La segunda temporada de 'American Crime Story' fue bautizada como 'El asesinato de Gianni Versace', aunque lo cierto es que hubiese sido más acertado llamarla 'Vida y obra de Andrew Cunanan'. Y es que 'Favores vulgares', el libro de Maureen Orth en el que se basa la serie de FX (Antena 3 terminó anoche su emisión y estará disponible en Netflix a partir del próximo viernes 30), se centra en los asesinatos perpetrados por Cunanan y que culminaron con la muerte del diseñador italiano. 'ACS' utiliza la información recopilada por Orth además de ficcionar ciertos tramos de la historia (conversaciones y situaciones) cuya realidad se desconoce.
Lo que más me apetecía de 'Versace' era ver a Penélope Cruz, convencido de que el papel de Donatella Versace le llenaría de premios y que la segunda temporada de 'ACS' sería SU serie. Aunque Pé ha sabido aprovechar al máximo todas y cada una de sus líneas de guión, el auténtico protagonista y rey absoluto de la temporada ha sido Darren Criss (el Emmy llama a su puerta). Con respecto a Edgar Ramírez (Versace) poco debo señalar, más allá de lo bien que ha estado, y de Ricky Martin (Antonio D'Amico) que, bueno, sí, ha cumplido. Ellos han sido los cuatro protagonistas oficiales de la temporada, pero han estado acompañados por multitud de secundarios que casi han terminado teniendo más protagonismo que los protagonistas oficiales (Finn Wittrock, Cody Fern, Judith Light).
Lo que al principio me pareció tremendamente confuso, ha terminado pareciéndome el mayor acierto de esta temporada: relatar los asesinatos cometidos por Cunanan con cierto desorden cronológico a la vez que nos íbamos adentrando en su pasado y en la cantidad de mentiras que contó para conseguir sus propósitos. Y es que, si algo hemos aprendido de la historia de Andrew Cunanan (más feo en la realidad que Darren Criss) es que con una cara bonita y una mente manipuladora (además de con una cantidad insana de mentiras) puedes conseguir todo lo que te propongas. Y aunque es cierto que la sensación que queda tras haber visto 'Versace' es que ha sido "menos seria" que la primera temporada (centrada en el juicio contra O.J. Simpson, siendo por tanto un drama legal, a diferencia de 'Versace', un thriller), no deja de ser verdad la cantidad de temas que ha tocado, teniendo la homofobia (interna y externa) un papel protagonista.
Y aunque no es correcto decirlo, porque estamos hablando de un psicópata asesino, ha sido fascinante indagar y conocer (porque sinceramente, sabía más bien poco del tema) a Andrew Cunanan. Cómo desde su infancia se hizo hincapié en lo especial que era ("Y cuando te sientas especial, el éxito vendrá a continuación", algo que, muchos años después, le dijo supuestamente Versace cuando se conocieron "Serás alguien muy especial algún día"), potenciado por un (mal) padre que le adoraba (¿soy el único que piensa que en la serie dejan caer que hubo algo más detrás?) y que dejó de lado a su mujer y a sus otros hijos para centrarse únicamente en Andrew. Un padre que terminó abandonándoles (huyó del país cuando se descubrieron los delitos que cometió) y dejándoles con una mano delante y otra detrás ("Lo eras todo para mí, papá. Pero es una mentira. Y si tú eres una mentira, entonces yo soy una mentira, y yo no puedo serlo. No puedo"), siendo el punto de partida de sus primeras mentiras (cuando va a buscar trabajo). Y cómo, a partir de entonces, sólo supo moverse a través de mentiras (que contó tanto a amigos, como a clientes, como a cualquiera dispuesto a escucharle).
También hemos conocido las vidas de los que terminaron convirtiéndose en víctimas de Cunanan, pero que empezaron su relación con él como amigos (siempre guapos, jóvenes y con vidas difíciles por su homosexualidad) o como clientes (siempre mayores y con dinero; "De hecho, se me dan mucho mejor los hombres mayores que los de mi edad"). Con ellos fue con los que más salió a la luz el Cunanan manipulador (y por ende mala persona); un ser humano sin ápice de sentimientos y dispuesto a llevarse por delante lo que hiciese falta por conseguir la felicidad.
Es verdad que 'Versace' ha sido más la serie de su asesino que de sí mismo, pero lo cierto es que también hemos ido conociendo la vida personal del diseñador (de forma bastante más escueta porque, al fin y al cabo, se conocen muchas más cosas sobre él), que queda reflejada en las palabras de Donatella poco después de la muerte de su hermano: "Primero la gente llora. Luego susurran". Y es que, si algo queda claro al respecto, es lo bien que se lo debía pasar Versace y la vida "sin ataduras" que llevaba, por mucho que Antonio D'Amico fuese su pareja (una relación que según vemos se estabilizó e hizo más fuerte durante los últimos años de vida del diseñador). Lo que sí ha dejado claro 'Versace' es la mala relación que hubo entre cuñados ("Tú sabías que quería tener una familia. Si le hubieras dado algo, yo te hubiera respetado"). Fue muy acertado relatar de forma paralela las infancias de ambos personajes aunque, una vez más, la de Versace fue mucho más escueta que la de Cunanan (y lo importantes que fueron sus madres para ambos).
La historia de Versace y Andrew Cunanan ya forma parte del pasado. La tercera temporada de 'American Crime Story' (sin fecha de estreno) se centrará en las consecuencias del huracán Katrina y contará en su reparto con viejos conocidos de la franquicia (Sarah Paulson, Courtney B. Vance, Cuba Gooding Jr.) a los que se unirán Annette Bening, Dennis Quaid y Matthew Broderick.
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