miércoles, 30 de noviembre de 2016

Sandstorm y los tatuajes


La NBC emitió la fall finale de 'Blindspot' a mediados de noviembre y retomará la temporada con su décimo capítulo el próximo 4 de enero. La trama serializada de esta temporada (la operación Sandstorm) ha sido desarrollada satisfactoriamente y, aunque ese secreto que acabamos de descubrir era ciertamente previsible, la serie, igual que pasó el año pasado, no ha fallado.

El pasado de Jane sigue jugando un importante papel en la serie y, de hecho, ahora ya podemos afirmar, aunque no con rotundidad, que lo conocemos (casi) todo de ella. La aparición de Shepherd (menudo año televisivo se ha marcado Michelle Hurd entre 'Daredevil', 'Hawaii 5-0', 'Ash vs Evil Dead' y 'Blindspot') y Roman (Luke Mitchell; 'Agentes de SHIELD'), madre y hermano de Jane, ha aclarado cosas, aunque ha dejado claro que la situación familiar no es tan apacible como aparentaba. Jane ha seguido ejerciendo de falsa agente doble y, aunque ha ido muy lentamente ("No estamos atacando este país. Estamos defendiéndolo"), al final parece que ha conseguido su objetivo. ¿O no hay que creerse que lo que buscan es "Destruir la red eléctrica"? ¿Qué papel juega en todo esto el lago Aurora?


Lo más interesante de esta trama ha sido ver cómo Jane y Roman se han ido acercando el uno al otro, recordando su pasado y trayéndolo al presente. Y ha sido ésto precisamente lo que ha conseguido salvar a Jane en el último momento, pues Shepherd estaba dispuesta a eliminarle. Por eso choca tanto que al final Jane opte por drogar a su hermano para convertirle en el nuevo John Doe. ¿Con lo mal que lo ha pasado y todo lo que le ha costado recordar su pasado, en serio considera que era la mejor alternativa? ¿Acaso no hubiese bastado con que el FBI le hubiese tenido bajo su custodia? Este giro me parece en exceso tremendista y algo repetitivo, pues el proceso al que se va a someter Roman será similar al de Jane.

Lo bueno de la trama Sandstorm es que no salpica a Jane en exclusiva: Nas (Archie Panjabi; 'The Good Wife') lleva seis años intentando sacarla a la luz, y Weller, sin saberlo, ha sido vigilado por ellos durante los últimos 20 años, además de tener reservado un importante papel en su misión. ¿Alguien esperaba que tardasen tan poco en liar a estos dos personajes? Y, por supuesto, el doctor Borden, el (otro) infiltrado de Sandstorm en el FBI; una sorpresa algo previsible. ¿Es Borden el Chris al que se referían Shepherd y Roman cuando hablaron del rescate de Jane en Afganistán? A Patteron le ha costado descubrirle, pero en el momento en el que lo ha hecho no ha dudado en apuntarle con su pistola. ¿Quién ha recibido el disparo? ¿Él o ella?


Lo que no me ha interesado en absoluto ha sido el drama de Reade y en el que que (la a veces en exceso pesada de) Zapata ha estado presente. Hubiese sido mil veces más interesante que Reade fuese el asesino del entrenador (aunque entonces el futuro del personaje estaría claro), pero el hecho de encubrir al verdadero asesino tampoco es que vaya a simplificar su vida. Reade y Zapata son muy intensos ("Porque ya no apuestas, pero sigues siendo adicta al riesgo") y deberían aprender a relajarse. En cambio, sí me ha gustado volver a ver a Ritch Dotcom, que protagonizó uno de los mejores casos de la primera temporada y que regresó con su mismo buen humor (esta vez con guiños a Harry Potter incluidos).

El cambio de día y horario ha hecho que 'Blindspot' se vuelva más blanca, y lo cierto es que es una serie en la que se echa de menos más violencia. No espero ver algo tipo 'Banshee', pero sí algo mejor que una pelea karateka como la que se produce entre Sheperd y sus dos hijos. ¿Cuál es el verdadero nombre de Shepherd? ¿De qué le conoce Weller? En enero conoceremos más de la operación Sandstorm, lo que nos llevará a conocer el auténtico plan de Orion.

viernes, 25 de noviembre de 2016

El Vietnam de Conway


'Quarry', la heredera natural de 'Banshee', llegó al final de su primera temporada a finales de Octubre y a estas alturas todavía se desconoce si Cinemax decidirá concederle una segunda temporada. Lo que sí está claro es que ha sido uno de los mejores estrenos de esta nueva temporada y que ha tenido un final tan cerrado y satisfactorio, que el hecho de no continuar con el drama no supondría problema para el espectador.

