'Chicago P.D.' ha sido el miembro de la trilogía de Chicago (que la próxima temporada abrirá sus brazos a 'Chicago Justice', la nueva de la franquicia) que se ha emitido sin compañía de la misma ciudad. 'Fire' y 'Med' han pasado la noche juntas desde que los médicos se estrenaron, y los policías han recibido la compañía de 'Law & Order: SVU', con la que ha celebrado crossovers independientes de los de Chicago.
Y le ha ido muy bien, pues ha promediado un 1.55 en demos (en su segunda temporada marcó un 1.57) con más de 6'8 millones de espectadores (vs 7'12). Y yo que me alegro, porque 'P.D.' ha sido esta temporada mi favorita (es cierto que ha sido la única que he conseguido llevar al día). No sé si es mi amor incondicional hacia Sophia Bush, lo mucho que me gusta la evolución del personaje al que da vida Marina Squerciati o lo magnífica que ha sido su tercera temporada, pero 'Chicago P.D.' se ha convertido en una imprescindible de mi parrilla seriéfila.
Todo el protagonismo que ha perdido este año Antonio Dawson lo ha ganado Burgess, que se quedó compuesta, sin novio y dispuesta a dejar su distrito. Me gusta mucho que le hayan acercado a Erin y disfruto como un enano con las pullas mutuas que le lanza con Trudy (que imagino se habrá casado en 'Chicago Fire', porque aquí no se ha vuelto a mencionar nada al respecto). Aunque le hubiese dejado soltera durante más tiempo (como buena mujer fuerte que es no necesita ningún hombre a su lado), su relación con Roman ha sido de lo más natural, y se han ahorrado los enfrentamientos entre éste y Ruzek.
Roman, precisamente, también ha ganado en protagonismo este año, por ejemplo con la trama del niño enfermo, o todo lo sucedido en los últimos capítulos a raíz de su relación con Burgess (incluido ese incidente que casi le cuesta la vida). Por eso sorprende que Brian Geraghty abandone la serie (la excusa es que se va a San Diego porque en Chicago no va a poder recuperar su situación laboral). Si iba a abandonar, ¿no hubiese sido mejor y más dramático haberle matado tras el disparo recibido? ¿O era demasiado drama teniendo en cuenta lo sucedido en la season finale?
Pero si hay un personaje en 'Chicago P.D.' que me fascina es Erin Lindsay. Lindsay se ha erigido como el personaje más fuerte e interesante del grupo. Ha salido adelante de los continuos dramas que ha sido su vida (su infancia, esa madre terrible, la triste muerte de Nadia) y se ha convertido casi en una líder para el grupo, siendo prácticamente la segunda de mando tras Voight (por eso es curioso que la oferta de trabajo que recibe Dawson la reciba él y no Lindsay, aunque tal vez sea porque la respuesta hubiese sido más tajante). El pasado regresó de la mano Greg Yates (Dallas Roberts), auque sirvió para poner punto final a esa historia (y para que Erin y la Mariska Hargitay de 'L&O' se hiciesen amigas).
'Chicago P,D.' ha terminado su temporada más brillante mostrándonos a un Hank Voight vengativo y sin miedo a las consecuencias. Todo parece indicar que es imposible que salga de la situación en la que se ha metido, dejando destrozada a Lindsay. ¿Quién ocupará el puesto de Roman? ¿Traerán a alguien nuevo o se inventarán algo para Craig participe más activamente con el grupo? ¿Crowley no parará hasta ver a Hank en la calle? ¿O encerrado de nuevo? En otoño saldremos de dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario