe de otra estación, trayendo el caos (temporal) a la suya. Mouch y Brett jugaron a ser escritores, lo que a punto estuvo de costarles el puesto de trabajo, aunque todo terminó en un final feliz con club de lectura incluido. Y Gabriela se asustó al ver la química entre su hermano Antonio y su compañera Sylvie (relación ya terminada).
'Chicago Fire' alcanzó los 100 capítulos celebrando el centenario del Molly's. Además, 'Chicago Fire' dio el pistoletazo de salido al crossover entre las cuatro series de la franquicia. Sin olvidar el secuestro vivido por la 51 a manos de algunos de los muchos gángsters que pueblan Chicago. ¿Se hará efectiva la amenaza recibida por Kidd? En otoño regresaremos a la 51 con el estreno de la sexta temporada y descubriremos cómo consiguen salir del incendio. ¿Saldrán todos o Mouch será la baja de la temporada?
2 comentarios:
Esta es mi serie vaciacerebros. Simple, sencilla y contundente.
A esperar, entonces... y ver quién se salva.
Anónimo: me encanta el concepto "vaciacerebros", casi aplicable a cualquier procedimental. Gracias por leer y comentar.
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