miércoles, 11 de marzo de 2015

Secretos y mentiras


'Secrets and Lies' es el título del nuevo drama que la ABC ha estrenado esta midseason para la noche de los domingos (pasando a ocupar el lugar de 'Resurrection'). La serie viene a confirmar dos modas: la de los remakes ('Secrets & Lies' se estrenó en 2014 en Australia y estaba protagonizada por Martin Henderson, que en 2011 estrenó, precisamente en la ABC, la fracasada 'Off the Map') y la de las series que giran en torno a asesinatos (sin ir más lejos, la misma ABC estrenó la semana pasada 'American Crime'). Barbie Kligman ('Private Practice', 'The Vampire Diaries', 'CSI:NY') es la responsable del show.

¿Qué pasaría si tras una discusión con la mujer de la que estás a punto de divorciarte te fueses de copas con un amigo y a la mañana siguiente,sin recordar nada, mientras haces footing, te encontrases el cadáver de tu vecino de 5 años? Eso es lo que le sucede a Ben Garner (un Ryan Phillippe que se ha comprado una cara nueva y que vuelve a televisión tras 'Damages' y su cameo en 'Men at Work), lo que le convierte, de forma automática, en el principal sospechoso de la muerte de Tom. La encargada de la investigación es la detective Cornell (la nominada al Oscar Juliette Lewis, a la que vimos hace tres años en 'The Firm' y a la que volveremos a ver en 'Wayward Pines'), una mujer dura, fría, profesional, con un palo clavado en el culo y muy toca pelotas (y que probablemente desee tirarse a Garner). KaDee Strickland (a la que no habíamos vuelto a ver desde el final de 'Private Practice') da vida a Christy, la mujer de Ben, encargada de traer el dinero a casa. Sus 17 años de matrimonio han dado como resultado dos hijas: Natalie (Indiana Evans, vista en 'H2o' y que es una joven Margot Robbie), una adolescente de 16 años y Abby (Belle Shouse). Junto a la familia Garner vive Dave (Dan Fogler, Man Up!'), el insoportable mejor amigo de Ben que dedica su vida a follar, beber cerveza y estar todo el día sentado tocándose las pelotas. Tom es el hijo de Jess (Natalie Martinez, 'Under the Dome', 'CSI:NY', 'Detroit 187'), vecina de los Garner.

A partir de aquí, spoilers de los tres primeros capítulos.

La nueva cara de Ryan os saluda
La muerte de Tom (un niño cuya canción favorita es 'Everything is awesome' lo que le convierte en adorador de Satán) altera las navidades (la época perfecta para hacer que la muerte del niño sea todavía más dramática) de los vecinos de Chelsea Bay Drive, un barrio residencial de Charlotte, donde todos (aquí no se salva nadie) ocultan secretos. Como no podía ser de otro modo (porque la serie está repletita de clichés y lugares comunes), Ben y Jess no sólo estuvieron liados, sino que Tom es hijo de Ben. Pero ojo, que ninguno de los dos lo sabía. Está muy bien que la noticia "se filtrase" a la prensa, lo que provocó una nueva discusión entre los Garner y la aparición de Scott (Benjamin Ciaramello, 'Friday Night Lights'), el violento marido de Jess, militar, y que se pasa la orden de alejamiento por donde todos sabemos. Muy bonito que Nicole (Meaghan Rath, 'Banshee', 'Being Human'), hermana de Jess, se tire a su cuñado y sea ella la que le diga que Tom no es suyo. ¡Gran persona la amiga Nicole! La que sí conocía el lío entre Jess y Ben es Christy, que no duda ni un segundo en facilitarle su trabajo a Cornell. Para que todo sea un poco más too much, Ben se acostó con Jess (y la dejó embarazada) el mismo fin de semana en el que Christy se sometió a un aborto (sin contarle nada a su marido). "Tuviste el hijo que querías", le suelta en plena discusión a Ben.

