Un trono en juego

Hace poco lo dije, pero hoy tengo que repetirme: la HBO ha vuelto a hacerlo. Su fiel adaptación de "Juego de Tronos", la primera de las novelas que componen "Canción de Hielo y Fuego" de George R. R. Martin (que además de productor, escribió el guión del octavo capítulo) ha sido impecable. Lo digo como fan de las novelas, y como espectador que ha disfrutado todos y cada uno de los diez capítulos que han compuesto la primera temporada. (Texto libre de spoilers).

Debo confesar que cuando se habló de que HBO haría una serie basada en estos libros, yo no los conocía. No había oído hablar de ellos en la vida. Pero las primeras promos que salieron, los pósters y la gran campaña de publicidad me metieron de lleno en el reino de Poniente. Y caí, por supuesto que caí. Me regalaron por mi cumpleaños "Juego de Tronos" y "Choque de Reyes" y los empecé el mismo día que terminé los exámenes de Febrero. Me costó entrar, todo hay que decirlo, porque la primera parte de "Juego de Tronos" abarca muchísimos personajes, sus presentaciones y los por qués de su forma de actuar. Pero, una vez entras, te atrapa de tal forma que es imposible salir. Es curioso que esa sensación la haya reflejado tan bien la serie: en sus primeros capítulos, los que veían la serie y no habían leído los libros se sentían perdidos, algo que se fue arreglando conforme la historia avanazaba. Y desde Febrero, ahí estoy, empalmando uno tras otro los libros de "Canción de Hielo y Fuego". Hace nada empecé el segundo tomo de "Tormenta de Espadas" (ed. de bolsillo), y aunque voy despacito, los estoy disfrutando al máximo. Así que cuando se emitió el primer capítulo, yo ya había empezado con "Choque de Reyes". Y que nadie piense que saber lo que va a pasar le quita gracia al asunto (vale, sí, tal vez los cliffhanger son menos sorprendentes), pero la ilusión que hace ver lo leído en imágenes, no nos la quita nadie.


La serie ha sido fantástica. Maravillosa. Enorme. Grande. Y no me gusta exagerar, pero todos estos adjetivos la califican a la perfección. No me tiembla el pulso al escribir que es el mejor estreno de este año (desde el comienzo de la temporada en Septiembre de 2010 hasta los estrenos de Midseason). "Juego de Tronos" o "Boardwalk Empire". Lo tiene todo para convertirse en un clásico: un reparto acertadísimo, una historia sólida, unos escenarios espectaculares y una banda sonora perfecta (anda que no ha recibido alabanzas su opening).


Pero, sin duda alguna, lo mejor que tiene "Juego de Tronos" son sus personajes. Personajes que en los libros podías odiar y amar en la serie, y personajes que podías amar en los libros y odiar en la serie. Y luego están los personajes amados y odiados en ambos ámbitos (Joffrey Baratheon es el perfecto ejemplo de personaje odioso tanto en papel como en imágenes, lo que quiere decir que Jack Gleeson ha hecho un gran trabajo). Particularmente, soy muy fan de los hijos Stark (o de los Stark en general) y del trío de hermanos Lannister. Y de Daenerys...¡Ais, Danerys de la Tormenta! Pero...¿qué serían los personajes sin frases por las que recordarles? "In the game of thrones you win or you die" dicha por Cersei Lannister; "Nunca debiste confiar en mí" dicha por Petyr Baelish (aka Meñique) en un momento clave; "La guerra por el coño de Cersei" dicha por Jaime Lannister; o la dicha en una escena entre Catelyn Stark y su hijo Robb en la season finale "And then, we will kill them all". Y muchas otras que me dejo por el camino (como todas las perlas que suelta Tyrion cada vez que abre la boca). Aquí el mérito es del guión (y por ende, de George R.R. Martin) y de los actores: Sean Bean, Lena Headey, Emilia Clarke, Peter Dinklage, Michelle Fairley, Nikolaj Coster-Waldau, y un larguísimo etcétera.

Una serie hecha para disfrutar. Un must seen.

PD. El domingo, la primera temporada de "Juego de Tronos" en imágenes.