Que la segunda temporada de 'Supergirl' da un tremendo salto de calidad con respecto a la primera no es ningún secreto. Que de esta forma 'Supergirl' se convierte en la mejor serie del universo DC, tampoco lo es. Que en otoño regresará con el estreno de su tercera temporada es una realidad. Y que, como no podía ser de otro modo, la audiencia se ha resentido (pasando del 1.68 de media en demos con casi 7'7 millones de espectadores en su primera temporada en CBS al 0.72 con más de 2'3 millones en su paso a la CW) es una obviedad.
El drama que supuso saber que Calista Flockhart iba a ser una de las bajas en la segunda temporada por el cambio de cadena, se compensó con el fichaje de Chris Wood ('The Vampire Diaries', 'Containment'). Al suyo hay que sumar otra larga lista de nombres que se han dejado ver a lo largo de los 22 episodios que han formado la segunda temporada de 'Supergirl'. Entre unos y otros, lo bien que se han desarrollado los personajes y una considerable mejoría en el interés de las tramas, han hecho que el segundo año de vida en televisión de la Supergirl de la siempre adorable Melissa Benoist nos haga olvidar lo irregular del primero.
A partir de aquí spoilers de 'Supergirl'.
La season finale de la segunda temporada de 'Supergirl' ha comenzado con la batalla de los primos; Supergirl enfrentándose a un Superman (¡qué bueno que volviste, Tyler Hoechlin!), envenenado por Rhea (ay, Teri Hatcher, eterna Lois Lane y por siempre mujer desesperada). La pelea termina con el triunfo de Kara y con dos alternativas para derrotar a la reina de Daxam: por un lado, invocando el Dakkam Ur, un duelo por combate entre Supergirl y Rhea; y por otro, con la posibilidad de provocar la expulsión de los daxamitas al esparcir en la atmósfera plomo. El inconveniente del segundo es que Mon-El también se vería obligado a marchar.
El duelo se desarrolla repleto de trampas por parte de Rhea (erigida como la Trump de 'Supergirl' con su eslogan "Hagamos Daxan grande de nuevo"), lo que lleva a Supergirl a verse obligada a utilizar el mecanismo mejorado por Lena y que pondrá fin a la situación de un plumazo. "La gente que amamos son otro superpoder secreto". Con estas palabras Clark le hace ver a su prima que siempre llevará a Mon-El con ella, por muy separados que estén. Mon-El ("Allá donde vaya voy a ser mejor gracias a ti") se despide de Kara y de paso nos rompe el corazón. Y mientras Kara intenta recuperarse, todos a su alrededor confirman su felicidad: Hank junto a M'gann, que regresa para ayudar a los humanos y Alex junto a Maggie (otra relación que los guionistas han sabido sacar adelante con toda la naturalidad del mundo), a la que le pide matrimonio.
Pero si hay algo maravilloso que ha sucedido en este final de temporada (y que apareció en el capítulo anterior) ha sido el regreso de Cat dispuesta a esparcir su sabiduría entre sus amigos ("Lo que hace a las mujeres fuertes es que tenemos las agallas de ser vulnerables. Tenemos la habilidad de sentir la profundidad de nuestras emociones y sabemos que cruzaremos hasta el otro lado"). Pero Calista no ha regresado sólo para enseñarnos, sino para hacer guiños a su vida (decir que no ha visto nunca 'Star Wars' cuando está casa con Harrison Ford, o que rechazó dos proposiciones de matrimonio de Rob Lowe haciendo alusión a sus personajes en 'Cinco Hermanos'). Siempre es una alegría tenerle de vuelta, así que ojalá sus visitas se repitan en el futuro. ¿Seguirá manteniendo en secreto que sabe quién es Supergirl? ¿Confesará cuándo descubrió que Kara era Supergirl?
La segunda temporada de 'Supergirl' ha tenido muchos aciertos, siendo uno de ellos lo bien que han desarrollado la trama amorosa entre Kara (cuya vida personal también ha evolucionado) y Mon-El. En ningún momento han tenido las cosas fáciles, pero han sabido ir superando obstáculos hasta alcanzar la felicidad. ¡Qué gozada es ver a dos actores con química como la que han establecido Benoist y Wood (pareja en la vida real)! Es una pena que Mon-El haya tenido que abandonar la Tierra, pero no saber cuál es su destino no cierra todas las puertas a su regreso (aunque sea de forma episódico). Otro de los aciertos ha sido la trama Luthor/Cadmus, presentándonos a Lena (Katie McGrath) y Lillian Luthor (Brenda Strong, por siempre Mary Alice Young), que no son el mejor ejemplo en las relaciones madre e hija. ¿Le confesará Kara a Lena su identidad?
Que Lynda Carter (la Wonder Woman de la televisión) haya dado vida a la presidenta Marsdin ha sido otro acierto, igual que revelar su identidad como alien. Y lo que seguramente sigamos viendo el año que viene, es el drama familiar de los Danvers. ¿Regresará Jeremiah? (qué bien les quedó ese "Tú eres el único Superman que necesitamos" que le dijo Brenda Strong a Dean Cain). Si tengo que quedarme con algo como lo peor de esta segunda temporada es con el fichaje de Ian Gómez, a quien, por suerte, no hemos visto mucho a lo largo de la temporada. Y el capítulo musical crossover con 'The Flash', aunque bienintencionado, no me terminó de funcionar (porque el crossover de todas las series DC tuvo escasa participación de Supergirl, cosa que desde la cadena ya avisaron que mejorarían). Con respecto a James y su versión Guardián, sólo puedo decir que sus ausencias no han molestado a nadie, por lo que no me supondría problema alguno que desapareciese. Aunque no tendremos esa suerte.
En otoño tendremos más 'Supergirl' y pondremos cara a ese tercer habitante que salió de Krypton la noche que fue destruido. Imagino que los lectores de los cómics conocerá su identidad, así que para mí será toda una sorpresa. Sólo pido que Chris Wood no se aleje mucho de 'Supergirl' y que sigamos disfrutando con todas sus estrellas invitadas. "¡Ve a por ellos, Supergirl!".
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