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miércoles, 30 de mayo de 2018

Doctores de Chicago


'Chicago Med', que fue la tercera serie de la trilogía Chicago en aparecer en la parrilla de la NBC, acaba de despedir su tercera temporada. El año que viene estrenará la cuarta y lo hará pasando a la noche de los miércoles, en la que se emitirá junto a 'Chicago Fire' y 'Chicago PD'. No sólo eso, sino que volverá a disfrutar de temporada completa (este año ha tenido 20 capítulo, 3 menos que el pasado y 2 más que en su primer año), algo que se ha ganado al convertirse en la Chicago más vista de las Chicago (con una media de 1.22 en demos y algo más de 6'6 millones de espectadores). Es curioso el desgaste que ha sufrido 'Chicago Fire' (emitirse los jueves le ha matado), pasando de ser la más vista de la saga a la menos (con mucha diferencia) con una peligrosa pérdida de audiencia. Imagino que el próximo otoño las tres Chicago se beneficiarán de emitirse juntas.

'Med' sigue el mismo esquema que 'Fire' y 'PD': se beneficia de ser un procedimental que presenta semanalmente un par de casos a la vez que las vidas de sus protagonistas van ocupando las diferentes tramas. Y, al igual que les ocurre a aquéllas, aquí también tenemos personajes insoportables que lastran los capítulos que giran en torno a ellos. Aunque en 'Med' es cierto que sólo hay uno: el doctor Ethan Choi. El resto pueden pasar por diferentes fases, pero por lo general son más simpáticos que antipáticos. Eso sí, el común denominador de todos ellos es la intensidad (premio que se llevan los doctores Choi y Rhodes) y lo muy debatibles que son algunas de las situaciones médicas que presenta (algo que me recuerda a 'Sin Cita Previa', en la que todas las semanas había un debate ético y filosófico detrás de alguno de sus casos).


La tercera temporada de 'Chicago Med' comenzó con el juicio contra la persona que disparó al doctor Charles. Me fascina la capacidad que tiene Daniel para terminar involucrándose en el 75% de los casos que tratan en cada capítulo. Por A o por B, casi todos los pacientes necesitan la supervisión del jefe de Psiquiatría del hospital. Además, el doctor Charles es algo así como la Gabriela Dawson de 'Chicago Fire': a veces confunde su trabajo con el de un detective y/o policía. Al menos en este final de temporada, en el que se ha propuesto investigar por su cuenta a Robert Haywood (Michel Gill), el padre de la doctora Reese, sospechoso de ser un asesino en serie responsable de la desaparición de jóvenes universitarias. ¡Que alguien llame a Holden Ford y Bill Tench!

El doctor Charles también tuvo protagonismo por su hija (Mekia Cox) que, afortunadamente, se fue y nos dejó en paz a todos. Especialmente al doctor Rhodes, que se empeña en ser buena persona pero  que todavía no ha aceptado que es el personaje rico, estirado y sin grandes problemas en la vida de la serie, y que, por lo tanto, el espectador es poco posible que empatice con él. ¡No estamos en 'Dynasty'! Connor ha lidiado esta temporada con la doctora Bekker (Norma Kuhling), personaje con acento, lo que significa que es mala y que viene a quitarle su puesto de trabajo. Ahora bien, nada les impide acostarse juntos. Ni siquiera la presencia del doctor Latham (Ato Essandoh), un personaje muy desagradable pero que es su mentor.


Y hablando de gente desagradable: el doctor Choi debería ser cancelado. Y de paso dejar tranquila a April. Por si fuera poco tener a un Choi en la serie, la aparición de su hermana Emily ha hecho que tengamos a dos (que no pueden ser más opuestos entre sí) y que trabajan juntos en el hospital. En la season finale, y después de demostrar que es alguien de quien uno no se puede fiar, nos la hemos encontrado durmiendo en la calle y enferma de hepatitis, porque más cosas no podían ocurrirle para hacer que Ethan le deje vivir en casa provocando que April, que sabe más que nadie y está hasta las narices de Emily, decida irse (#TodosSomosApril).

Por su parte, y antes de reencontrarse con su padre, la doctora Reese pasó por una época loca en la que se obsesionó con que un paciente iba a atacarle. Me parece que Sarah no tiene mucho futuro en el mundo de la psiquiatría cuando ha sido incapaz de ver las oscuras intenciones de su padre. Pero bueno, es un personaje que no puede pasar en 'Chicago Med' sin vivir un drama. Algo así como Natalie y Will, que después de aceptar que se querían y estaban hechos el uno para el otro, se toman un tiempo que, por supuesto, no sienta muy bien a la pareja, y aunque les genera más drama del que ya tenían, les ofrece un final ¿feliz?


