El domingo la HBO emitió la season finale de la segunda temporada de "Game of Thrones". Así, sin comerlo ni beberlo, hemos disfrutado de diez capitulazos, y volvemos a encontrarnos a la espera. A la espera para disfrutar de la adaptación televisiva de "Tormenta de Espadas", la tercera para de "Canción de Hielo y Fuego"; la más larga; la más emocionante; la "más de lo más". Para eso nos tocará esperar un año, así que aprovechemos para recordar todo lo ocurrido durante la temporada. Si no sabes a quién pertencen los ojos azules más fríos Más Allá del Muro, no sigas leyendo. Si ya lo sabes, adelante.
Un Cometa Rojo cruza el cielo. La Profecía. Una Profecía con diferentes significados según a quién preguntes. Lo que está fuera de duda es que un Reino sólo puede tener un Rey. Y nosotros tenemos cinco. Un rey ilegítimo (Joffrey Baratheon), que ha demostrado ser más tirano que rey. Y un gallina. Y un auténtico monstruo a ojos de su propia madre, una Cersei Lannister que brilló con luz propia en el noveno episodio ("Blackwater"), eclipsando a la propia batalla del mismo nombre. Cuando una (diosa) reina le da al vino, que tiemblen los que están a su alrededor. Aunque Cersei no necesita estar ebria para intentar asesinar a su propio hijo, o para ordenar la muerte de su hermano Tyrion. Tyrion, que este año se ha convertido en un héroe a su pesar, ha sido despojado de su puesto (con el regreso de su padre, ya no es la Mano del Rey). Menos mal que Shae sigue a su lado. Un rey que contaba con un triunfo (Stannis Baratheon) que le había asegurado Melissandre. Una Melisandre que se dedica a parir sombras que asesinan a otros aspirantes a rey y que terminan metiéndose en el cuerpo de "su rey".
Un rey que es baja antes de lo esperado (Renly Baratheon), y que deja a su mujer (Margaery Tyrell) viuda de poder. Ella, que quiere ser LA reina, poco tarda en cambiar sus planes: Meñique, su nuevo mejor amigo, le consigue un sitio privilegiado en la Corte al convertirse en la nueva prometida de Joffrey. Y aunque Sansa piensa que esto va a suponer su liberación, Meñique le deja claro que no va a ser así. Y se ofrece a ayudarle. Que nadie se olvide de que aquí nadie actúa por amor a los demás. Otro rey dispuesto a comerse el mundo y a vengar la muerte de su padre (Rob Stark). Enfrentado a su madre por liberar a Jamie Lannister, Rob decide ignorar su promesa de matrimonio con una de los Frey, para desposarse con su curandera (Talisa Maegyr). Ay, Rob, no sabes nada (que diría nuestra amiga Ygritte). Y la única mujer en la disputa por el trono: Daenerys Targaryen. Y la que, físicamente, está más lejos de conseguirlo. Ha terminado haciéndose con el poder en Qarth, y sus dragones no hace otra cosa que crecer. Pero que tenga cuidado, que la enigmática mujr de Qarth le dijo a Jorah que era un traidor. Su trama es la que más cambios está introduciendo respecto a los libros, pero no quita para que sea un acierto.
¿Pero qué ocurre Más Allá del Muro? Que el caos se ha desatado. Jon Snow ha conocido a Ygritte, ha matado a Qhorin Mediamano y parece ser que formará parte de los Salvajes. Y mientras, Samwell Tarly, mirando a los ojos de la Muerte. Los Otros se mueven, y Sam está en el medio. Esta parte de la historia también ha cambiado con respecto a las novelas. Recuerdo que en el libro fue uno de los pasajes que más disfruté, así que espero que me ocurra igual con la serie. Por su parte, Arya tiene en su poder una moneda con mucho valor. "Entrégasela a un habitante de Braavos y di 'Valar Morghulis'". Jaqen H'ghar parece ser un buen aliado. Otros que se han convertido en buenos aliados son Jamie Lannister y Brienne de Tarth: prisionero y guardiana. Mucho les queda por vivir juntos. Lo mismo que al grupo formado por los más pequeños de los Stark junto a Hodor y Osha. Y no quiero dejarme a Theon Greyjoy. Theon representa a la perfección la desgracia humana. Este hijo del Hierro no tiene donde caerse muerto, y después de haber arrasado la casa en la que tanto tiempo vivió, no le queda otra que huir. El Muro es una opción. Veremos.
"Game of Thrones" está dispuesta a hacerse valer en las temporadas de premios, y a demostrar que no sólo se puede reconocer el trabajo de sus actores (Peter Dinklage), sino que la serie en sí puede perfectamente erigirse como el Mejor Drama del Año. Yo pido una nominación para Lena Headey. Y porque hay muchas buenas actrices repartidas por el resto de dramas televisivos, que sino tendría claro que este sería su año.
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