miércoles, 25 de mayo de 2016

El imperio que cae


'Empire' llegó en midseason de la temporada pasada y lo hizo por la puerta grande: una audiencia que no dejaba de crecer para un drama musical que, aunque absurdo, hacía las delicias de los espectadores. Su segunda temporada vio ampliado el número de capítulos (pasando de 12 a 18) y fue dividida en dos partes. Hoy hace una semana que la segunda temporada echó el telón, acumulando una media de 4.42 en demos y sin alcanzar los 11 millones y medio de espectadores.

La temporada empezó con un multitudinario concierto (#FreeLucious) en el que Cookie avisó a Clinton: "Sí, necesita estar si quiere que su mujer salga elegida". Lucious estaba en prisión compartiendo celda con Chris Rock y siendo vigilado por Ludacris mientras hacía frente a las tetas de Tyra Ferrell. Marisa Tomei hizo su aparición provocando una de las muchas reprimendas de Cookie hacia Anika ("Ni siquiera puedes ser una buena tortillera"). Conocimos al muy odioso Thirsty (Andre Royo), abogado de Lucious y señor turbio y cutre a partes iguales y Kelly Rowland comenzó a hacer acto de presencia en los flashbacks del señor Lyon, dando vida a su madre.


Mientras Lucious se dedicaba a grabar canciones en prisión (en 'Empire' cuanto más excesivo sea todo, mejor), Cookie ("¿Tengo pinta de coger el metro?") creaba un sello discográfico llamado Dinasty más humilde que Empire pero con el que pensaba convertirse en su más inmediato competidor. Su estancia en prisión fue bastante breve y consiguió la libertad bajo fianza. Pero que nadie se piense que salió renovado, no; su ego no hizo otra cosa que crecer, y mientras que su hijo Jamal le halagaba llamándole rey, su padre contestaba con un tajante: "Blasfemia, soy un dios". Pitbull se dejó caer por el club de Lucious y mientras Dre aseguraba que Dios le estaba hablando. Precisamente Dre, junto a su mujer, su padre y el abogado de éste, enterró al tío Vernon después de que Rhonda lo matase (en defensa personal). 

Ne-Yo apareció para decir que era amigo de Lucious y Adam Rodriguez se convertía en el amante latino de Cookie (hasta que se descubrió su secreto), mientras que Adam Busch se interponía entre Jamal y su querido Michael. Dre se bautizó (y se dedicó a buscar un rapero que incluyese "la palabra de Dios" en sus letras) y Hakeem decidía que lo mejor era tirarse a la ex de su padre. William Fichtner ejerció de guía gay para Jamal en el heterosexual mundo de la música. Hasta que llegó Alicia Keys. Lucious comenzó a conducir por su cuenta ("Desde que salí del talego no me gusta que la gente me diga dónde ir") y jugó a ser el padre de Freda, la hija del personaje al que dio vida Chris Rock. Y al que Lucious mató. Hakeem le regaló a su nueva novia Jamila una actuación callejera para que cumpliese su sueño y luego la metió en las nuevas Miami Sound Machine.


Marisa Tomei hizo con Lucious lo que quiso (madre mía, esa escena del trío) mientras él se dedicaba a "hacer historia" con una canción basada en el suicidio de su madre: "Boom, boom, boom, boom. Bang, bang, bang, bang". Y aún así sacaba tiempo para enfrentarse en una batalla de rap a su hijo Hakeem. Ya por entonces Anika empezaba a obsesionarse con la familia Lyon, llevando pelucas, ejerciendo de chófer y haciendo montajes con recortes, que fue cuando descubrimos que Rhonda y Dre iban a ser padres. Cookie y sus hermanas visitaron a Rosie O'Donnell (y la cárcel) y Marisa daba su particular golpe de estado anunciando su relación con Camila (Naomi Campbell), echando a Lucious de Empire manipulando a Hakeem para conseguirlo y convirtiendo a Camila en la nueva Lucious para que luego sea Hakeem el nuevo Lucious (con serias amenazas de por medio). Y entonces llegaron las nominaciones a los ASA (¡padre e hijo enfrentados, locurote!) y el empujón a Rhonda por Anika, provocando que perdiese el bebé.

Jamal vivió un bochornísimo momento musical cuando fue "atacado" por gays con chanclas que le acusaban de bisexual. Su hermano Dre se lo dejó claro: para recuperar el apoyo de la comunidad gay no necesitas un RRPP, sólo basta con que te desnudes. Comenzó una guerra muy aburrida entre Jamal y Lucious en la carrera a los ASA, justo cuando el patriarca Lyon provocó el final de Camila y Mimi. El paseo por el (verdadero) pasado de Lucious fue un tremendo coñazo, incluido ese videoclip sobre su vida que parecía la última venida de la virgen de Fátima. Hasta que apareció su madre, que no estaba muerta, estaba encerrada en una residencia VIP. Dre descubrió que heredó la bipolaridad de ella, Hakeen le pidió matrimonio a Jamilia y Rhonda se hizo íntima de Anika (ahora embarazada de Hakeem y, por lo tanto, portadora del heredero al trono Lyon) sin saber que era su peor enemiga.


Los Lyon se subieron a la parra cuando anunciaron al mundo que eran la primera familia de la música (un saludo a los Iglesias, los Lyon de la música española) y que su actuación en los ASA sería poco menos que un favor a la Humanidad. La gala llegó y Freda, después de descubrir toda la verdad sobre la muerte de su padre, disparó a Lucious pero hirió a Jamal. "Y el día que mueras de sida voy a celebrarlo". Esas fueron las últimas palabras de Lucious a Jamal antes de la gala. ¡Y encima no ganó ninguno! Con Jamal en casa de nuevo, pero amenazando con no volver a cantar hasta que los dramas de la familia se cierren, Rhonda ataca a Anika, acusándole de haberle empujado por las escaleras. Lucious visita a Freda en prisión y consigue que grabe una canción, que a su vez hace que Jamal vuelva a cantar. 

En principio iba a cantar en la boda de su hermano, pero la novia huye de esa vida que le espera y, para evitar que declare ante el Gran Jurado que se va a encargar de su caso, Lucious de casa con Anika (que había intentado sucidarse) poco después de decirle a Cookie que sigue queriéndole. Ya convertidos en marido y mujer, Lucious avisa a Anika que sabe que empujó a Rhonda, para terminar descubriendo que tiene un medio hermano trabajando para el FBI. Rhonda ataca de nuevo a Anika. Pelean. Dre aparece y se escucha un gritó. ¿Quién de las dos ha caído? ¿O jugarán a engañarnos y estarán las dos enteras?


La segunda temporada ha quedado a años luz de la primera, siendo un cúmulo de situaciones de vergüenza ajena que ya no le permiten ostentar el título de "maravillosa mamarrachez". Cada vez interesa menos saber qué pasa en la familia Lyon y más conocer con qué outfit nos sorprenderá Cookie, o quién será la siguiente estrella invitada. En otoño "la primera familia de la música" regresará.

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