Y es que esta season finale de 'Chicago Med' ha sido muy loca: hemos tenido brotes de hepatitis, una operación para separar a siamesas (que ha culminado con éxito gracias a la divina intervención del héroe Rhodes), el intento de suicido del ex marido de Sharon (no olvidemos que perdió a su novia esta temporada), una pedida de mano sin respuesta y el enfrentamiento de Daniel con el padre de Reese. Y es que el doctor Charles termina plantándole cara y comunicándole que sospecha de él como posible autor de la desaparición y ¿muerte? de las universitarias. ¿Ha fingido Haywood un ataque para detener al doctor Charles o realmente le pasa algo y le veremos morir al comienzo de la próxima temporada? ¿Le sorprenderá a alguien cuando descubramos que Rhodes ha rechazado la plaza que le han ofrecido como adjunto en una clínica en detrimento de Bekker? ¿Cuántos trabajadores del Chicago Med han sido suspendidos temporalmente esta temporada? ¿Qué ocurrirá con la nueva situación economicoadministrativa del Hospital? ¿Cuántos crossovers tendremos a próxima temporada ahora que las tres Chicago se emiten juntas?

jueves, 18 de mayo de 2017

Médicos de Chicago


Lo que empezó con un procedimental sobre una de las estaciones de bomberos de Chicago ha terminado convirtiéndose en una auténtica franquicia a la que siguieron los policías, los médicos y los abogados de la misma ciudad. De este modo, la NBC tiene hasta cuatro series en parrilla que forman parte del mismo universo y que, por lo tanto, comparten creador: Dick Wolf.

'Chicago Med' fue la tercera en llegar, conectada tanto con 'Fire' (April fue una novia de Severide) como con 'PD' (Will es hermano de Jay). En su primera temporada fue emitida los martes con 'The Voice' como lead-in y este año ha pasado a la complicada noche de los jueves con 'Law & Order: SVU' como telonera. La audiencia se ha resentido, pasando del 1.72 en demos (con casi 8 millones de espectadores) de media al 1.24 (con casi 6'7 millones de espectadores). Tal vez haya sido ésta la razón por la que la NBC ha decidido convertirla en serie de midseason para su tercera temporada. Algo que le sentará muy bien, pues aunque se trata de un procedimental médico y casos nunca le faltarán, es cierto que 23 episodios (5 más que los que tuvo la primera temporada) son demasiados.


Esta temporada April ha acaparado mucho protagonismo, pues le hemos visto embarazada, enferma de tuberculosis, prometida, abortando y cancelando su compromiso. Además, su hermano Noah (para mi gusto un médico terrible) ha conseguido plaza en su hospital y ha terminado la temporada abriendo la puerta a un posible romance con el doctor Choi (insoportable e intenso en extremo). Algo similar ha sucedido con Will y Natalie, que después de haber conseguido superarse el uno al otro iniciando nuevas relaciones, han terminado solteros y con bastante probabilidades de estar juntos. No miento cuando digo que me hubiese encantado que convirtiesen a Nina en una loca dispuesta a matar a Natalie. Eso sí, la despedida de Jeff me ha parecido fría y bastante fea, por mucho que lo utilicen para dar pie a un nuevo comienzo.

Connor ha sido otro de los grandes protagonistas de la temporada, especialmente en su recta final. Antes conoció al doctor Latham, diagnosticado con Asperger, y al que ayudó a mejorar sus habilidades sociales. Su relación con Robin, la hija del doctor Charles, pasó a otro nivel desde aquel "¿Puedes oírlas?" que ella le preguntó obsesionada por las ratas de su apartamento. Lo siguiente fue que el doctor Charles le ingresase en psiquiatría contra su voluntad después de haber conseguido retomar su relación y preocupado por el historial de problemas psiquiátricos de la familia (empezando por él mismo). La historia ha tenido un final feliz para Robin, pues lejos de estar psicótica, su problema era un tumor que le obligaba a mostrar su versión más loca. ¿Acaso no hubiese sido más dramático que Robin se tirase por el balcón y hundiese a Connor, que ya vio cómo su madre se suicidó? Y más teniendo en cuenta lo que pasó con el personaje de Mekia Cox en la segunda temporada de 'Secrets and Lies'. Hubiese sido una secuela muy "divertida". La cuestión es que el doctor Charles ha terminado la temporada con un disparo recibido de uno de sus pacientes antes de quitarse la vida.