A Ben (que una vez te acostumbras a la cara de Phillippe, que vuelve a ser normal en el capítulo tercero, le ves hasta guapo) le encanta salir a correr. Tanto como a Justin Theroux en 'The Leftovers', aunque sin calcetines. Ya me entendéis. Eso sí, sudar sudan por igual. Como se trata de una serie en la que hay que resolver un asesinato, el desfile de sospechosos es una constante, y sabemos que todos ellos ganarán protagonismo en futuros capítulos. Tal es el caso del hermano de Christy, de Joe (Steven Brand), de Matty (Tad Cooley), un joven con algún tipo de retraso, o del propio Dave, que aunque sí es más protagonista que los otros dos, no me extrañaría nada que diese la campanada. Los que tampoco faltan son los vecinos cabrones que deciden estar por encima del bien y del mal y que seguro tienen mucho que callar, como Kevin (Gregory Allan Williams, 'Drop Dead Diva'), el típico negro religioso que suelta perlas del tipo "Quien haga daño a un niño yo digo que lo maten. Deja que Dios lo solucione". Lo más maravilloso son esos extras sin frase (o con frase en plan "Espero que compres esa pistola para matarte") que se dedican a pasar al lado de Ben mirándole con cara de miedo o rechazo. Por no hablar de ese "Child killer" pintado en su puerta.

"Ahora mismo me estoy tocando"
El papel que la prensa juega es similar al visto (y leído) en 'Perdida', la película de David Fincher basada en la novela de Gillian Flynn: están encima de Ben y le machacan en televisión a través de informativos y diversos programas (como el de Ellen Abott en 'Perdida', aunque dándole muchísima menos importancia). "Ben, estás empezando a parecer culpable" es una de las muchas frases que se oye decir a los reporteros cuando le hablan/gritan a Ben. Pura sutilidad. En cuanto al arma del crimen, una linterna que, por supuesto, es de Ben y le hace ser un poco más culpable, está desaparecida hasta que alguien (aquí es donde empiezo a sospecha de Dave) la pone en su camioneta para que él haga con ella lo que crea conveniente (tocarla lo más posible y esconderla en un falso regalo de Navidad que pone bajo el árbol y que no tardará nada en ser abierto). Otra pista es ese momento "¿Qué había que contar?" en relación a lo ocurrido la noche anterior a que Ben encontrase el cuerpo de Tom. Hijo, si tu mejor amigo está siendo señalado como culpable, da toda la información que puedas para ayudarle. O cuando, con lo tonto que parece, pregunta que cómo supo Scott, ante de que se filtrase a la prensa, que Ben era el padre de Tom.

A Ben yo le recomendaría que llamase a Annalise Keating, vecina de cadena, y que seguramente conseguiría que saliese impune de todo el asunto. Y hablando de abogados, me encanta que nos presenten a ese abogado penalista cuyo único objetivo en la vida es ganar dinero y hacerse famoso. ¡Nunca lo habíamos visto! Y no me quiero dejar a Natalie, que le suelta a su padre un retorcido "¿O me matarás a mí también?" en la fiesta a la que acude sin permiso y a la que Ben va a buscarle. Por cierto, que ya que su trabajo no le da de comer, Ben podría hacerse detective privado, pues la forma que tiene de espiar a su hija mayor llevando una gorra pero conduciendo la camioneta en la que pone el nombre de su empresa pone de manifiesto su buena maña en el terreno. ¡Chico listo! 

Al final, Ryan vuelve a ser guapo
'Srecrets and Lies' no nos cuenta nada nuevo, pero se deja ver, y aunque en sus tres primeros capítulos ha avanzado bien poco, es entretenida. Está muy bien ver a Ryan sufrir, y a Lewis ejercer de detectiva implacable y muy cabrona. Y oye, que de vez en cuando desnudan a Phillippe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si se ve la serie australiana, no vale la pena prestar atención a este remake que es mucho peor.