viernes, 15 de mayo de 2015

Los villanos que se comieron al héroe


'Gotham' llegó, por fin, al final de su primera temporada la semana pasada. El que fuera uno de los dramas más esperados de las temporada 2014/2015, que a punto está de llegar a su final, ha resultado ser un fail de proporciones épicas. Los 22 capítulos que han dado cuerpo a su primera temporada se han terminado haciendo largos (la mayoría han superado los 44 minutos de duración), además de que a una serie como esta el formato "13 episodios por temporada" le sentaría de lujo. La audiencia ha ido huyendo progresivamente de la serie, que se estrenó ante 8 millones de espectadores y un fuerte 3.2 en demos y que se despidió por debajo de los 5 millones y un buen 1.7. Y a FOX, que se agarra a sus pocos éxitos como a un clavo ardiendo, no le tembló el pulsó y la renovó por una segunda temporada lo más pronto que pudo.

Vida y obra de Barbara Kean
'Gotham' tiene un problema muy grande y son sus personajes. No puede ser que el protagonista sea un pan sin sal que se esfuerza por sacar la serie adelante pero que pierda interés al cruzarse con determinados secundarios. Ben McKenzie ha ido mejorando conforme la temporada avanzaba, pero su James Gordon está lejos de interesarme. A su alrededor tiene a su compañero Harvey Bullock, que al principio parecía hasta un personaje que, independientemente de que despertase o no tus simpatías, tenía un trasfondo interesante, con ese doble juego con los bajos fondos de Gotham. La vida amorosa de Gordon es lo que más me importa, y no por saber con quién se acuesta o deja de hacerlo, sino porque ellas son infinitamente más interesantes que él. Se nos presentó a Barbara como una pija rica, díscola y con un pasado turbio (drogas y bisexualidad). Pero no ha sido hasta la aparición de El Ogro (interpretado por un siempre guapo y elegante Milo Ventimiglia) cuando Barbara me ha interesado de verdad. No sé qué derroteros va a tomar su personaje tras lo sucedido junto al villano, pero sino le hacen pasar al lado oscuro, toda esa trama va a dejar de importarme. Por eso recibí a la doctora Leslie Thompkins con los brazos abiertos. Morena Baccarin ha sido la gran esperanza de 'Gotham', aunque a su personaje no se le ha sacado todo el jugo que tiene. Por eso me gustó que ambas se cruzasen en la season finale, algo que me pareció tan turbio como acertado (haz que tu novia actual psicoanalice a tu ex después de haber sufrido un episodio traumático).

Lo que tenía 'Gotham' a su favor es que, además se mostrarnos el nacimiento de Batman, íbamos a conocer el pasado de los villanos más carismáticos con los que hemos visto enfrentarse al héroe. Estos villanos han sido los protagonistas de los capítulos de 'Gotham', que ha sido un procedimental policial en el que los ladrones de turno eran sustituidos por psicópatas que tan pronto robaban, como asesinaban y torturaban. Pero, ¡ay! es que la versión pre-adolescente de Bruce Wayne ha sido un auténtico coñazo. David Mazouz ha sido demasiado intenso y cuando se juntaba con ese ser insoportable y manipulador llamado Selina Kyle, la serie se venía abajo. Entiendo que hay que saber qué ocurre en la empresa de los Wayne, pero esa trama necesita una importante inyección de interés. Y que metan de por medio el pasado de Alfred 'Master Bruce' Pennyworth, no ayuda. ¿Tendrá Lucious Fox mayor protagonismo en el futuro? ¿Cómo van a reaccionar Bruce y Alfred cuando descubran lo que hay en la cueva que tenía oculta su padre?

La gata que se comió al pez Mooney para ser engullida por el Pingüino
En 'Gotham' han sido incapaces de mantener el interés en torno a sus pocos buenos personajes. El Pingüino, por ejemplo, empezó robando completamente la función al resto de personajes. Robin Lord Taylor fue un fichaje acertadísimo pero que se ha ido desdibujando a lo largo de la temporada cuando su Oswald (¡que vuelva su madre!) quedó encerrado en otra, aburridísima, trama con la mafia de fondo y el enfrentamiento entre Don Falcone y Maroni. Por si esto fuera poco, la petarda de Fish Mooney (el único personaje creado expresamente para la serie) ha estado dando vueltas de un lado para otro, aspirando a convertirse en la reina de Gotham. Mira, bonita, lo único a lo que puedes aspirar es a ser la próxima Rita Repulsa. Jada Pinkett Smith, vestida de mamarracha bien tetona, que confirmó hace unas semanas que no seguiría en la serie al finalizar la primera temporada ("Para qué trabajar, pudiendo explotar a mis hijos" debe pensar), ha querido dar vida a un personaje guay pero le ha salido el tiro por la culata. Podría haberse quedado encerrada en aquella clínica de tráfico de órganos y miembros del cuerpo (clavarse el cuchillo en el ojo fue lo mejor que hizo) donde lideró una revolución que le trajo de vuelta a Gotham, escogiendo como aliada a la imbécil de Selina. Que me explique alguien qué va a ser de la gatita ahora que Fish está fuera de juego.

