jueves, 10 de enero de 2013

Poder zorrupio


ABC Family estrenó esta semana la segunda parte de la tercera temporada de su serie estrella: "Pretty Little  Liars". Las zorrupias se despidieron de nosotros en verano dejando al descubierto la verdadera identidad de Toby, y luego, en el especial de Halloween, una muerte nos pilló por sorpresa. Una muerte y una mano que surgió de un determinado sitio y de la que no se ha comentando absolutamente nada en la season premiere

Han sucedido demasiadas cosas en este 3x14 "She's Better Now", así que, si todavía no has visto el capítulo, deja de leer y dale al play. Si por el contrario lo has disfrutado ya, adelante, estás invitado a pasar.

Todo comienza con nuestra zorrupia rubia favorita, Hanna, que duerme tan tranquila en su habitación cuando se despierta y se encuentra a Mona observándola. "Los médicos me han dejado salir". Querida Hanna, amiga: ¿de verdad crees que a una loca sus doctores le dejarían salir en mitad de la noche? Ahora bien, ¿de verdad ha terminado ya su tratamiento o se ha escapado? La pobre loquita que se escapa del psiquiátrico disfrazada de enfermera y le dice a su cómplice "Las cosas han cambiado. Te veré pronto", ahora tiene miedo de volver al instituto después de que todo el mundo sepa lo que ha hecho. "Wren dijo que eras mi ángel de la guarda". Mona sabe que Hanna es su mejor arma para conseguir que las zorrupias le apoyen, así que va a hacer lo imposible para ponerla de su parte. A su vez, vemos a un chico en monopatín (con capucha, que nos encantan los misterios en esta serie) al que persigue un coche. Consigue escapar y nosotros conocer la identidad del conductor: no es otro que Toby. ¿Quién sería el encapuchado del monopatín? En casa de Emily, tras la ausencia de su madre, su padre ha tomado el control y ha puesto un sistema de seguridad para tener bien cuidada a su hijita la ex-alcohólica (dejó la bebida como si nada).

La que también está ausente es la madre de Hanna, así que su abuela está con ella pasando unos días. Después de contarle la historia de un primo loco que consiguió rehabilitarse, consigue convencer a su nieta  para dar una segunda oportunidad a Mona. "¿Crees de verdad que la gente puede cambiar?". Las zorrupias se reúnen (ojito al outfit de Aria, mezclando rayas de cebra con estampado de leopardo) para comentar la aparición de Mona y dejar en el aire que el padre de Aria pasa a formar parte de la lista de sospechosos. Una recatada Mona hace su aparición vestida de niña buena (esa diadema blanca) cuando Aria y Emily descubren quién es su nueva profesora: Meredith, la estudiante-amante del padre de Aria. Hanna sale de clase con Mona y la acompaña hasta su taquilla, donde encuentran un cerebro de vaca clavado. "Mona, ¿qué es eso? ¿es un cerebro?" Ay, nuestra rubia, ¡qué lista es! Pero lo mejor de todo es el cartel que acompaña al cerebro: "Coge una vaca loca para conocer otra". Mona (que nadie dude que la chica ha montado todo este show) recorre el pasillo con el cuchillo y el cerebro y lo tira a la basura ante la atenta mirada de sus compañeros de instituto (entre los que se encuentra Lucas al que le dice algo al oido) y Jason (que si no recuerdo mal en el instituto ejercía de profesor o algo por el estilo, por lo que podría haber puesto punto y final a semejante numerito).

Mona, la vaca loca
Las zorrupias trasladan su reunión al baño, y mientras Aria y Spencer discuten sobre tonterías del tipo: "No sabías que era un cerebro de vaca porque no viniste a clase de biología". Al menos Spencer es la única con dos dedos de frente que no siente pena alguna por Mona. Precisamente Mona interrumpe la conversación para decirles que ahora es mejor. Hanna y Caleb ya no esconden su relación, y nuestra zorrupia le pide a su novio que hable con Lucas, a ver si consigue sacarle algo de información. De vuelta a los pasillos del instituto, Emily ve a Mona hablando con el nuevo señor de la limpieza, que no es otro que el señor que regentaba el motel en el que se hospedó durante tanto tiempo mientras preparaba su venganza. A pesar de que estuvieron hablando con él, no parece que haya reconocido a Emily. Spencer comparte con Toby su preocupación, y éste le reprocha que vale ya de preocuparse por tonterías (esta actitud en Toby ha salido a la luz desde que descubrimos que forma parte del TeamA). Spencer ve a Mona y Jason abrazándose y se despierta su alarma interior. Hanna y Emily bajan al sótano del instituto para espiar al "limpiador" y descubren que en su despacho tiene muchas de las cosas de Mona. Y como las chicas son así de espabiladas, aún estando el buen hombre en su despacho, no se cortan un pelo y se ponen a hablar como si estuviesen solas. Por lo menos han sacado algo en claro: ya tienen nueva misión, visitar de nuevo el despacho y recuperar las cosas de Mona.

