Con C de calidad

Ya le he podido echar un ojo a uno de los estrenos más esperados de este verano que ya está oficialmente terminado. "The Big C", nueva serie de Showtime y protagonizada por Laura Linney, se ha hecho un hueco en mi tiempo de visionado de series. Voy a contar cosillas de lo que ha ocurrido en sus tres primeros capítulos, pero que no son grandes spoilers. Yo por si acaso aviso.

Cathy Jamison (Laura Linney, que vuelve a la televisión después de triunfar con la miniserie John Adams, también como productora) acaba de ser diagnosticada de un melanoma en estadio IV. Está casada con Paul (Oliver Platt), aunque llevan viviendo unos días separados, y son los padres de Adam (Gabriel Basso). Además, Cathy tiene un hermano vagabundo, Sean (Jonh Benjamin Hickey), un loco de la vida que tiene una novia awesome (Annie Parisse), aunque no sabemos cuánto le durará. Cathy tiene dos presencias femeninas en su vida: su alumna Andrea (Gabourey Sidibe, que está absolutamente genial) y su vecina, la malhumorada Marlene (Phyllis Somerville) y su perro Thomas. Y luego está su médico, el doctor Todd Miller (Reid Scott), el único que, evidentemente, conoce su situación y con el que queriéndolo o sin querer, está coqueteando.


A pesar del drama que supone el cambio que sufre Cathy en su vida, la serie está impregnada de un humor negro muy del estilo Showtime. Evidentemente, contando entre su cast con dos candidatas al Oscar, el aspecto actoral está más que cubierto, al igual que sus guiones. Y aunque en su episodio piloto cuesta entrar en materia, a partir del momento "I haven't had an onion in 15 years because you say they're stinky poo-poo" ya formas parte del micro mundo de Cathy Jamison.

Así que, mientras Linney y Sidibe sigan compartiendo escenas como la del autobús/paintball, yo estaré esperando semana tras semana la dupla formada por Weeds y The Big C, todos los lunes, en Showtime.