martes, 18 de abril de 2017

Bye, Girls!



'Girls' se une a la lista de series que terminan en 2017. El pasado domingo la HBO emitió su series finale: un capítulo muy especial centrado en la relación de Hannah con, por un lado, Marnie, su mejor amiga; y, por otro, con Loreen, su madre. Este capítulo ha llegado una semana después de las despedidas oficiales de las otras dos chicas del grupo, Jessa y Shoshanna (con una despedida tan agridulce como realista), que dijeron adiós a la vez que Elijah. Adam, por su parte, se despidió siete días antes, igual que Ray.

Nadie esperaba el giro que la vida de Hannah ha dado esta última temporada, cuando descubrimos que se había quedado embarazada del personaje al que en la (maravillosa) season premiere interpretó Riz Ahmed. No ha sido éste el único cambio, pues los diez capítulos de despedida han sido diferentes a los que nos había ofrecido la serie hasta el momento (sin perder por el camino alguno de sus rasgos más característicos, como pudimos comprobar cuando Hannah habla de la técnica de maquillaje de Shailene Woodley o su monólogo sobre el vello púbico). Hemos perdido de vista a personajes (Shoshanna, más ausente que nunca), aunque lo cierto es que todos aquellos que han tenido relevancia en la vida de las protagonistas han dicho adiós a la audiencia cerrando su historia ("Eat a dick!").


Y al final nos hemos quedado con Hannah. Con Hannah y con una Marnie dispuesta a ayudarle a criar a su bebé (de igual forma que hizo Adam) y a no separarse de su lado a pesar de dejar claro que no es feliz ("No necesito ser feliz. No es mi momento"). Y es que Marnie está sola ("Todo el mundo en mi familia es una basura mentirosa") y Hannah ha sido lo único duradero en su vida ("¿Me prometes que seremos siempre amigas?"). Pero a Marnie le termina pudiendo la situación y recurre a Loreen, que a través de sus consejos ejerce más de madre que la desastrosa Evie. A Loreen tampoco le viene del todo mal acudir al rescate, pues como ella misma afirmó esta temporada: "Estoy sola. Así va a ser por el resto de mi vida". Aunque el cénit del episodio lo ha protagonizado Hannah con una adolescente a la que ayuda en la calle. En ese momento abraza su condición de madre, regresa a casa y consigue que su bebé acepte su pecho. Hannah deja de pensar en ella, en lo difícil de la situación, y convierte al pequeño Grover en lo primero de su vida.

'Girls' ha sido una serie en torno a la amistad, las crisis personales y el egoísmo de mi (nuestra) generación. Todos hemos sido Hannah, Marnie, Shoshanna y Jessa en algún momento de nuestras vidas. Y todos hemos conocido un Elijah. A lo largo de estas seis temporadas los espectadores, al igual que sus protagonistas, hemos crecido y madurado, casi podríamos decir que de la mano. Esa es la razón por la que 'Girls' ha sido una serie más disfrutable viéndola con el paso de los años que del tirón en el sofá. Atrás queda una de mis escenas favoritas vistas en una serie de televisión y una de las peores decisiones, en mi opinión, que tomó la serie (Jessa y Adam como pareja). Mil y una tramas que quedan para el recuerdo sobre una de las mejores series que nos deja la segunda década del siglo XXI.

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