Aria le prometió a la ex novia de Ezra que no le contaría que no abortó y que dio a luz a un niño, pero parece ser que alguien más lo sabe y le deja una cesta de regalos en la puerta de su apartamento. A pesar de no estar firmada por A, en el globo deja claro quién la ha enviado: "It's A boy". Spencer y Toby se están preparando para la maratón, y cuando están preparados a meterse en casa y pasar la tarde en el jacuzzi, aparece Jason. ¿Hace falta recordar que Jason y Spencer son hermanos? Spencer le avisa de que tenga cuidado con Mona, mientras su novio, descamisado y sudoroso, se acerca marcando terreno y abdominales. Jason le mira con deseo, todos lo sabemos. Caleb se reúne con Hanna, Aria y Emily y les muestra la transcripción de una conversación entre el director del instituto y los padres de Mona (Caleb tiene las claves de seguridad y bla bla bla). Total, que los padres no querían a Mona de vuelta en el instituto, pero la niña sí lo quería. Mientras sus amigas avanzan en la investigación (?), Spencer y Toby disfrutan del jacuzzi. Bueno, disfrutar no disfruta nadie, porque ella se asusta por unos ruidos y se va y él, entre el calentón que lleva y que ahora sólo puede poner cara de malo-maloso-que-nunca-antes-había-puesto, se queda con las ganas de pasar un rato mejor.

Toby poniendo caras
Aria le pregunta a su padre por Alison. "¿Pasaste rato a solas con ella?". Al padre se le pone cara de circunstancia y le dice que no. Ay, mentirosillo. Mona ha colgado en Internet un vídeo en el que pide que todos los chicos que lo estén pasando mal en sus institutos no se acobarden y lo digan, que no están solos ("Confiesa lo que has hecho, y lo que te han hecho"). Mientras Hanna está viendo el vídeo con su abuela (que ya no quiere que su nieta le dé una segunda oportunidad a la loca), recibe la visita de Lucas. Un Lucas al que ya habíamos visto cojear, y que viene a darle un dinero que debía a Caleb. La cojera se debe a un accidente que tuvo con el monopatín (Hola chico encapuchado del monopatín, te llamas Lucas). Lucas niega haber hablado con Mona (otro mentiroso, pues le vimos visitándola, al menos una vez, mientras estuvo ingresada) y le avisa que no era la primera vez que Mona salía del hospital. Parece que Hanna no le ha escuchado, porque no se sorprende lo más mínimo. Ahora bien, ¿por qué sabe Lucas que Mina había salido ya otras veces del hospital?

Aria y Caleb son los encargados del stand de primeros auxilios para el maratón escolar, y la zorrupia con menos estilo aprovecha para preguntarle si le hubiese gustado haber conocido a su padre cuando era un niño pequeño. Mientras, Mona hace su aparición convertida en una especie de salvadora de la humanidad. La abuela de Hanna coge el mircófono y se pone a cantar el himno nacional y su nieta y Aria y Spencer trazan el plan para llegar al despacho del "limpiador". Emily no forma parte del plan porque su padre ha decidido que lo mejor es tenerla encerrada en casa mientras todo el pueblo disfruta en comunidad. Pero nuestra Em es muy lista y cambia su móvil por el de su padre (menos mal que A no le ha mandando ningún mensaje, porque se hubiese liado bastante gorda, siempre y cuando el padre de Emily no tenga nada que ver con A, claro). Por cierto, está muy bien que el padre de Emily lleve camisetas del Ejército para que no olvidemos que es militar. Gracias. Otra cosa, Emily, a modo de consejo: en vez de escapar por la venta, ansiosa, espera a que tu padre se aleje y sal por la puerta. De nada. Al final todas llegan al despacho a la vez y encuentran el diario de Alison (para el "limpiador" era el diario de Mona) y descubren qué tenía Ali con el padre de Aria: resulta que le chantajeaba desde que descubrió que tenía una amante. En el flashback se nos muestra al padre de Aria como un hombre violento para que, por si acaso no lo tenía claro, le incluyésemos en la lista de sospechosos. Pero todo muy sutilmente. Cuando escapan del despacho se encuentran con el "limpiador" (¿qué ha tomado este señor para no recordarles?), pero aparece Toby (qué rápido termina este chico los maratones, se ducha y se cambia de ropa) y les saca de allí. Interesante el intercambio de miradas entre Toby y el "limpiador".

"Eh, Toby, yo te conozco"
Cuando salen del instituto ven cómo la unidad médica que tenían preparada arde. ¿Quién resulta herida? Meredith. ¿A quién acusa? A Aria y sus amigas. Al final del día, Spencer vuelve a visitar a Jason para recordarle que Mona es mala. Jason, celoso por los abdominales de Toby (y que había mirado con todo detalle en su anterior visita), le muestra los suyos a Spencer. Pero todo tiene un explicación: cuando la zorrupia más glam se va, aparece Mona, que está curando la herida que Jason tiene en el costado. Sí, amigos, la herida coincide con la que Aria causó a su agresor con un destornillador cuando le atacó en el tren. Pero lo mejor es la escena post-episodio en la que vemos a un miembro del TeamA (si fuese Toby le habríamos visto la cara) desmontando bicicletas para que sus dueños tengan accidentes. ¡¡Qué malos!!

"Pretty Little Liars" ha vuelto en todo su esplendor con todo lo que esto significa. Avanzar nada (o muy lentamente) en la trama principal e hinchar (descaradamente) la lista de sospechosos y los misterios que giran en torno a nuestras zorrupias. Tenemos por delante 10 capítulos más (hasta Marzo) para seguir disfrutando de nuestras chicas favoritas. ¡¡Qué viva el poder zorrupio!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una traducciónmás acertada sería "Hace falta una vaca loca para conocer a otra."