'Quarry' ha sido una serie lenta en la que tanto las miradas como la respiración de sus protagonistas han sido un personaje más. Por el contrario, y como ocurría con 'Banshee', la violencia desmedida y el sexo, no tan presente como cabía esperar, han sido marca de la casa. Los ocho capítulos que han compuesto su primera temporada son todos excepcionales, pero lo cierto es que desde el cuarto, que marca un importante punto de inflexión, la serie crece hasta culminar en esa maravillosa season finale en la que todo sale a la luz, cerrando a la perfección el círculo que se abrió en el Piloto.


El sargento Mac Conway (Logan Marshall-Green supera la frialdad que transmite en los primeros capítulos y consigue que el espectador empatice con él) ha sido el protagonista de este drama que muestra las consecuencias de la guerra de Vietnam en sus soldados, y de la forma en la que ciertas personas se aprovechan de esta circunstancia. Desde el principio, y tal y como le dice Broker (¡qué bien lo ha llevado Peter Mullan y qué gustazo ha sido ir destapando capas a este personaje!) al asegurar que sabe lo que ocurrió en Quan Thang, el espectador está ávido por conocer esta historia. El flashback, contado en formato plano secuencia (magnífico), del capítulo final de temporada nos saca de dudas y nos muestra esa historia. Una historia de engaño y con intereses ocultos. Así es cómo descubrimos el por qué de la obsesión por quitarse de en medio al traficante rival.

La resolución sobre el pasado de Mac culmina con el reencuentro de cierto personaje de su pasado que saca a la luz los desastres de la guerra y el control que Broker ha tenido, en todo momento, sobre la situación. Por eso no sorprende que cuando Mac cree que su deuda (la de su amigo en realidad) está saldada, reciba una nueva misión.  "¿La echas de menos? La guerra". "Cada puñetero día". "¿Y quién te dice que tienes que renunciar a ella?".


Joni (Jodi Balfour), la mujer de Conway, ha sido el personaje al que le ha tocado lidiar con los traumas traídos por su marido de la guerra. Es en el cuarto capítulo cuando ambos se echan en cara decisiones tomadas en el pasado ("La segunda vez sí que tuviste otra opción y escogiste volver y jugarte la vida. Te volviste a alistar" "Tú ya no me necesitabas, Joni"), cuando pasan directos al ataque ("Sí, bueno, al menos ahora los dos podemos reconocer que eres una puta", "¡Estabas demasiado ocupado matando a mujeres y a niños!", lo que nos puso en preaviso), y cuando aprovechan para confesarse ("Es que estaba lo bastante enfadada con el mundo, contigo, como para hacerlo", la conversación en la bañera en la que Mac le cuenta todo a Joni, incluido el asesinato de Cliff).

El post-Vietnam de Conway salpica también a la relación con su padre, afectada especialmente por la nueva mujer de éste, que ve en su hijastro a un criminal de guerra, la deshonra de la familia, una persona que lo único que quiere es el dinero de su progenitor. Pero las consecuencias de Vietnam no ha sido lo único tratado por 'Quarry': la complicada situación racial vivida en los EEUU, tras la muerte de Martin Luther King, retratada en el toque de queda impostado como consecuencia del violento y tenso asalto al autobús escolar (que se resuelve de manera magistral gracias a la intervención de la enigmática y bansheeana Sandy). Complicada también es la vida de Buddy, el compañero de Mac que quiere dejar atrás su trabajo y empezar una nueva vida profesional, apoyado por su madre (Ann Dowd nunca falla) y torturado por su condición sexual. Sin olvidarme de Ruth, la viuda del compañero de Mac en Vietnam, que sufre una traición muy dolorosa y cuya verdad sólo conoce su hijo.


