'Sleepy Hollow' vive de prestado. Si bien es cierto que su primera temporada fue un boom (un boom que perdió fuerza en sus últimos 3 capítulos, emitidos post-parón), el resto han tenido audiencias mediocres tirando a pobres. Además, al finalizar la tercera, Nicole Beharie, co-protagonista de la historia, abandonó la serie, pero no fue razón suficiente para que FOX decidiese ponerle punto y final.
Así llegamos a enero con el estreno de su cuarta temporada (tan corta como la primera, con 13 episodios), con cambio tanto de personajes como de escenario. Ichabod y Jenny dieron la bienvenida a su nuevo equipo: la agente Diana Thomas (Janina Gavankar) y su hija Molly (Oona Yaffe), los nerds Jake (Jerry MacKinnon) y Alex (Rachel Melvin), y el villano de la función, Malcolm Dreyfuss (Jeremy Davies) acompañado por Jobe (Kamar de los Reyes), su demoníaca mano derecha. La estructura de la temporada, en cambio, se mantuvo: seguimos con capítulos autoconclusivos al más puro estilo procedimental pero en los que se iba desarrollando, poco a poco, la trama de la temporada, centrada en los planes oscuros de Dreyfuss.
Tras la muerte de Abbie, Ichabod ha buscado una persona que heredase "su legado vital". Y la elegida ha sido Molly, lo que ha provocado que Diana se viese obligada a formar parte del #TeamTestigos. El fichaje de Alex y Jake era de esperar, pues trabajaban en la Bóveda ("un archivo de lo increíble, de la historia secreta de Norteamérica"), uno de los lugares clave en la lucha que George Washington mantuvo contra lo sobrenatural. Y la irrupción de Dreyfuss se produjo se manera natural, ya que quedó claro su trabajo cuando el equipo descubrió que se estaba dedicando a "desatar males horribles como medio para obtener artefactos místicos". Como fue el caso de la piedra filosofal (también presente esta temporada en 'The Flash').
La piedra le dio a Dreyfuss la inmortalidad ("Estoy destinado a convertirme en lo mejor que le ha pasado a Norteamérica"), pieza clave en su plan, que incluía traer de vuelta a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis para sembrar el terror a su paso, derrocar la democracia e instaurar su particular régimen del terror. Y es que los Jinetes fueron un arma utilizada en el pasado por un grupo secreto que no buscaba destrozar el mundo, sino convertirlo en algo nuevo. La historia dio un paso adelante cuando conocimos a Lara (Seychelle Gabriel), presentada inicialmente como aliada pero que en realidad era la Molly del futuro, que viajó al pasado gracias a Crane y al hechizo que en su momento utilizó Katrina, para evitar el triunfo de Dreyfuss.
A pesar de que los dos capítulos previos a la season finale elevaron el nivel de la temporada, con un Ichabod convertido en uno de los Jinetes, el capítulo final volvió a ser lo de siempre: el Bien vence sobre el Mal de una forma totalmente sencilla. Hubiese sido más interesante que presentasen una batalla más difícil de vencer, y no sólo una misión en la que Henry Parrish (es lo que tienen las series sobrenaturales: los muertes pueden regresar sin grandes dificultades) fuese fácilmente convencido por su padre de ayudar a los buenos y no a los malos. Incluso podrían haberle sacado más partido a ese futuro en el que el #TeamTestigos era considerado un grupo terrorista, pero nos quedamos con las ganas.
'Sleepy Hollow' no se ha traicionado a sí misma. Se ha mantenido como un inofensivo entretenimiento que juega a mezclar la historia con lo sobrenatural y que ha sabido sacarse mayor partido en sus temporadas más cortas. Seguimos sin conocer su destino (mayo es el mes que nos sacará de dudas), pero cualquiera de las dos opciones es válida. Si FOX decide cancelarla no supondrá ningún problema, pues los grandes dilemas de la serie han tenido cierre, igual que las tramas personales. ¿Que FOX decide renovarla por una quinta temporada? Queda claro que rescindir el contrato entre Crane y el Demonio será el centro de la historia, además de incorporar a Lara en el equipo.
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