lunes, 30 de septiembre de 2013

El reino de Walter White


Ya está. AMC emitió anoche la series finale de su serie estrella. 'Breaking Bad' se despidió de la parrilla televisiva por todo lo alto, con un Walter White como absoluto protagonista, cerrando todas las tramas y despidiéndose de los secundarios que le han acompañado a lo largo de estos cinco años (a excepción de uno, al que dijo adiós la semana pasada y del que sabremos más en el futuro).

Con 'Breaking Bad' siempre fui tarde. Empecé con ella en Junio de 2010, cuando ya se habían emitido las tres primeras temporadas (no fue hasta la cuarta cuando la AMC decidió convertirla en serie para la temporada estival). Y todos sabemos muy bien en qué se ha convertido. La cuarta temporada la vi a mi ritmo a modo de maratón. Con los 8 primeros capítulos de la quinta hice igual. No ha sido hasta la segunda parte de la quinta temporada cuando he podido verla a ritmo de emisión. Con 62 episodios a su espalda, 'Breaking Bad' se despide como el Mejor Drama de los últimos cinco años (honor que comparte, desde mi punto de vista, con 'The Good Wife'). Y lo ha hecho con la mejor temporada final posible (vale, sí, hay muchas grandes series cuyas temporadas finales tengo pendientes, pero lo que ha hecho Vince Gillighan con sus últimos 16 capítulos ha sido arte). Y no hace falta pensar en otras series que han echado el cierre este año para darse cuenta de la maravilla que hemos vivido estas últimas 8 semanas.

Da gusto cuando una serie demuestra que estaba pensada de principio a fin, incluyendo en su capítulo final las pocas escenas que quedaban sueltas y que fuimos viendo al comienzo de cada capítulo en esta última temporada (el desayuno de 52 cumpleaños, Walter recuperando el ricino escondido en casa). Como he comentado al principio, y entrando en spoilers, Walter ha realizado su propio via crucis y ha ido visitando a todos los personajes de los que debía despedirse. 

De Gretchen y Elliot decidió despedirse a última hora y los ha convertido en la llave para conseguir que su familia pueda disfrutar del dinero ganado. Aunque luego Skyler le deje claro que no quieren su dinero ("No queremos tu dinero, Walt"). Para conseguir su objetivo con el matrimonio Schwartz, recurre a una trampa que incluye a unos viejos amigos del universo 'Breaking Bad'. La siguiente en su lista es una Lydia que sigue asustada como el primer día. Y que, por culpa de su rutina (mismo sitio, mismo té de camomila con leche de soja), cava su propia tumba. Ay, el ricino, qué buen destino ha encontrado. Todd está presente en la misma reunión, pero su despedida viene después, propiciada precisamente por este encuentro. A continuación, es Skyler la que recibe la visita (con una Marie al otro lado del teléfono que llama pidiendo tregua a su hermana). 


"Se ha acabado. Y necesitaba una despedida de verdad, no nuestra última llamada"
"Entonces, ¿vas a ir a la policía?"
"Ellos vendrán a mí".

La ex señora de White muestra su preocupación por las posibles visitas que pueda recibir en el futuro como la que tuvo en mitad de la noche con tres personas encapuchadas. "No van a volver. No después de esta noche". Entonces Walt saca el billete de lotería en el que tiene escritas las coordenadas donde encontrarán los cadáveres de Hank y Gomez. Entonces Skyler le pide que no vuelva a repetir que lo ha hecho por la familia. Y Walt se confiesa: "Lo he hecho por mí. Me gustaba. Era bueno haciéndolo. Y me sentía verdaderamente...Me sentía vivo". Antes de irse definitivamente, pide despedirse de su hija. Y, en la lejanía, de su hijo. Y así es como deja atrás a su familia. Y llega a su última parada: Todd, su tío Jack y toda su troupe. Walt lo tiene todo planeado y provoca a Jack para que traiga a Jesse. Cuando se encuentran cara a cara se tira encima de su aprendiz, aprieta el botón de las llaves del coche y, desde el maletero, termina con los responsables de la muerte de Hank y del comienzo de su final. La puntillita la pone Jesse al matar con sus manos a Todd, figura demoníaca donde las haya. Jack sigue vivo y Walt le dispara en la cabeza. Ya no le importa saber dónde está el dinero. Tal vez Jesse lo sepa. Le ofrece su arma.


"Hazlo. Lo quieres"
"Diga las palabras. ¡Diga que usted lo quiere! Nada ocurrirá hasta que le oiga decirlo"
"Lo quiero"

Jesse descubre la herida del señor White. Se da cuenta de que va a morir de todos modos. "Entonces hágalo usted mismo". El móvil de Todd recibe una llamada de Lydia. Y Walt le cuenta toda la verdad. "Adiós, Lydia". Jesse y Walt se miran por última vez. Saben que no volverán a verse más. Walt asiente. Jesse tiene los ojos húmedos. Se sube al coche y escapa. Y ríe. Ríe como no lo ha hecho en mucho tiempo. Es libre. Completamente libre. Walt entra en el laboratorio. Coge la máscara. Es feliz. Sonríe. Y cae. La policía llega. Su historia termina.

Baby blue.

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