Por todo ello, 'Quarry' se ha convertido en una de las series imprescindible del comienzo de temporada. Ocho capítulos que se disfrutan de principio a fin, con independencia de que sean más o menos lentos, pero la espera merece mucho la pena. Buenos personajes, buen guión y buena dirección (bendito Greg Yaitanes). 'Quarry' lo tiene todo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

La eternidad de Meredith Grey


Que una serie alcance las 13 temporadas en antena es toda una heroicidad. Y el (mejor) drama médico de Shonda Rhimes lo ha conseguido. Lo más curioso es que no parece que vaya a tener fin a corto plazo y, perfectamente, podría alcanzar la redonda cifra de 15 temporadas junto a la audiencia. Hay tiempo más que de sobra para terminar llevando a los altares de la santidad a Meredith Grey, auténtica protagonista de la serie y el personaje que más (y mejor) ha evolucionado. Y es que, si no recuerdo mal, durante muchos años el personaje al que da vida Ellen Pompeo fue muy criticado por su forma de ser. Y desde hace un par de temporadas ha pasado a convertirse en el personaje favorito de muchos de sus seguidores. Razones no nos faltan.

Su actual temporada acaba de despedirse en EEUU hasta Enero, después de haber emitido sólo los nueve primeros capítulos (incluida esa rareza que fue el octavo con la madre de Webber, la novia de Riggs, mini Edwards y los hijos de Meredith). ¿Y qué hemos visto en ellos? Más casos médicos y más drama de personajes. El más importante ha sido el que tiene a Alex Karev como protagonista y que le ha llevado a dejar su puesto como adjunto en el hospital para pasar a trabajar en la Clínica Denny Duquette (esas comidas a escondidas junto a sus compañeras), dónde ejerce más de enfermero que de cirujano. La trama de Karev ha tenido a Jo Wilson como secundaria; una secundaria cuyo drama conocimos al finalizar la anterior temporada pero que ha vuelto a salir a flote en esta fall finale para recordarnos lo peligroso de su situación. Alex se ha disculpado con ella ("No eres basura. Nunca dejes que nadie diga eso") y ha descubierto la verdad ("Eres Jo Wilson. Perteneces aquí").


El mayor apoyo que ha tenido Karev ha sido Meredith, a quien de momento el drama en mayúsculas todavía no le ha acompañado esta temporada. "Siempre estoy bien. ¿No lo sabes?". Veremos si Mer consigue convencer a su compañero de no dar ese paso adelante que está decidido a dar. "Éramos cinco y ahora sólo quedamos tú y yo. Y no puedo quedar sólo yo. No puede ser". El tema Alex no ha sido el único en el que se ha visto implicada Meredith. Que su hermana Maggie le confesase que estaba enamorada del doctor con el que había empezado a tener algo le llevó a detener ese comienzo de relación. "No puedo hacer mi trabajo si estoy pensando en lo que estás pensando de mí. No quiero que sea así. Seamos sólo colegas".

Dejando a un lado a dos de los personajes más veteranos de la serie, el resto también han tenido sus pequeñas tramas. Todo lo que tiene que ver con April y Jackson está empezando a cansar. Es muy bonito ver que han conseguido limar asperezas y que la reconciliación es evidente, pero ahora que sigan adelante con sus vidas. Me da igual si quieren tener citas. Me da igual si siguen enamorados pero ninguno lo va a admitir. Necesitamos que avancen y dejen de marear la perdiz. Otro de los grandes dramas de lo que llevamos de temporada tiene a Owen y Amelia como protagonistas. La pareja atraviesa su enésima crisis, convertidos ahora en marido y mujer, esta vez provocada por las ganas que él tiene de ser padre y las pocas que ella tiene de ser madre. Amelia ya sabe qué es perder a un hijo (trama que se vivió en 'Private Practice'), aunque jamás le contó a nadie de su familia nada al respecto. Sólo Alex conoce la historia. Ese "No te eches la culpa de todo esto" por medio de una nota a Owen es la explicación que se va a dar a la ausencia de Caterina Scorsone debido a su embarazo.


