'Wayward Pines' ha sido, desde mi punto de vista, un acierto. Una serie evento (miniserie de toda la vida), basada en las novelas del mismo nombre (no adapta la trama de todos los libros) y producida por M. Night Shyamalan (¿será 'La visita' la película que nos haga recuperar la confianza en el director que nos regaló 'El sexto sentido', 'Señales' y 'El bosque'?), que además dirigió el Piloto. Y aunque considero que revelar el misterio tan pronto (en el quinto capítulo) le hace perder cierta gracia (¿acaso no hubiesen podido contarnos exactamente lo mismo pero contándonos la verdad en el séptimo/octavo capítulo?), como producto veraniego ha sido un digno entretenimiento. FOX ha sido cabal y después de venderla como producto con principio y final, aunque sabemos que en caso de haber tenido mejor audiencia hubiese tenido segunda temporada (no será por falta de historia), la ha terminado cancelando.
"No intentes irte. No hables sobre el pasado. No hables de tu vida anterior. Contesta el teléfono siempre que suene. ¡Trabaja duro, se feliz, y disfruta de tu vida en Wayward Pines!"
Matt Dillon (¿es o no es sexy? ¿por qué no ha protagonizado una serie antes con todo lo que le pega?) ha dado vida a Ethan Burke, agente del FBI que tras sufrir un accidente aparece en Wayward Pines, un misterioso pueblo que se encuentra rodeado por una valla electrificada (lo que nos hizo pensar a todos en 'El bosque'). Allí conoce a algunos de sus habitantes más célebres, a los que dan vida Melissa Leo, Terrence Howard, Juliette Lewis o Toby Jones entre otros. Atrás deja a su mujer (Shannyn Sossamon) y su hijo (Charlie Tahan) y se reencuentra con Kate (Carla Gugino), antigua compañera de trabajo a la que dieron por desaparecida años atrás y que ha rehecho su vida junto Harold (Reed Diamond). ¿Qué pasa por las cabezas de los habitantes de Wayward Pines que asisten, ansiosos, a las decapitaciones/ajustes de cuentas de sus vecinos cuando incumplen alguna de las normas del pueblo?
Con la aparición de Hope Davis (una vez la familia Burke se reúne en Wayward Pines), dando vida a una de las profesoras del instituto, tanto el personaje de Ben como los espectadores conocemos "la verdad" (en el quinto episodio). Pero para eso paso a utilizar spoilers de la serie, por lo que te recomiendo que dejes de leer si no sabes quiénes son los abbies.
"Hola, soy Pam y quiero ser tu mejor amiga" |
La Primera Generación de Wayward Pines. Ellos son la clave. Los abbies (abreviatura de aberraciones) "son el resultado de una serie de mutaciones genéticas o aberraciones (...) ahora son los carnívoros más eficientes (...) una vez fueron hombres". Todos y cada uno de los habitantes de Wayward Pines fueron escogidos y traídos (por medio de accidentes que sufren en sus vidas) "para formar parte de una comunidad especial, una comunidad que no forma parte del mundo que una vez conocisteis, sino más bien de uno muy diferente, un mundo en el que los abbies prosperan, mandan". Resulta que la raza humana desapareció hace casi 2000 años y que no estamos en el año 2014, sino en el 4028. Ahí es nada. Como consecuencia de los accidentes sufridos por los elegidos, éstos fueron puestos en cámaras de hibernación y despertados en el momento en el que eran necesarios en Wayward Pines (interesantísima esta idea: tener en el "banquillo" siempre reservas). Dentro de todos los elegidos, los jóvenes son los más importantes. Ellos forman la Primera Generación, obra y gracia del salvador, David Pilcher (Toby Jones). "No se lo contéis a ningún adulto por una simple razón: el futuro de esta gran ciudad se asienta en vosotros". Literalmente, pues el personaje de Davis pretende que Ben, el hijo de Ethan, se ponga manos a la obra para concebir la primera generación "pura" de Wayward Pines.
