El ángel de Cathy

Showtime cerró este domingo la tercera temporada de "The Big C", que ha acusado este año un importante bajón de audiencia. Y para muchos, también de calidad. Era difícil mantener el nivelón de la pasada temporada, pero es verdad que se ha notado un bajón considerable. No sé si el problema es que la trama no da más de sí, o que todos sabemos que Cathy sólo tiene un posible final y queremos ser testigos del mismo. Pero sí, da pena decirlo, pero ha sido la peor temporada de la serie. A partir de aquí, spoilers.

Los Jamison han vivido esta temporada más separados que nunca. Fue un poco de tomadura de pelo ver que Paul no falleció en la anterior season finale. Pero claro, los guionistas tenían en mente la trama Sarandon, y sin Paul no tenía sentido. Después de estar muerto unos segundos, Paul decidió abrir un blog y contar su experiencia. Y aunque comenzó (como nos ocurre a todos, la verdad) teniendo muy poco público, la aparición de Joy (Susan Sarandon) dio un giro de 360 grados a su vida. Se convitió en el blog de moda, y Joy lo fichó para que le acompañara en sus speeches sobre lo bonito que es vivir y ser feliz. "Flip that switch!" A punto estuvieron de convertir su vida en una película. El egoísmo de Cathy entró en juego, y no dejó que su marido disfrutara de su momento. Joy resultó ser una arpía que quería a Paul para ella; pero un autobús se cruzó en su camino (Marlene lo dejó claro: "Unos cogen el autobús y otros no"), y dejó que el matrimonio Jamison se enfrentase a la realidad. Con doña Alegría fuera de juego parecía que todo volvería a la normalidad. Pues no.

Paul descubrió que Cathy se había inventado una vida nueva, en la que se llamaba Alexis, era piloto y su amrido había fallecido de un infarto. Vista la temporada entera, esta trama no ha aportado absolutamente nada. Vale, sí, es el detonante que hace que Paul explote y le diga a Cathy que no está dispuesto a aguantar otros tantos años de matrimonio junto a una persona como ella, pero las visitas al bar no sirvieron para más. Miento. Gracias a Kirby (Lee Tergesen) Cathy consiguió una pistola para asustar a Dave y Maxine (Hamish Linklater y Mamie Gummer) después de descubrir que le habían engañado. Otra trama que "¿para qué?". Mucho más interesante hubiese sido que les diesen de verdad el bebé y Paul y Cathy se separasen. Y por no hablar de que Cathy termine muerta y Paul tenga que criar sólo al bebé. Por su parte, Adam se ha convertido en una especie de fanático religioso. Se ha echado una novia para la que la "puerta de atrás" no es lo mismo que la principal. Y le ha dejado claro a Cathy dos cosas: una, que no ha sido una buena madre; y dos, que si ella y Paul se divorciasen, Adam viviría con su padre. Andrea ha estado toda la temporada reivindicando sus raíces africanas, para que llegase un puertorriqueño y le dijese que con serlo de corazón es más que suficiente. Y la muchacha le ha hecho caso. Y luego tenemos a Sean, que este año ha empezado en un nuevo trabajo, como la voz de un teléfono de contactos para gays. Dio grandes momentos, hay que admitirlo, pero nos duró poco. Esto le llevó a formar parte de un trío junto a un cliente y su mujer. Trío del que terminó expulsado.

En la season finale ha quedado más claro que nunca que en esta familia cada uno va a lo suyo. Paul (ahora Brian) está dispuesto a llegar con una desconocida donde no llegó con Joy. Adam y Andrea unidos como siempre. Sean preocupado por la desaparición de su hermana. Y Cathy, que ha recibido una llamada de su médico comunicándole que su cáncer se está extendiendo, se da cuenta de que su vida necesita algo. Quiere un cambio. Y sin importarle que su familia esté preocupada por ella (de momento sólo Sean) decide irse de la isla en la que estaba junto a su nuevo BFF Ángel. Si Showtime decidiese no renovar la serie por una cuarta temporada, tendríamos un final en plan "Cathy comienza una nueva vida" del que nos gustaría conocer la reacción de su familia. Si renueva, la cuarta debería ser la última temporada. Y todos sabemos el final que queremos. ¿O no?