jueves, 29 de junio de 2017

FArewell, mis zorrupiAs


Parecía que nunca iba a llegar, pero el desenlace de 'Pretty Little Liars' ya se ha emitido y no volveremos a saber más sobre las zorrupias. ¿O sí? Sea como fuere, después de poco más de 7 años en antena, por fin hemos despedido a la serie que nunca acaba. Con un final 100% 'Pretty Little Liars' (es decir, con un final mamarracho hasta la médula) y respondiendo como han podido a los últimos enigmas de la serie. Por supuesto que nos hemos quedado con mil dudas en la cabeza, pero a fin de cuentas, ¿a quién le importa en una serie como ésta? 

''Til Death Do Us Part' ha sido un capítulo para fans ("Es como cuando termina un libro pero no quieres que se acabe. Aunque los personajes sean felices, sigues triste porque se acaba"), en el que los guiños al pasado han estado a la orden del día (con menciones para Maya y Jason), y en el que Troian Bellisario ha robado, por completo, el show. Ella ha sido la protagonista absoluta en el final de la serie, dejando en la sombra a sus compañeras de reparto, cuyos personajes han decidido, por fin, mostrar un poquito de talento, sentido común y coherencia. Too little, too late. Por lo demás, todo bien: hemos tenido regresos (¿dónde está Mike Montgomery?), asistido a reuniones (¿por qué no han sido capaces de juntar a las cuatro madres en una misma escena?) y alucinado/flipado/avergonzado con la revelación de la identidad de A.D., la -A suprema.

A partir de aquí spoilers del desenlace de 'Pretty Little Liars', así que si todavía nos sabemos con qué casita de muñecas juega Mona, no sigas leyendo.


El comienzo de la series finale no ha podido ser más absurdo y mamarracho, con Lucas (de payaso) y Mona (de amazona de circo) rodeando a las zorrupias que, sentadas en una terraza, juegan a ser graciosas: "No me puedo creer que nunca supiéramos quién era". Al momento descubrimos que es una ensoñación de Raquel Mosquera Mona, que vuelve a estar encerrada tras haber intentado asesinar a Hanna y haber confesado ser responsable de la muerte de Charlotte. Recibe una visita ("Nunca habría adivinado que fueras tú") y viajamos un año adelante en el tiempo, en el que todas las zorrupias son absolutamente felices.

El libro de Aria y Ezra puede que se convierta en película (por lo tanto ha sido un éxito) y, ahora sí, están a punto de casarse; Emily y Alison son felices juntos a sus gemelas; Spencer ha empezado a trabajar con su madre y ha mejorado su relación con su hermana ("Siento que empezamos a conocernos de nuevo"); y Hanna y Caleb han prosperado profesionalmente y viven juntos en el loft, aunque acoger a Mona altera el buen rollo de la pareja (que está intentando quedarse embarazada). Por si fuera poco, descubrimos que Jenna empieza a trabajar como profesora en el instituto, y ella, junto a Emily y Alison, se han convertido en las adalides de la lucha contra el bullying (¿puede alguien recordarle a la mema de Emily que se acuesta con quien en el pasado le hacía la vida imposible a medio instituto?).


Mientras las zorrupias celebran la despedida de soltero y soltera de Ezra y Aria, descubrimos a Mona llevando una máscara de Melissa (¿era Melissa-Melissa la que se lleva bien con su hermana o Melissa-Mona? ¿Son las máscaras de A.D. capaces de dar el cuerpo y la altura de la cara de la máscara al que la lleva?) y comunicándose con A.D. utilizando el mismo sistema que Aria. Y empieza el drama: Aria comunica a Ezra que no puede tener hijos, un secreto que le había ocultado desde hace algún tiempo. La fiesta previa a la boda se celebra, las madres se reúnen recordando sus buenos días en el búnker ("¿Recordáis cómo salimos de allí?" nosotros tampoco, amiga Veronica) y se emborrachan (me fascina Ashley yendo bien peda pero dando consejos súper filosóficos a su hija). ¿Por qué no está la madre de Emily en esa escena? Emily, que es una tipa muy pesada, anda súper mosqueada porque Alison ha hablado mucho con su madre durante la cena y le pide explicaciones. Lo que consigue es un anillo de compromiso y una sorpresa suspendida. ¡MEMA!

