Los Braverman fueron una de las últimas familias en hacer su aparición en la televisión americana, y curiosamente, son de los primeros en regresar con el estreno de su tercera temporada. Pero ser los primeros no les convierte en los mejores; de hecho, la season premiere me ha dejado un tanto frío. Como siempre, toca analizar la situación de todos los personajes, esta vez, 6 meses después del final de la anterior temporada.
Adam y Kristina están en algo así como una crisis encubierta. Recordemos que, cuando les dijimos adiós en Abril, Adam había perdido su trabajo, y Kristina había decubierto que estaba embarazada. Seis meses después, ella está embarazadísima y él en plena búsqueda de un nuevo trabajo. De momento se van apañando con el dinero que tenían ahorrado, pero cuando Kristina le comenta a Adam que le han ofrecido un puesto bien remunerado, a él no le hace mucha gracia. De hecho, Adam ha recibido una oferta para realizar un trabajo que nada tiene que ver con lo que está acostumbrado pero, a fin de cuentas, es un trabajo. Haddie y Álex siguen juntos, aunque lo ocurrido en la fiesta a la que asisten puede que les vaya a distanciar (¿a alguien le ha sorprendido que no fuese el primer delito del chico?). Y Max sigue siendo Max, aunque gracias a Dios no ha sufrido una crisis de las suyas: tiene toda la temporada por delante para sufrirlas.
Sarah comienza la temporada cumpliendo 40 años, con Amber mudándose a un apartamento cochambroso, Drew desaparecido (menuda novedad), y Mark (Jason Ritter) de nuevo en su vida y con beso incluído. Supongo que su trama esta temporada seguirá el camino marcado por las anteriores: la búsqueda de un hombre que la haga plenamente feliz, además de discutir continuamente con su hija mayor. ¿Volverá Seth (John Corbett)?
Un parado, una chica que se mudo, unos padres que quieren más y el futuro profesional |
Julia y Joel llevan seis meses intentando adoptar. Y todas, terminan en fracasos. ¿No hubiese sido más fácil que se quedasen con el bebé que están esperando Adam y Kristina? La serie no deja de ser un drama, y sería muy interesante este cruce familiar (y un tanto retorcido). Pero parece que la luz al final del túnel se está dejando ver: la chica que le lleva el café a Julia está embarazada y no tiene intención de quedarse con el bebé. De momento Julia no se ha atrevido a insinuárselo, pero ya lo tiene en mente.
Y Crosby sigue a la deriva. Lo suyo con Jasmine está oficialmente terminadoa (ya veremos, ya, que estos dos, antes de Navidad, se arrejuntan de nuevo), pero mantienen una relación cordial por Jabbar, al que caada uno tiene en su casa durante un determinado período de tiempo. Mientras Jasmine ha comenzado una nueva relación, Crosby encadena "amigas especiales". Y la última genial idea del menor de los Braverman es empezar su propia discográfica, y para ello intentará convencer a Adam. ¿Lo conseguirá?
Y sí, es mejor obviar a Camille y Zeek, que no han abierto ninguna trama para ellos, y espero que siga así, porque suelen ser infumables.
Ha sido un regreso bastante meh en general. Habrá que ver por dónde van a llevar la temporada, pero algo interesante van a tener que meter para que no se produzca una esapantá generalizada con la serie. Mientras Julia tenga el protagonismo que merece, yo seguiré con los Braverman.
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