El final de temporada de 'Chicago Med' ha sido más un final digno de telenovela que de drama médico, pues, si dejamos a un lado lo sucedido al doctor Charles, la intriga para su regreso es saber si Will y Natalie estarán juntos, si April y el doctor Choi estarán juntos y si Reese y Noah estarán juntos. ¿Tiene Robin que preocuparse ante la llegada de Ava? Reese, uno de esos personajes más secundarios pero que ha ido ganando protagonismo conforme avanza la serie, ha tenido un par de tramas interesantes este año, empezando por la que le unió a Erin Lindsay (uno nunca se cansa de ver y escuchar a Sohpia Bush), o cuando sintió que decepcionó a su maestro, el doctor Charles, y empezó a ir a terapia. De hecho, el doctor Charles fue el que la eligió como doctora de su hija, lo que llevó a Reese a pensar que no lo había hecho por su profesionalidad, sino porque era la mejor forma de conocer de primera mano la situación. Sin olvidar el suicidio del doctor Wheeler, que afectó por igual a todo el personal del hospital.

Por el camino, Maggie, que siempre forma parte de todas las tramas (especialmente de las amorosas), vio cómo la agente que le arrestó el año pasado ingresaba en el hospital o Sharon, que conoció a la novia de su marido el mismo día que el hospital fue hackeado y cuyo rescate pagó el doctor Latham (una trama de rabiosa actualidad). Y por último queda recordar la reunión familiar de los Halstead y que sirvió para que Will se reconciliase con su padre. 'Chicago Med' mejora con respecto a su primera temporada, aunque sigue siendo mi tercera elección de la franquicia Chicago (qué bien les sientan a las series implicadas los crossovers entre ellas, tanto los especiales como los habituales).

jueves, 30 de junio de 2016

Las últimas de la lista (II)

Siguiendo con la lista de series retrasadas que publiqué la semana pasada, hoy toca darle el punto final con el resto de ficciones cuyas temporadas he conseguido, por fin, terminar. Con algunas he terminado llevándome una sorpresa y con otras la pereza ha hecho que hayan terminado en esta lista.


2 Broke Girls: el año pasado pedía que la serie llegase a su final y que si la seguía viendo era por el cariño que les tenía a sus personajes. La quinta temporada ha sido la resurrección de Max y Caroline, que nos han regalado episodios como los de sus orígenes (especialmente en su visita a Hollywood) cuando la mandíbula se nos desencajaba con algunas de sus conversaciones. Sophie se ha mantenido como la estrella a la sombra ("¿Max, tienes un tampón? Me acaba de venir el periodo. O eso, o me han diparado", "Sophie regresó y mejor que nunca, ¡como el racismo en América!"), y la llegada de Randy (Ed Quinn) le ha sentado muy bien a Max. Veremos qué tal empiezan el próximo año ahora que son en parte dueñas del restaurante de Han (que a cada temporada que pasa es más divertido y genial).

No, no es un escaparate de Zara
Arrow: lo que me ha costado terminar la cuarta temporada no está escrito. Y la culpa es mía, que decidí abandonarla al final de la anterior y aún así caí en la trampa. A su ¿favor? destacaré el único capítulo que disfruté y que me recordó a la 'Arrow' de su segunda temporada: el 9º. Los flashbacks, todo lo relacionado con John Diggle, lo innecesario de rescatar a Malcolm Merlyn cada cuatro episodios y la muerte de Laurel han sido lo peor de una serie que va cuesta abajo y sin frenos (ese discurso de Oliver en la season finale y su reacción en la gente es de vergüenza ajena). Valientes son los que sigan con ella el próximo año (sería todo un acierto que de verdad dejasen a Green Arrow trabajar solamente ayudado por Felicity mientras ejerce de alcalde).


Blindspot: a finales de año la incluí en la lista de las mejores series nuevas de 2015. Y no me arrepiento de haberlo hecho. A pesar de que le sobran capítulos (ha tenido un total de 23). Y es que es inevitable que un procedimental con trama serializada tenga tanto relleno. Al menos los últimos capítulos vuelven a centrarse por entero en ella, haciendo que la serie gane muchos puntos. Además, que las cosas han quedado interesantísimas de cara a su segundo año.


