El día "W" ha llegado. Después de 8 años acompañando a la familia Botwin, Showtime emitió la noche del domingo la series finale de una de sus series estrella: "Weeds". Y lo hizo por todo lo alto, con un episodio doble que, aunque aún no hay datos definitivos, mejoró la audiencia de la séptima temporada. En mi caso, decir adiós a "Weeds" es despedirme de una de las series que conforman mi TOP3. A mi serie favorita ya la despedí en Mayo ("Desperate Housewives"), ahora en Septiembre ha sido el turno de la serie de Jenji Kohan y a finales de 2013 le tocará a la tercera en cuestión, "Dexter". Y ahora es el momento de repasar lo que han dado de sí los últimos 56 minutos de la serie liderada por Mary-Louise Parker. Así que, si no sabes cuál es el papel que juega la escalera del título, no sigas leyendo; de lo contrario, adelante, y dale una calada al cigarrillo.
Desde el final del 8x11 (con esa escena desgarradora en la que Nancy grita el nombre de su cuñado) y el comienzo de la series finale ha pasado el tiempo. Al menos, unos 8 años; los mismos que tiene la serie. Nancy vuelve a ser viuda (se casó con el Rabino) y tiene que sacar adelante a Stevie sola. Pero esta vez está verdaderamente sola; Andy y ella llevan mucho sin hablarse, y sus hijos ya no viven con ella. Silas y Megan son padres de una niña a la que Nancy apenas ha visto. Y Shane se ha ido a vivir con Ouellette, el cual le ha contagiado lo peor de sí mismo: el alcoholismo y su gusto por las mujeres de dudosa reputación. Por su parte, Doug se ha convertido en un gurú que ha creado una secta ("The Wil! Movement of Now") que le sigue allí donde va. En cuanto al negocio, los cigarrillos de marihuana son legales y Nancy se ha hecho rica. Tal es su éxito, que Starbucks le hace una oferta para comparle el negocio. Silas termina confesándole a su madre que Andy se ha ido a vivir a Ren-Mar, en casa de su padre, y que es padre de una niña de tres años.
Ya al día del presente de los protagonistas de la serie, es hora de los reencuentros con personajes del pasado. Sanjay y su esposa, con la que lleva 10 años casado pero con la que no hace vida marital; Marvin, que estuvo en la serie por dos temporadas; Jill, la hermana de Nancy, está en la India; y Dean, además de confesarle a Nancy que ha estado siempre enamorado de ella, le cuenta a Shane que Isabelle se sometió a una operación de cambio de sexo. No, sobre la grande y enorme Celia H-O-D-E-S no hemos sabido nada. Ni una sola mención. Algo gordo debió pasar con Elizabeth Perkins porque sino no lo entiendo. Y Guillermo y Conrad terminaron invirtiendo en el negocio de Nancy (con mención incluída a Ignacio). Incluso Tim, el autor del disparo que recibió Nancy, trabaja para ella.
En cuanto a la trama en sí misma, Nancy ha estado durante toda la finale sola. Sola solísima. Pidiendo a gritos un abrazo. Un abrazo sentido que le ha dado a Stevie, después de asegurarle que se irá al internado que el desea. O el abrazo que le da a Shane después de que éste aseguro que va a cambiar. Aunque si ha habido un abrazo que Nancy llevaba esperando mucho tiempo (probablemente desde el final del undécimo capítulo), es el que le da Andy al salir del baño.
"You helped me when I was lost. Gave me a home. A family and purpose. And I'll always be grateful to you. (...) but I can't be near you. That doesn't work. But you're gonna be fine. (...) So time for you to face yourself"
A Nancy su cuñado le rompe el corazón. Pero gracias a lo que le dice, Nance decide vender su negocio y separarse, de una vez por todas, del mundo de la droga. El discurso de Stevie (después de descubrir la verdad sobre su padre Esteban y de escuchar la teoría del "Test de los dedos" de Ouellette) en su Bar-Mitzvah. "But, most of all I want to thank you, mom. You've always been there for me, and I love you". Y así es como Doug, Silas, Shane, Andy y Nancy terminan juntos, en la escalera, fumando. Primero la cabeza de familia, sola y melancólica. Pero después rodeada de los personajes que le han acompañado durante tanto tiempo. Su familia. Y un poco la nuestra.
2 comentarios:
Una pena lo de Celia, yo esperaba algo, aunque fuera una mención, el final más emotivo que brillante.
satrian: A mí es que el final me gustó muchísimo. Y cuánto más lo pienso, más me gusta. Aunque lo de Celia es una ausencia imperdonable.
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