viernes, 12 de mayo de 2017

Rhoades vs Axelrod


'Billions' llegó al final de su segunda temporada el pasado domingo y lo hizo sabiendo que volverá el año que viene con nuevos capítulos. Es una pena que la serie que en EEUU emite Showtime y en España Movistar Series genere tan poca conversación, aunque lo entiendo. De primeras comprendo que el sentimiento que transmite este drama sea la pereza, pero hay que vencerla para entregarse por completo a una serie que consigue darle todo al espectador.

En cierto sentido 'Billions' me recuerda a 'Black Sails'. Son dramas de una hora de duración en los que los diálogos juegan un papel muy importante, siendo la principal razón por la que un potencial espectador pueda alejarse de ambas. Además, a las dos les sucede algo similar: puedes llegar a perderte en sus tramas (algo que me ocurre viendo ambas series), pero sabes que antes o después todas esas conversaciones importantes van a ser escenografiadas y vas a salir de dudas. La segunda temporada de 'Billions' ha seguido centrada en la eterna enemistad entre Chuck Rhoades y Bobby Axelrod, dando un par de pasos adelante y salpicando, como no podía ser de otro modo, a sus mujeres, Wendy y Lara. Y es que la situación que atraviesa cada uno de los matrimonios ha sido el otro gran protagonista de la temporada. Los Rhoades han luchado por volver a ser los que eran y los Axelrod por mantenerse como la power couple que son. Y ninguno lo ha tenido fácil.


"Mientras Rhoades tenga ese trabajo no estoy a salvo". Bobby sabe quién es su enemigo y tras lo sucedido al final de la primera temporada decidió introducir una serie de cambios en Axe Capital para reforzar la seguridad. Se segundo paso fue reunir "a todos los que jodió" y comprarles sus demandas: "donde una es débil, muchas son fuertes". Esta demanda colectiva, unida a la investigación hacia su persona que inició Bryan y llevada a cabo por Oliver Dake (Christopher Denham), hicieron que Rhoades comenzase la temporada en una posición de debilidad y que podría haberse acentuado si Bobby hubiese aceptado la inmunidad que Dake le ofreció. Fue entonces cuando entró en el juego Lawrence Boyd (Eric Bogosian), que pidió ayuda a Axelrod para quitarse de encima a Rhoades.

Wendy aceptó recuperar su antiguo trabajo a cambio de que Bobby retirase las demandas contra su marido y con la condición de no ejercer de su terapeuta, algo que Bobby le contó a su mujer Lara ("Wendy Rhoades es un lastre") como si fuese idea suya. Por aquel entonces Wags comenzó su rehabilitación, pues su jefe le necesitaba a su lado ("este puto sitio no funciona sin ti") y Rhoades hizo caer a Boyd, lo que provocó el final de la investigación de Dake. Y mientras todo ésto ocurría, el padre de Chuck se entrometía para joder los planes que Axelrod tenía en un casino, sumando una nueva derrota en el contador del empresario. Y es que Chuck Sr. quiere ver a su hijo convertido en Gobernador, y va a hacer lo imposible por conseguirlo, pero para ello necesita que Wendy y él se arreglen ("No puedes ser un candidato eficaz si tu matrimonio se va a la mierda"), algo difícil en ese momento pues se acababan de permitir el uno al otro acostarse con otras personas (algo que Wendy hizo con James Wolk).


Chuck aceptó que su mujer volviese a trabajar con su enemigo ("Si eres feliz allí, es donde debes estar. Quiero que seas feliz"), formando todo parte de su plan para recuperarle y así mejorar su posición de cara a ocupar el sillón de Gobernador. Cuando Wendy contó a Lara que fue idea suya que Bobby no fuese paciente de nuevo, el matrimonio Axelrod se enfrentó a su primera mentira, provocando la huida de Lara con los niños. Y es que el décimo capítulo de la temporada fue testigo del acercamiento entre los Rhoades y el alejamiento entre los Axelrod (los mensajes enviados por Bobby que consigue borrar antes de ser escuchados). La misma Wendy que provocó el enfrentamiento entre Bobby y Lara ("Supe algo que podía lastimarla y no pude evitar restregárselo en la cara") fue la responsable de que ella regresase a casa. Pero el daño estaba hecho.

Y llegamos así a la trama Ice Juice, con la que Bobby podía colgarse su primera medalla en la guerra contra Rhoades. Un chivatazo de Boyd fue lo que inició su plan, y la rápida investigación de su último fichaje/gallina de los huevos de oro (Asia Kate Dillon) la que se lo puso en bandeja: podía matar dos pájaros de un solo tiro. Y todo salió a pedir de boca. Todo menos, TODO, pues Rhoades estaba detrás del chivatazo de Boyd, que lo único que quería era vengarse de Axelrod ("Hoy te arrestarán, Roberto"). Chuck tenía su propio plan, y para ello necesitaba hundirse a sí mismo, a su padre y a su abogado ("Me protegerás a mí y a mi puesto. Te conviene que sea Gobernador"). Todo para conseguir atrapar a Axe "por otra cosa". Este plan incluía traer de vuelta a Dake, convertirle en Fiscal del distrito Este y hacer que se encargase del caso Axe.


Y es que Rhoades es un tipo muy listo, que siempre tiene alternativas a sus planes por si acaso las cosas no salen bien, y por eso ahora, además de conseguir que ningún miembro de su familia se vea involucrado en la trama Ice Juice, ha metido a Bryan en el equipo de Dake para estar informado de primera mano en la investigación contra Axelrod (y a Sacher le ha convertido en jefa de Justicia Criminal ¿provocando la ira de Lonnie?). Pero no todo le ha salido bien: su padre no quiere saber más de él (¿tiene el enemigo en casa?) y, precisamente gracias a su padre, ha descubierto que Wendy tuvo un affaire, además de ver con sus propios ojos la buena relación que mantiene con Bobby. Pero le interesa tener a su mujer a su lado por el bien de su futuro profesional.

¿Y Bobby? ¿Tiene a Lara de su parte? No parece claro, pues hemos visto a su mujer esta temporada más luchadora que nunca (cuánto agradezco que haya tenido mayor protagonismo en la segunda mitad de la temporada) y hasta dispuesta a cortar lazos de su marido en caso de ser detenido. Que Wendy se vaya a convertir en su mejor apoyo ("¿Me ayudarías a encontrar el camino?" "Es justo lo que haremos. Juntos") tampoco parece que vaya a arreglar la situación. Y la guerra con Rhoades no está, ni mucho menos, superada. Chuck le visita en la cárcel antes de salir bajo fianza (nadie le espera en la puerta) para restregarle por la cara que haber perdido 27 millones de dólares por detenerle le ha valido la pena. Pero Bobby le avisa: va a buscar cualquier rastro que le permita hundirle junto a él.


La tercera temporada de 'Billions' tiene tramas de sobra para mantener el nivel. La guerra sigue abierta y probablemente alcance su punto más cruel. Espero no perder de vista a Mary-Louise Parker, con la que Chuck terminará acostándose antes o después (sólo basta con ver su reacción cuando se quita los tacones). Quiero ver cómo evolucionan los matrimonios, con tantos secretos que se traen entre manos. Quiero saber si Chuck Sr. se quedará callado. Y quiero conocer qué destino le tienen reservado los guionistas a Taylor, especialmente ahora que ha abrazado con tanta fuerza la filosofía Axe Capital ("Tengo mucho que aprender de ti, no puedo perderte"). La pregunta es, ¿#TeamChuck o #TeamBobby?

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