Brooklyn Nine Nine: desde mi punto de vista, los policías de la 99 empiezan a mostrar síntomas de desgaste. Ha tenido una tercera temporada algo irregular, y aunque sigue disfrutándose muchísimo de la química que hay entre el reparto, ya no es la comedia de sus dos primeros años. Y mientras Gina Linetti ("Hola. Gina Linetti, la forma humana de los 100 emoticonos") siga en ella, 'B99' seguirá siendo una serie a la que no perder la pista. Y sus estrellas invitadas son una gozada.


Chicago Fire: los bomberos de Chicago siguen demostrando una salud de hierro. Vale, esos momentos de camaradería entre compañeros me siguen obligando a dejar de mirar la pantalla por vergüenza, pero es una gozada que se mantenga a tan buen nivel. Me gusta que el final de la temporada haya dado tanto protagonismo a los nuevos, dejando claro que llegaron para quedarse. Y agradezco que se hayan ahorrado ese giro en la trama de Casey.


Chicago Med: a pesar de que me ha sorprendido el buen nivel de la serie, es la peor de la trilogía de Chicago. Habrá que esperar a los abogados para saber dónde se situarán. No deja de ser un procedimental médico más, aunque hay que reconocer que ha sido capaz de hacerse con una identidad propia. Pero, por favor, necesito que cambien el aspecto del doctor Charles (Oliver Platt), que no me transmite otra cosa mas que suciedad y falta de higiene.


Crazy Ex-Girlfriend: la serie de la loca de tu ex ha resultado ser una locura musical maravillosa con final de cuento de hadas incluido. Su sentido del humor (no se corta un pelo) y sus (delirantes) números musicales la han convertido en una de las sorpresas de la temporada. A ver qué tal le sienta su segunda temporada.


Elementary: otro procedimental al que le sobran capítulos (este año ha tenido 24). Lo que más me gusta de la serie es que sus casos me parece que están por encima de otros procedimentales por el estilo. Vale, cuando hay una guest star especialmente famosa es fácil olerse por dónde irán los tiros, pero aún así los casos son más complicados y retorcidos que en otras series similares. Y Lucy Liu y Jonny Lee Miller transmiten muy buen rollo.


Fresh Off the Boat: fue una de las comedias revelación de la pasada temporada y ésta, aunque ha estado por debajo, ha sido capaz de mantener el nivel. Y todo ello a pesar de que, a ella, también le sobran capítulos (24 es una cifra demencial). Constance Wu sigue siendo la estrella absoluta ("Las azafatas ni siquiera tienen un asiento en el avión. ¡Son las sin techo del aire!") y una cómica excepcional que ojalá tenga recompensa en forma de premios (su enfrentamiento con la guardia de tráfico en el colegio es desternillante, al igual que el capítulo de los piojos o de su obsesión con 'Melrose Place').


Limitless: otro de los mejores estrenos del año pero que no ha tenido la suerte de los demás, ya que la CBS ha terminado cancelándola. Y es una pena, porque transmitía un buenrollismo que la hacía interesantísima y la diferenciaba del resto. Aunque lo que es una pena es quedarnos sin ver semanalmente a Jake McDorman.


Lucifer: ¡cómo me alegro de que haya sido renovada por una segunda temporada! Tom Ellis (cuyo Lucifer me recuerda a Hank Moody sin drogas) y Lauren German desprenden una química sexual y divertidísima que hace que verles compartir pantalla sea una fiesta. ¿Por qué Lucifer nunca invita a chicos a sus orgías?  ¿Por qué se depila?


Modern Family: la que durante temporadas fue la mejor comedia en emisión va apagándose poco a poco (y muy lentamente). Sigue siendo una gozada disfrutar de su cast, y aunque todos mantienen el mismo protagonismo, los Dunphy hace tiempo que son las estrellas de la serie.


New Girl: a 'New Girl' le daba por muerta y, en un caso similar a '2 Broke Girls', ha demostrado que todavía le queda mucho que contar. Y eso que tiene muchos capítulos muy prescindibles. Este año Megan Fox llegó para sustituir a Zooey Deschanel (por su embarazo y fuera de la serie con la excusa de ser jurado en un juicio) y la verdad es que lo hizo sorprendentemente bien. Schmidt sigue siendo lo mejor de la serie, y verle preparar su boda con Cece ha sido tan divertido como entrañable. Curioso que su despedida de soltero, tan movida como fue, resultase mucho más aburrida que la genial (y más pausada) vivida por Cece (que su búsqueda de vestido de novia junto a Winston fue divertidísima). Ojalá Nasim Pedrad se quede (aunque su no aparición en la boda haya quedado tan fea).


