La banda de Jules

"Cougar Town" regresó a nuestras vidas seriéfilas hace un par de semanas. Este año, el estreno de su tercera temporada se vio relegado a la midseason, y demos gracias al fracaso de "Work it", porque sino, a estas alturas, aún seguiríamos esperando. Vale que no es una serie con una audiencia puntera, pero ir después de "Modern Family" siempre ayuda (aunque sea un arma de doble filo), y las temporadas en las que "Cougar Town" se emitió después de la comedia favorita de la audiencia, sus datos eran muy decentes.

De momento se han emitido ya tres capítulos de la temporada, y la audiencia no está siendo, ni mucho menos, la esperada. Pero, ¿qué esperaba la ABC emitiéndola en una noche que mezcla productos tan diferentes? La noche de los martes a "Cougar Town" le acompañan "Last Man Standing", "The River" y "Body of Proof". La única que supera el 2 en demos es la comedia de Tim Allen; el resto, apenas llegan al 1.5. ¿Aguantará la ABC semejantes datos hasta Mayo? "The River" termina temporada (y serie) en un par de semanas, pero, ¿y el resto? "Body of Proof" tiene todas las papeletas para ser cancelada.

La doble copa de vino

Pero bueno, a lo que iba. Jules y compañía han vuelto a nuestras vidas y siguen tan geniales como siempre, con esos momentos "cougar" que tanto nos hacen disfrutar (aunque no hemos sabido nada del "penny can!"). Momentos como "Prince Charles" (la nueva expresión para vomitar), "Spoiler" (cuando se vaya a hablar de una película o un libro) o las fotos simulando asesinatos. Aunque en realidad, podría incluir todas las escenas en las que Ellie y Laurie ("What, what!") aparecen y hacen de las suyas.

"Cougar Town" es esa comedia que empezó fatal (con un título equivocado, algo de lo que se mofan cada semana desde la temporada pasada), pero que, a día de hoy, es imprescindible. Y basta con ver que todos aquellos que la abandonaron y terminaron retomándola, están más que felices. Por eso invito a todos aquellos cougar-escépticos a unirse a la banda de Jules. A cambio, tendrán vino a todas horas, abrazos gratuitos y muchas risas (además de poder comer con las manos).