"The Big C" lo ha vuelto hacer. Un año después de hacernos llorar como magdalenas, la season finale de la segunda temporada de la serie protagonizada por Laura Linney nos ha atracado de nuevo emocionalmente. Showtime nos ha regalado una fantástica temporada, que desde el punto de vista cómico le ha dado mil vueltas a la primera, y desde el punto de vista dramático ha seguido el mismo tono. Toca comentar la segunda temporada, así que si no sabes en qué posición ha terminado Cathy el Maratón de Año Nuevo, no sigas leyendo.
Terminamos la anterior temporada con Cathy comenzando un nuevo tratamiento y zambulléndose, en sueños, en su ansiada piscina. Y comenzamos este año con una Cathy positiva, una Cathy que coqueteó con la marihuana para hacer más llevadero el tratamiento y con la que compartimos grandes momentos de risa. Además nos sorprendió pediéndose como una adolescente y haciéndole la guerra a su hijo Adam. Rebecca descubrió que su gran amiga estaba enferma y Marlene hizo su aparición sorpresa. Cathy y Paul comenzaron una cura sexual poco antes de que Cathy frustrase un atraco de la forma más cómica. Para entonces Sean comenzó tu tranformación en padre y daba charlas de sexo a su sobrino. Y en ese momento Lee se cruzó en la vida de Cathy.
Lee (Hugh Dancy) ha sido la Marlene de esta temporada. También enfermo de cáncer, Cathy le conoció porque ambos eran partícipes del mismo ensayo clínico. Y aunque su primer encuentro no fue del todo satisfactorio, poco tardaron en darse cuenta de que eran soulmates. Las ladillas hicieron una visita a casa de los Jamison, regalándonos un capítulo desternillante, que además sirvió para dejarnos claro que Cathy era una brave bitch. Lee se llevó ala matrimonio Jamison de marcha a un bar de ambiente, donde Paul se convirtió en la princesa con la que todos querían bailar. Y aunque Lee pasó un buen rato en la parte trasera del bar, Cathy lo pasó aún mejor en la bañera. Todo parecía estar en calma, pero llegó la cena de Acción de Graciasa y Sean perdió al pavo, Rebecca le pidió matrimonio, Lee y Cathy discutieron y al final Rebecca perdió al bebé.
Asistimos entonces al funeral de Cathy Tolke, el bebé no nacido de Sean y Rebecca, y ésta aprovechó para despedirse, dejando a Sean con el corazón roto y alejándose de casa durante 3 semanas. a su vez Adam comenzó a pasar tiempo con Poppy (Parker Posey), a la que conoció en un foro de hijos con padres enfermos de cáncer. Pero Poppy resultó ser una engañifla, pues su padre llevaba muerto un año y ella no lo había superado. Poco después, a Cathy y a Paul los invitaron a cenar el Doctor Sherman (Alan Alda) y su esposa y pasamos un rato divertidísimo, aunque Paul había comenzado a coquetear con la cocaína, ya presente en su juventud. La que tampoco lo pasó muy bien fue Cathy, que lo pasó verdaderamente mal cuando Lee le dejó claro que no iba a seguir intentando alargar su vida, una vida que se apagó en el siguiente capítulo (las muertes de los amigos de Cathy siempre ocurren en el capítulo pre-season finale). Cathy estuvo con él, y no dejó a su amigo morir solo. A la vez Paul dejaba su trabajo cuando le tocó hacerse un test anti-drogas y Andrea denunciaba a Mykhail (Boyd Holbrook) después de que éste le rompiera el corazón y ella descubriese que sólo quería casarse con ella para renovar su green card. Pero no todo fue tristeza, ya que Sean regresó a casa.
Y así nos plantamos en la season finale, en la que Cathy está dispuesta a correr el maratón para el que tanto tiempo llevaba preparándose su amigo Lee. Y a pesar de que el doctor Mauer se opone, Cathy se pone sus deportivas y se pone a correr. Adam vuelve con su novia Mia, y Paul se enfrenta, una vez más, a la aseguradora para qaue cubran los gastos del tratamiento de Cathy. Previamente le había confesado a Cathy su desliz con la cocaína, pero asegurándole que era una tontería, que no había nada de qué preocuparse. Todo parecía felicidad absoluta (idéntica situación a la ocurrida en la season finale de la pasada temporada), hasta que Cathy se acerca a la línea de meta. Allía la esperan Adam, Sean y el doctor Mauer. Pero también Lee, que le da las gracias. Y Marlene. Y en el último momento aparece Paul. "Everybody came", dice Cathy sonriendo. "Yeah, except dad's not here yet", le conesta Adam. El atraco emocional nos había alcanzado ya de lleno a todos. Cathy y Paul se miran y son conscientes de la realidad. Cathy cae al suelo, con ella todos nosotros....y termina la temporada.
Una segunda temporada absolutamente fantástica. Que ha sido una montaña rusa de emociones. Que nos ha hecho llorar y reír a partes iguales. Una Laura Linney espléndida. Un Oliver Platt que se ha ganado el cariño de todos. Un atraco emocional en toda regla. Pero, ¿qué queréis que os diga? Que una serie sea capaz de hacernos sentir tantas cosas la convierten en una grande, así que...¡benditos sean los atracos emocionales de "The Big C"!
1 comentario:
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