¿Se acuerda alguien de Montoya y Allen, los de Investigaciones Criminales? Desaparecidos en combate. El que no ha estado desaparecido y ha ganado protagonismo en el tramo final de la temporada ha sido Edward Nygma, mi personaje preferido. Ha estado el 75% de la serie jugando a los acertijos, como si fuese necesario recordarle al espectador, cada dos por tres, en quién se iba a terminar convirtiendo. En el último capítulo de la temporada, y tras dar un paso del que no hay vuelta atrás, hemos dado la bienvenida a Riddler, Enigma. Supongo que en la segunda temporada veremos más de él. Y de Hiedra Venenosa, espero, que en el primer tramo de temporada estuvo presente. Lo que sí es seguro es que en la segunda temporada el Joker y Dos Caras serán algunos de los villanos cuyas historias serán desarrolladas después de haber sido presentados en la primera.

El Enigma de los Wayne
Mi intención es no seguir con 'Gotham', pues 22 episodios han sido más que suficientes para terminar harto. Pero la segunda temporada tiene ingredientes tan interesantes (los villanos, James Gordon como "el hombre de la ley" que necesita Gotham, Oswald como el nuevo rey de Gotham o Bruce descubriendo el cuarto oscuro la cueva de su padre) que podría salir de ahí algo mucho mejor que lo visto hasta ahora.

2 comentarios:

Renaissance dijo...

Efectivamente, los trece primeros episodios son redondísimos y en los siguientes empiezan a dar vueltas como pollos sin cabeza. La verdad es que no le exigía mucho a la serie, por aquello de su intención de ser un comic y tal, y en general me divirtió como para que me quedaran ganas de seguir con la siguiente temporada...al menos, hasta que me produzca ese mismo hartazgo.
(De todas formas, con toda esa estética de corruptelas y delincuencia, más de una vez me planteé que en vez del comisario Gordon, deberían haber hecho una serie sobre un grupo de inspectores de hacienda pasando agobios en la ciudad del crimen. Ahí no debe pagar impuestos ni dios XD)

Anónimo dijo...

Gotham tiene un serio problema. La gente espera a ver a Batman, sin darse cuenta de que eso no es posible - salvo que la serie durase bastante temporadas, al estilo de Ley y Orden, cosa harto improbable -. Gotham es una ciudad asfixiada por problemas de crimen y corrupción, y en ese mundo llega un boy scout. Pero Gordon no es Batman, y por ello la serie ha de ser coral, mostrando desde Bruce Wayne hasta un buen puñado de futuros villanos a los que se enfrentará Batman.

Desde luego la crítica es bien pobre: primero se tilda de fracaso de proporciones épicas, y luego resulta que dice que es uno de los pocos éxitos de la Fox. De modo que no es un fracaso si se renueva. Ya la crítica se vuelve contra sí misma, y para más inri, en lugar de decir que la serie se le ha hecho larga, lo dice de los capítulos, añadiendo que han superado los 44 minutos, lo que permite intuir que los episodios de 1 hora de la HBO deben de ser anatema para el prepetrador de dicha entrada del blog.

El protagonista es un pan sin sal. Y es que el protagonista ha de tener expresión permanente de dilema moral, un conflicto inacabado entre la ley y la moral, entre el uso de la violencia o no, entre... ¡Pamplinas! Para héroes introspectivos, hay otras series. Después se dice que es una serie policíaca (¿sabrá el perpetrador que DC significa Detective Comics?) donde en vez de ladrones hay psicópatas que roban, matan y torturan. Tal y como sucede en las historias de Batman.

Y otros personajes: Harvey Bullock (un personaje interesante), Bárbara (pasado turbio y que vuelve a brillar al final), Leslie (buen personaje del que se puede sacar más), Oswald (gran interpretación, que la trama de la mafia es aburrida infiere que el perpetrador de esta entrada de blog no está muy despierto), Edward Nygma (otro personaje interesante)... el único personaje que patina es el de Fish Money, pues tras ser derrotada en Gotham lo normal es que hubiera dejado la serie. Menos mal que los personajes eran otro problema de la serie.

En definitiva, Gotham ha sido una buena serie (con sus altibajos), y la crítica de Fon un fracaso. No épico, porque para eso se necesita épica.