martes, 15 de junio de 2010

De vuelta a Bon Temps


True Blood fue una de mis series del comienzo de la temporada pasada. Sus dos temporadas me las ví en maratón, y aunque la primera la ví doblada, la segunda la disfruté en VO. Desde su piloto me declaré fan absoluto del bizarrismo que rodeaba a la serie, por lo que esperaba como agua de mayo el estreno de la tercera tanda de episodios. Y este domingo la HBO estrenó con éxtio la nueva temporada (5.1 millones de espectadores). Así que ten cuidado, que voy a spoilear con ganas.

Después del bizarrismo extremo que impregnó la temporada pasada con Maryann y demás posesiones, no podía esperar otra cosa de esta nueva temporada. Y de hecho, esa escena tan homoerótica que ha soñado Sam, con Bill como protagonista, me ha dejado trastocado. Y al parecer, puede que no sea la última, y es que nuestro amigo el "transformista" tiene la sangre del vampiro humanoide corriendo por su sangre, y todos sabemos lo que eso significa (sino, que le pregunten a Sookie y sus sueños con Eric). Sin dejar a Sam de lado, le vamos a tener esta temporada en busca de sus padres, aunque su hermanito, el hijo de Lincoln Burrows, es un poco reacio a dar información de sus padres.

Bill está perdido por el mundo. Después de ser secuestrado tras pedirle matrimonio a su Ssssokie, nos han dejado ver que la federación de los hombres lobo del mundo están detrás de él. Ni Lorena (aunque eso tal vez no es seguro del todo), ni Eric, ni la Reina. Eso sí, sigue siendo el buenazo de siempre, y nos lo ha demostrando no cargándose a la abuelita Olivia.

Eric (que ha dejado la peluquería para dedicarse a los desnudos) ha empezado una serie de alianza con Sokie para encontrar a Bill. Vale que cada uno va por su lado, pero todos sabemos la tensión que hay entre estos dos. El sheriff cuenta con la Reina y Pam a su lado, aunque están husmeando en el tema de la venta de V (y no, no son los lagartos).

Jason va a pasar una época rara. Para empezar, parece que ha dejado de sudar. Y no sé yo si funcionará, porque Jason sin sudar, es menos Jason. Si a eso le sumamos su pequeño desliz con las estudiantes, el menor de los Stackhouse está en horas bajas. Ahora Hoyt y él van a ser roomates, a ver cuánto les dura, porque supongo y espero, que Jessica y él se arreglen como es debido.

Y en cuanto a Tara y Lafayette, los tenemos en un plano totalmente diferente al resto (aunque terminarán involucrándose, todos lo sabemos). Tara está out totalmente, y aunque Lafayette sigue con su acuerdo de venta de V con Eric, su prima le va a dar más problemas. Si a esto le sumamos el ultra-fanatismo cristiano de la madre de Tara, lo tenemos todo listo para la fiesta.

Así se nos ha planteado esta tercera temporada, que va a estar llena de sexo, y pelo, mucho pelo de los hombres lobo. Vamos, que todo muy truebloodiano. Let's enjoy!

2 comentarios:

Álex dijo...

Yo estoy encantado con el comienzo, sobre todo porque desde el principio han prometido diversión y absurdidad a partes iguales.

Fon dijo...

ALX: espero que nos regalen una temporada tan disfrutable como la anterior.