viernes, 25 de noviembre de 2016

El Vietnam de Conway


'Quarry', la heredera natural de 'Banshee', llegó al final de su primera temporada a finales de Octubre y a estas alturas todavía se desconoce si Cinemax decidirá concederle una segunda temporada. Lo que sí está claro es que ha sido uno de los mejores estrenos de esta nueva temporada y que ha tenido un final tan cerrado y satisfactorio, que el hecho de no continuar con el drama no supondría problema para el espectador.

'Quarry' ha sido una serie lenta en la que tanto las miradas como la respiración de sus protagonistas han sido un personaje más. Por el contrario, y como ocurría con 'Banshee', la violencia desmedida y el sexo, no tan presente como cabía esperar, han sido marca de la casa. Los ocho capítulos que han compuesto su primera temporada son todos excepcionales, pero lo cierto es que desde el cuarto, que marca un importante punto de inflexión, la serie crece hasta culminar en esa maravillosa season finale en la que todo sale a la luz, cerrando a la perfección el círculo que se abrió en el Piloto.


El sargento Mac Conway (Logan Marshall-Green supera la frialdad que transmite en los primeros capítulos y consigue que el espectador empatice con él) ha sido el protagonista de este drama que muestra las consecuencias de la guerra de Vietnam en sus soldados, y de la forma en la que ciertas personas se aprovechan de esta circunstancia. Desde el principio, y tal y como le dice Broker (¡qué bien lo ha llevado Peter Mullan y qué gustazo ha sido ir destapando capas a este personaje!) al asegurar que sabe lo que ocurrió en Quan Thang, el espectador está ávido por conocer esta historia. El flashback, contado en formato plano secuencia (magnífico), del capítulo final de temporada nos saca de dudas y nos muestra esa historia. Una historia de engaño y con intereses ocultos. Así es cómo descubrimos el por qué de la obsesión por quitarse de en medio al traficante rival.

La resolución sobre el pasado de Mac culmina con el reencuentro de cierto personaje de su pasado que saca a la luz los desastres de la guerra y el control que Broker ha tenido, en todo momento, sobre la situación. Por eso no sorprende que cuando Mac cree que su deuda (la de su amigo en realidad) está saldada, reciba una nueva misión.  "¿La echas de menos? La guerra". "Cada puñetero día". "¿Y quién te dice que tienes que renunciar a ella?".


Joni (Jodi Balfour), la mujer de Conway, ha sido el personaje al que le ha tocado lidiar con los traumas traídos por su marido de la guerra. Es en el cuarto capítulo cuando ambos se echan en cara decisiones tomadas en el pasado ("La segunda vez sí que tuviste otra opción y escogiste volver y jugarte la vida. Te volviste a alistar" "Tú ya no me necesitabas, Joni"), cuando pasan directos al ataque ("Sí, bueno, al menos ahora los dos podemos reconocer que eres una puta", "¡Estabas demasiado ocupado matando a mujeres y a niños!", lo que nos puso en preaviso), y cuando aprovechan para confesarse ("Es que estaba lo bastante enfadada con el mundo, contigo, como para hacerlo", la conversación en la bañera en la que Mac le cuenta todo a Joni, incluido el asesinato de Cliff).

El post-Vietnam de Conway salpica también a la relación con su padre, afectada especialmente por la nueva mujer de éste, que ve en su hijastro a un criminal de guerra, la deshonra de la familia, una persona que lo único que quiere es el dinero de su progenitor. Pero las consecuencias de Vietnam no ha sido lo único tratado por 'Quarry': la complicada situación racial vivida en los EEUU, tras la muerte de Martin Luther King, retratada en el toque de queda impostado como consecuencia del violento y tenso asalto al autobús escolar (que se resuelve de manera magistral gracias a la intervención de la enigmática y bansheeana Sandy). Complicada también es la vida de Buddy, el compañero de Mac que quiere dejar atrás su trabajo y empezar una nueva vida profesional, apoyado por su madre (Ann Dowd nunca falla) y torturado por su condición sexual. Sin olvidarme de Ruth, la viuda del compañero de Mac en Vietnam, que sufre una traición muy dolorosa y cuya verdad sólo conoce su hijo.


Por todo ello, 'Quarry' se ha convertido en una de las series imprescindible del comienzo de temporada. Ocho capítulos que se disfrutan de principio a fin, con independencia de que sean más o menos lentos, pero la espera merece mucho la pena. Buenos personajes, buen guión y buena dirección (bendito Greg Yaitanes). 'Quarry' lo tiene todo.

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