'Chicago Med', que fue la tercera serie de la trilogía Chicago en aparecer en la parrilla de la NBC, acaba de despedir su tercera temporada. El año que viene estrenará la cuarta y lo hará pasando a la noche de los miércoles, en la que se emitirá junto a 'Chicago Fire' y 'Chicago PD'. No sólo eso, sino que volverá a disfrutar de temporada completa (este año ha tenido 20 capítulo, 3 menos que el pasado y 2 más que en su primer año), algo que se ha ganado al convertirse en la Chicago más vista de las Chicago (con una media de 1.22 en demos y algo más de 6'6 millones de espectadores). Es curioso el desgaste que ha sufrido 'Chicago Fire' (emitirse los jueves le ha matado), pasando de ser la más vista de la saga a la menos (con mucha diferencia) con una peligrosa pérdida de audiencia. Imagino que el próximo otoño las tres Chicago se beneficiarán de emitirse juntas.
'Med' sigue el mismo esquema que 'Fire' y 'PD': se beneficia de ser un procedimental que presenta semanalmente un par de casos a la vez que las vidas de sus protagonistas van ocupando las diferentes tramas. Y, al igual que les ocurre a aquéllas, aquí también tenemos personajes insoportables que lastran los capítulos que giran en torno a ellos. Aunque en 'Med' es cierto que sólo hay uno: el doctor Ethan Choi. El resto pueden pasar por diferentes fases, pero por lo general son más simpáticos que antipáticos. Eso sí, el común denominador de todos ellos es la intensidad (premio que se llevan los doctores Choi y Rhodes) y lo muy debatibles que son algunas de las situaciones médicas que presenta (algo que me recuerda a 'Sin Cita Previa', en la que todas las semanas había un debate ético y filosófico detrás de alguno de sus casos).
La tercera temporada de 'Chicago Med' comenzó con el juicio contra la persona que disparó al doctor Charles. Me fascina la capacidad que tiene Daniel para terminar involucrándose en el 75% de los casos que tratan en cada capítulo. Por A o por B, casi todos los pacientes necesitan la supervisión del jefe de Psiquiatría del hospital. Además, el doctor Charles es algo así como la Gabriela Dawson de 'Chicago Fire': a veces confunde su trabajo con el de un detective y/o policía. Al menos en este final de temporada, en el que se ha propuesto investigar por su cuenta a Robert Haywood (Michel Gill), el padre de la doctora Reese, sospechoso de ser un asesino en serie responsable de la desaparición de jóvenes universitarias. ¡Que alguien llame a Holden Ford y Bill Tench!
El doctor Charles también tuvo protagonismo por su hija (Mekia Cox) que, afortunadamente, se fue y nos dejó en paz a todos. Especialmente al doctor Rhodes, que se empeña en ser buena persona pero que todavía no ha aceptado que es el personaje rico, estirado y sin grandes problemas en la vida de la serie, y que, por lo tanto, el espectador es poco posible que empatice con él. ¡No estamos en 'Dynasty'! Connor ha lidiado esta temporada con la doctora Bekker (Norma Kuhling), personaje con acento, lo que significa que es mala y que viene a quitarle su puesto de trabajo. Ahora bien, nada les impide acostarse juntos. Ni siquiera la presencia del doctor Latham (Ato Essandoh), un personaje muy desagradable pero que es su mentor.
Y hablando de gente desagradable: el doctor Choi debería ser cancelado. Y de paso dejar tranquila a April. Por si fuera poco tener a un Choi en la serie, la aparición de su hermana Emily ha hecho que tengamos a dos (que no pueden ser más opuestos entre sí) y que trabajan juntos en el hospital. En la season finale, y después de demostrar que es alguien de quien uno no se puede fiar, nos la hemos encontrado durmiendo en la calle y enferma de hepatitis, porque más cosas no podían ocurrirle para hacer que Ethan le deje vivir en casa provocando que April, que sabe más que nadie y está hasta las narices de Emily, decida irse (#TodosSomosApril).
Por su parte, y antes de reencontrarse con su padre, la doctora Reese pasó por una época loca en la que se obsesionó con que un paciente iba a atacarle. Me parece que Sarah no tiene mucho futuro en el mundo de la psiquiatría cuando ha sido incapaz de ver las oscuras intenciones de su padre. Pero bueno, es un personaje que no puede pasar en 'Chicago Med' sin vivir un drama. Algo así como Natalie y Will, que después de aceptar que se querían y estaban hechos el uno para el otro, se toman un tiempo que, por supuesto, no sienta muy bien a la pareja, y aunque les genera más drama del que ya tenían, les ofrece un final ¿feliz?
Y es que esta season finale de 'Chicago Med' ha sido muy loca: hemos tenido brotes de hepatitis, una operación para separar a siamesas (que ha culminado con éxito gracias a la divina intervención del héroe Rhodes), el intento de suicido del ex marido de Sharon (no olvidemos que perdió a su novia esta temporada), una pedida de mano sin respuesta y el enfrentamiento de Daniel con el padre de Reese. Y es que el doctor Charles termina plantándole cara y comunicándole que sospecha de él como posible autor de la desaparición y ¿muerte? de las universitarias. ¿Ha fingido Haywood un ataque para detener al doctor Charles o realmente le pasa algo y le veremos morir al comienzo de la próxima temporada? ¿Le sorprenderá a alguien cuando descubramos que Rhodes ha rechazado la plaza que le han ofrecido como adjunto en una clínica en detrimento de Bekker? ¿Cuántos trabajadores del Chicago Med han sido suspendidos temporalmente esta temporada? ¿Qué ocurrirá con la nueva situación economicoadministrativa del Hospital? ¿Cuántos crossovers tendremos a próxima temporada ahora que las tres Chicago se emiten juntas?
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