Y llegamos entonces al clímax de la historia con el descubrimiento del twist definitivo. DÉJÀ VU, ZORRA. Conocemos así a Alex Drake, la otra hija que tuvo Mary. Alex sería una persona totalmente anodina de no ser porque es LA GEMELA (malvada y británica) DE SPENCER. El pan sin sal de Wren la conoció por casualidad en Londres y optó por contarle sus historia. Y de paso, se enamoró de ella, porque haberlo estado antes de Melissa y de Spencer no había sido suficiente. Con las explicaciones pertinentes y dejando claro que le movían la venganza (por la muerte de su hermana Charlotte) y las ansias de ocupar el puesto de Spencer, la historia sigue adelante. No sin antes revelar que Wren está muerto y que sus cenizas se convirtieron en el colgante de Alex.



Llega el día de la boda (¿quién ha vestido a Aria? ¿Jenna?) pero todo es un drama porque Ezra la ha suspendido vía SMS porque está muy cabreado porque su futura mujer no tiene hijos. Alex (haciéndose pasar por Spencer) revela la identidad del padre de las hijas de Alison y Emily (es Wren), mientras Mary y Spencer comparten confidencias y revelaciones del pasado. Alex vuelve al búnker (¿de dónde saca tanta infraestructura?) y revela más datos sobre su plan (en otros, que ella fue la que pagó la inútil operación de Jenna). Que alguien le diga a Charlotte que el moreno no le favorece. Jenna se cruza con Alex-Spencer y detecta que lleva un nuevo perfume. Y como Jenna es perra vieja y lista, poco tarda en poner en alerta a Toby: "Creo que Spencer no es Spencer". Toby se reúne con las zorrupias y se vuelve listo: "¿Y si lo de los gemelos es hereditario en esa familia?".

Mientras Spencer y Ezra (Alex le secuestró sin razón) intentan escapar por el plató de 'Scream 3', Mona confiesa a los demás que la visita que recibió una año atrás fue la de Wren, que iba dispuesto a matarle, pero ella, que también es perra vieja, se convirtió en falsa aliada. "Sigues jugando la partida con ella" "No, Hanna. Juego para ganarla". Así que con Mona como líder dan con el búnker, detienen a Alex y rescatan a Spencer y Ezra (hay que ser panoli para caerse sobre la única roca real que debía haber en ese búnker). Pero nadie, NADIE, alucina con que Spencer tenga una gemela. 


Y llegan entonces los 3 finales distintos de la serie: unas semanas después se celebra por fin la boda de Aria (con un vestido mejor pero muy fiel al estilo Aria) y Ezra, con Marlene King como fotógrafa inoportuna. Las zorrupias son súper felices. Hanna comunica que está embarazada y Aria dice que cuando regresen de la luna de miel adoptarán. "Por alguna razón, ésto parece el final de algo". ¿Qué será ese algo, Alison? El segundo final lo protagoniza Mona, en París (Rosewood con cuatro carteles en francés), convertida en vendedora de muñecas y con su propia casita de muñecas a tamaño real en el sótano. ¿Con quiénes juega? Con Mary y Alex. ¿Cómo se las robó a la policía y las llevó hasta Francia? ¡Misterio! Y el tercer final, que podría llamarse "Addison is the New Alison" nos lleva al comienzo de la serie pero con otras pánfilas como protagonistas.

Y así, 160 episodios después, tras 7 años y 7 temporadas en antena, 'Pretty Little Liars' llega a su final. El vacío (mamarracho) que deja será difícil de llenar. Adiós, Hanna, reina de toda la serie. Adiós Spencer, reina de su despedida. Adiós, Aria, reina de vestuario. Adiós, Emily, reina de las desgracias. Adiós, Alison, heredera de '¡Qué tiempo tan feliz!". Adiós, Mona, reina de las aspirantes.

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