miércoles, 23 de noviembre de 2016

La eternidad de Meredith Grey


Que una serie alcance las 13 temporadas en antena es toda una heroicidad. Y el (mejor) drama médico de Shonda Rhimes lo ha conseguido. Lo más curioso es que no parece que vaya a tener fin a corto plazo y, perfectamente, podría alcanzar la redonda cifra de 15 temporadas junto a la audiencia. Hay tiempo más que de sobra para terminar llevando a los altares de la santidad a Meredith Grey, auténtica protagonista de la serie y el personaje que más (y mejor) ha evolucionado. Y es que, si no recuerdo mal, durante muchos años el personaje al que da vida Ellen Pompeo fue muy criticado por su forma de ser. Y desde hace un par de temporadas ha pasado a convertirse en el personaje favorito de muchos de sus seguidores. Razones no nos faltan.

Su actual temporada acaba de despedirse en EEUU hasta Enero, después de haber emitido sólo los nueve primeros capítulos (incluida esa rareza que fue el octavo con la madre de Webber, la novia de Riggs, mini Edwards y los hijos de Meredith). ¿Y qué hemos visto en ellos? Más casos médicos y más drama de personajes. El más importante ha sido el que tiene a Alex Karev como protagonista y que le ha llevado a dejar su puesto como adjunto en el hospital para pasar a trabajar en la Clínica Denny Duquette (esas comidas a escondidas junto a sus compañeras), dónde ejerce más de enfermero que de cirujano. La trama de Karev ha tenido a Jo Wilson como secundaria; una secundaria cuyo drama conocimos al finalizar la anterior temporada pero que ha vuelto a salir a flote en esta fall finale para recordarnos lo peligroso de su situación. Alex se ha disculpado con ella ("No eres basura. Nunca dejes que nadie diga eso") y ha descubierto la verdad ("Eres Jo Wilson. Perteneces aquí").


El mayor apoyo que ha tenido Karev ha sido Meredith, a quien de momento el drama en mayúsculas todavía no le ha acompañado esta temporada. "Siempre estoy bien. ¿No lo sabes?". Veremos si Mer consigue convencer a su compañero de no dar ese paso adelante que está decidido a dar. "Éramos cinco y ahora sólo quedamos tú y yo. Y no puedo quedar sólo yo. No puede ser". El tema Alex no ha sido el único en el que se ha visto implicada Meredith. Que su hermana Maggie le confesase que estaba enamorada del doctor con el que había empezado a tener algo le llevó a detener ese comienzo de relación. "No puedo hacer mi trabajo si estoy pensando en lo que estás pensando de mí. No quiero que sea así. Seamos sólo colegas".

Dejando a un lado a dos de los personajes más veteranos de la serie, el resto también han tenido sus pequeñas tramas. Todo lo que tiene que ver con April y Jackson está empezando a cansar. Es muy bonito ver que han conseguido limar asperezas y que la reconciliación es evidente, pero ahora que sigan adelante con sus vidas. Me da igual si quieren tener citas. Me da igual si siguen enamorados pero ninguno lo va a admitir. Necesitamos que avancen y dejen de marear la perdiz. Otro de los grandes dramas de lo que llevamos de temporada tiene a Owen y Amelia como protagonistas. La pareja atraviesa su enésima crisis, convertidos ahora en marido y mujer, esta vez provocada por las ganas que él tiene de ser padre y las pocas que ella tiene de ser madre. Amelia ya sabe qué es perder a un hijo (trama que se vivió en 'Private Practice'), aunque jamás le contó a nadie de su familia nada al respecto. Sólo Alex conoce la historia. Ese "No te eches la culpa de todo esto" por medio de una nota a Owen es la explicación que se va a dar a la ausencia de Caterina Scorsone debido a su embarazo.


Y por último nos ha quedado una trama, con el caso Karev como origen, que va a traer mucha cola en el futuro: el nuevo programa de residentes. La llegada de la doctora Minnick (Marika Dominczyk; 'Cinco hermanos') va a abrir una brecha entre Bailey y Webber, hasta el momento director de este programa. Sin olvidar que fue Richard el que luchó por que Miranda fuese la nueva jefa. Minnick, de primeras, me da pereza (va a ser el nuevo interés amoroso de Arizona), aunque creo que esta trama puede ser auténtico fuego cuando descubra que Robbins tuvo un rollo con Murphy (Tessa Ferrer ha regresado), algo que Minnick pretende evitar que vuelva a ocurrir (relaciones adjunto-residente). Maggie va a estar del lado de su padre, liderando una pelea que va a dar mucha guerra.

El punto fuerte de la serie sigue siendo la perfecta combinación entre dramas personales y casos médicos interesantes, además del gustazo que dan las escenas corales (¡cómo me gusta el trío formado por Mer, Alex y Maggie!). En Enero continuaremos emocionándonos, conoceremos el destino que le espera a Alex y comprobaremos quién termina ganando la guerra de la residencia.

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