A partir de ese momento ponemos rostro a los abbies, seres humanos convertidos en bestias que arrasan a su paso y que se alimentan de todo lo que encuentran. Pilcher es el constructor del arca (Wayward Pines) y cuenta con todo lo necesario para desarrollar la vida en ella. "Las mentes jóvenes no tienen miedo. Están menos arraigadas al viejo mundo. Pueden aceptar la verdad". Ésta es la razón por la que sólo unos pocos adultos conocen la razón por la cual Wayward Pines está rodeada por una valla. Y no es por mero capricho de Pilcher, sino porque el primer grupo de habitantes que pobló la ciudad lo hizo conociendo la verdad y terminó siendo un fracaso, así que Pilcher hizo borrón y cuenta nueva. Lo mismo que pretende hacer cuando Ethan, cansado de los secretos y el mal hacer de Pilcher, decide contar toda la verdad al pueblo, coincidiendo con el descubrimiento de la facción rebelde, liderada por Kate y Harold.
La locura se desata cuando todo lo que puede salir mal sale mal. Parte de los rebeldes consigue escapar, provocando la ira en Pilcher, que mientras ve cómo Ethan cuenta toda la verdad, decide dejar desprotegido el pueblo y permitir la entrada de los abbies para que arrasen y comiencen de nuevo. "En invierno, en cuanto las aberraciones hayan emigrado, podremos empezar de nuevo desde cero" le comenta a su hermana Pam (Melissa Leo), que ve atónita cómo su hermano se ha vuelto loco. Curioso y radical el cambio sufrido por Pam, que comienza presentándose como una villana sin corazón que cree completamente en la causa y que termina mostrando compasión y corazón. Y matando a su hermano, claro. Megan Fisher (Hope Davis) se entrega completamente a su Salvador y pierde la vida, igual que Ethan, que se sacrifica (totalmente innecesario) para salvar a los demás, sin saber que el resto de miembros de la Primera Generación se ha refugiado también en su arca. Este detalle es importante pues, tres años y cuatro meses después, cuando Ben despierta (sufrió un golpe que le dejó inconsciente) descubre que Wayward Pines (y, en definitiva, el mundo y la humanidad) está en manos de la Primera Generación (que tragan con todo lo que Pilcher les vende). ¿Los adultos? En hibernación.
Debo confesa que este cruel giro final me ha gustado muchísimo y que, claramente, la serie podría haber continuado con una segunda temporada en la que Ben haría lo imposible por despertar a los adultos. 'Wayward Pines' es una serie perfecta para el verano. Es verdaderamente adictiva en su primer tramo, decayendo tras el descubrimiento de la verdad y remontando el vuelo cuando todas las cartas quedan sobre la mesa. Si hasta los fallos del guión (¿de verdad son incapaces de contarles la verdad a los rebeldes para ahorrarse todo el drama? ¿de verdad los jóvenes aceptan sin problemas la situación que se esconde tras la valla? ¿no les cuentan la verdad a los adultos por miedo a que se suiciden pero luego se cargan a todos aquellos con inquietudes? ¿no se trata de no perder población?) son aceptables, igual que la presencia de Adam Hassler (Tim Griffin), un personaje totalmente prescindible y que sólo contribuye a liar al espectador cuando le vemos compartir escenas con Toby Jones. Recomendable.
A partir de ese momento ponemos rostro a los abbies, seres humanos convertidos en bestias que arrasan a su paso y que se alimentan de todo lo que encuentran. Pilcher es el constructor del arca (Wayward Pines) y cuenta con todo lo necesario para desarrollar la vida en ella. "Las mentes jóvenes no tienen miedo. Están menos arraigadas al viejo mundo. Pueden aceptar la verdad". Ésta es la razón por la que sólo unos pocos adultos conocen la razón por la cual Wayward Pines está rodeada por una valla. Y no es por mero capricho de Pilcher, sino porque el primer grupo de habitantes que pobló la ciudad lo hizo conociendo la verdad y terminó siendo un fracaso, así que Pilcher hizo borrón y cuenta nueva. Lo mismo que pretende hacer cuando Ethan, cansado de los secretos y el mal hacer de Pilcher, decide contar toda la verdad al pueblo, coincidiendo con el descubrimiento de la facción rebelde, liderada por Kate y Harold.
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