The Real O'Neals: nueva comedia que ha terminado mucho mejor a como empezó. Le falta rodaje, pero tiene buenos personajes y material de sobra para demostrar todo lo que puede conseguir.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Los médicos de Chicago


No hay dos sin tres y en la NBC lo tienen bien claro. Primero fueron los bomberos. Después llegaron los policías. Y ahora es el turno de los médicos. La trilogía de Chicago. Tres series unidas por la ciudad en la que están ambientadas y por los profesionales que las protagonizan. Y, una vez más, todo se reducen a ser "hermanos de". Antonio ('Chicago P.D.') es el hermano de Dawson ('Chicago Fire') y en 'Chicago Med' Will es hermano de Halstead ('Chicago P.D.').

'Chicago Med' ha sido la última en llegar pero la que mejor estreno ha tenido, y es que mientras que los bomberos hicieron su debut marcando un 1.9 en demos con 6'6 millones de espectadores y los policías hicieron lo propio marcando un 2.0 con 8'6 millones, los médicos subieron hasta el 2.2 con también 8'6 millones de espectadores. Aunque es cierto que hay que tener en cuenta que las dos primeras se emitieron tras 'Law & Order: SVU' (con la que comparten público) y los médicos lo hicieron tras 'The Voice', que tiene mayor audiencia que las series, pero con un público más diferente. Sea como fuere, la marca Chicago vende y gusta entre la audiencia.

Jugremos a ser los intensos del hospital
Y la estructura del drama hospitalario es exactamente la misma que la que tienen sus hermanas, con las que lleva cruzándose desde que la temporada pasada se dio luz verde a la serie. ¡Por fin esos personajes en su hábitat natural! Que no digo que no sea simpático ver a personajes de las otras series, pero las visitas semanales creo que son innecesarias, y más teniendo en cuenta que vamos a tener crossovers oficiales. Cada capítulo se centra en varios casos médicos (de momento están a años luz de 'Anatomía de Grey') a la vez que vamos conociendo un poco sobre la vida de los personajes.

Tenemos a Will (Nick Gehlfuss; 'Shameless'), que empieza cayéndome tan mal como en su momento hizo su hermano y es que estoy cansado de verle y del protagonismo que ha recibido en las otras dos series. Parece que va a ser el macho alfa triunfador. April (Yaya DaCosta; 'Ugly Betty') es enfermera y, si no recuerdo mal, estuvo liada con Severide ('Chicago Fire'). De momento está soltera y lleva tanto tiempo sin salir con chicos que la doctora Manning (Torrey DeVitto; 'Pretty Little Liars' ¡SPENCER HASTINGS ES FELIZ!), viuda y embarazada, y Maggie (Marlyne Barrett; 'The Wire', 'Damages') están empeñadas en buscarle un hombre que le haga feliz. ¿Dónde? ¡En Molly's, el bar que tienen Dawson, Otis y Herrmann en 'Chicago Fire'! La doctora Reese (Rachel DiPillo; 'The Gates') es la más joven del hospital y residente, al igual que el doctor Choi (Brian Tee, al que vimos en la adaptación de la película 'Crash' que hace unos años emitió Starz!). Ambos son un tanto impresionables, especialmente ella; y él es más de jugar la carta del personaje intensito.

Spencer Hastings siendo feliz
La voz de la experiencia la ponen el doctor Rhodes (Colin Donnell; 'Arrow'), que acaba de llegar al hospital, donde va a ejercer de jefe de Trauma. Todos desconfían de él (a.k.a le odian) porque parece el médico perfecto. Pero, ¡ah!, no es oro todo lo que reluce y tiene problemas con su padre. Sharon Goodwin (S. Epatha Merkerson; 'Law & Order') es la administradora del hospital y siempre está deambulando por él. Al igual que el doctor Charles (Oliver Platt; 'The Big C'), que es el psiquiatra que atiende a todos los pacientes, a los que va analizando. Lo mismo que hace con sus compañeros. ¡Ojito con la mención a Lorca! Y luego, por supuesto, están todos los personajes de 'Chicago Fire' y de 'Chicago P.D.' que aparecen por el hospital para recordarnos a todos que estamos viendo una serie de la trilogía Chicago, no vaya a ser que no lo tengamos demasiado claro.

'Chicago Med' gustará a todos los que disfrutamos con las otras dos series de Chicago. Es un procedimental médico que se va a hacer con facilidad un hueco entre la audiencia, al ofrecer lo mismo que sus compañeras de ciudad pero trasladándolo a un hospital.