La re-Gleezación

La nueva temporada ya está aquí, y aunque los pesos pesados no regresan hasta finales de mes o comienzos de Octubre, sí que hay series que han vuelto a nuestras vidas seriéfilas. Es el caso de "Glee". El año pasado terminé aborreciendo la serie y a la mayoría de sus personajes. De hecho, mi plan de cara al nuevo año era abandonarla. Aunque la premiere quería verla sí o sí. Y aunque es prontísimo para decirlo, creo que su cuarta temporada no será la temporada en la que la abandone. Todo lo visto en este primer capítulo me ha gustado. Hasta los números musicales han vuelto a entusiasmarme. Aunque la segunda temporada también comenzó así, luego vino el episodios de Britney, y todo fue cuesta abajo. Y este año también tendremos episodio de Britney Spears (el de esta semana precisamente). Pero algo me da en la nariz que este año será diferente. De verdad espero que el 4x01 no haya sido un espejismo. Y de aquí en adelante toca repasar todo lo ocurrido en "The New Rachel", así que si no sabes quién es la nueva Rachel del título, adelante. De lo contrario, ven a abrazarte conmigo a Nueva York.

Rachel Berry está en Nueva York más sola que la una. No solo no tiene amigos y está alejada de su novio, sino que su profesora de danza (una genial Kate Hudson a la que le gustan los motes y que le da bastante a la botella) se ha propuesto convertirla en el objetivo de todas sus crueldades. Al menos ha hecho un amigo Brody (Dean Geyer), el nuevo chico guapo de la serie), y parece que a Carmen (Whoopi Goldberg) ya le cae en gracia. Pero no es suficiente para sacar a la señorita Berry de su desgracia. Por su parte, en el instituto McKinley los miembros del Glee Club, convertidos en los más populares, están haciendo audiciones para rellenar los huecos dejados por los "mayores". Aunque entre ellos hay una pequeña guerra por ver quién es "la nueva Rachel": Tina (que ya no está con Mike), Blaine, Brittany y Unique (como fichaje estrella de Will) son los aspirantes. Y Artie, el encargado de elegir al nuevo líder. Puesto que recae en las manos de Blaine. Para que esta trama hubiese sido mejor, me sobran Artie (que sigue siendo igual de odioso que el año pasado), Will (que es un repollo de aquí a Pekín) y Unique, que es un personaje bastante desagradable y al que me cuesta soportar.

De una borracha con mala leche, el nuevo "Oh yeah", una rubia diabólica y un díscolo

Pero estas no son las únicas novedades en Lima. Sue ya ha dado a luz a su bebé, Robin. Seguimos sin conocer quién es el padre ni cómo se quedó embarazada. Espero que Sue vuelva a ser la Sue de siempre. De momento ya se ha agenciado una nueva Quinn Fabray (que, al parecer, es la única baja segura del reparto original), que es a la vez la líder del nuevo grupo de populares archi-enemigos del Glee Club. Y, precisamente, al Glee Club, han llegado dos nuevas incorporaciones. Mejo dicho, una. La otra terminará llegando, todos lo sabemos muy bien. La que ya forma parte del coro es Marley (Melissa Benoist), que llega por todo lo alto, compartiendo tema con Rachel, en la que terminará convirtiéndose, aunque ésta sea más humilde y su madre sea la cocinera de la que todos se ríen. Aunque el Glee Club ya ha vuelto a poner los pies en la tierra y son los de siempre, sin necesidad de ser populares. Aunque todos lo desean. La incorporación que llegará en el futuro es la de Jake (Jacob Artist), el nuevo Puckerman. ¡Uy, si son hermanastros! Y al igual que le ocurrió al chico del pelo de rata, Jake se hará el duro antes de pasar a formar parte del coro. Y en cuanto a Kurt (que ha vuelto, físicamente, muy poco Kurt), se acaba de mudar a Nueva York y se va a convertir en el nuevo compañero de piso de Rachel. Nuestra Berry ya tiene razones para sonreír. 

BFF

Del resto de personajes (Finn, Puck, Mercedes, Santana y Mike) sabemos que en la serie siguen, aunque no vayan a aparecer en todos los capítulos. Porque Sam, Sugar y Joe siguen en el coro. Y así ha regresado "Glee", con energías renovadas y dispuesta a ser la serie que nos conquistó en su primer año. A esto le llamo yo un regreso por la puerta grande.