Y por último nos ha quedado una trama, con el caso Karev como origen, que va a traer mucha cola en el futuro: el nuevo programa de residentes. La llegada de la doctora Minnick (Marika Dominczyk; 'Cinco hermanos') va a abrir una brecha entre Bailey y Webber, hasta el momento director de este programa. Sin olvidar que fue Richard el que luchó por que Miranda fuese la nueva jefa. Minnick, de primeras, me da pereza (va a ser el nuevo interés amoroso de Arizona), aunque creo que esta trama puede ser auténtico fuego cuando descubra que Robbins tuvo un rollo con Murphy (Tessa Ferrer ha regresado), algo que Minnick pretende evitar que vuelva a ocurrir (relaciones adjunto-residente). Maggie va a estar del lado de su padre, liderando una pelea que va a dar mucha guerra.

El punto fuerte de la serie sigue siendo la perfecta combinación entre dramas personales y casos médicos interesantes, además del gustazo que dan las escenas corales (¡cómo me gusta el trío formado por Mer, Alex y Maggie!). En Enero continuaremos emocionándonos, conoceremos el destino que le espera a Alex y comprobaremos quién termina ganando la guerra de la residencia.

lunes, 21 de noviembre de 2016

La protección de Annalise Keating


Las fall finale de 'How to Get Away With Murder' podrían considerarse un capítulo-evento. Me explico: a lo largo de los primeros ocho capítulos de su tercera temporada, el drama de la ABC comenzaba y terminaba con un flashforward que nos avisaba de lo que estaba por venir. Sabíamos que uno de los protagonistas iba a morir pero no hemos descubierto su identidad hasta el noveno episodio. Durante el camino hemos ido descartando personajes hasta quedarnos únicamente con dos posibles candidatos a ser el cadáver del mes. Y ha sido esta fall finale la que ha recopilado todos los flashforwards, los ha puesto en orden y finalmente nos ha sacado de dudas. Magistralmente, todo hay que decirlo, pues hemos sido perfectamente engañados. Y de qué manera.

La temporada comenzó con lo ocurrido después de ver cómo Wes era testigo del asesinato de su padre. "Tu padre está muerto. Frank lo hizo". Annalise lo tenía claro y comenzó la campaña de desprestigio hacia la persona que, hasta hace nada, había sido su mano izquierda (la derecha es Bonnie). Y comenzó entonces un viaje en el tiempo que tan pronto avanzaba hacia el presente (el comienzo del curso escolar) como hacia el pasado (las visitas que, durante el verano, hizo Annalise a sus chicos). Keating vio alterado su trabajo y pasó a liderar su primer centro legal de derecho penal. "Por fin podréis ser yo". Amparada en que "Ahora somos buena gente" porque sólo iban a ayudar a personas que no puede permitirse un abogado, todo lo bueno se convirtió en malo, pues en el campus empezaron a aparecer carteles con la foto de Annalise y una única palabra: ASESINA.


Conocimos el fichaje de Oliver en el #TeamAnnalise ("Yo también puedo ser malo") a la vez que ponía fin a su relación con Connor ("Ya no sé quién soy"). Fue entonces cuando dimos un nuevo salto en el tiempo, esta vez al futuro, para conocer qué veríamos en el capítulo-evento: la casa de Annalise ardiendo. ¿Incendio provocado? ¿Accidente? ¿Cuál sería la identidad del cadáver? Ésta ha sido la trama serializada de los primeros nueve capítulos de la temporada. Que Frank, convertido en villano, estuviese desaparecido, le convertía en el principal sospechoso. No salió de la oscuridad hasta la muerte del padre de Bonnie, al que asesinó el propio Frank, provocando el acercamiento sexual entre las dos manos de Annalise. "Formemos una familia". Indagamos en el pasado de Frank, descubrimos su paso por prisión y su liberación gracias a Annalise y su marido Sam.

La bomba explotó cuando Bonnie regresó a la casa tras ser abandonada por Frank. "¿Te abriste de piernas para Frank? ¿O echas tanto de menos a Sam que te tiraste al siguiente hombre más asqueroso en esta casa?" Annalise hundiendo a Bonnie no tiene precio. El drama de Frank obligó a Annalise a contarle la verdad a Wes: "Perdí a mi hijo por su culpa. Tu padre lo causó. Frank le ayudó". Aunque el mayor enfrentamiento entre Frank y Annalise tuvo lugar cuando ella, entre lágrimas y mocos, le echó en cara que, a pesar de haberle echo pensar que ella fue la responsable de la muerte de su hijo, tuviese el valor de quedarse en su vida habiendo sido él el único responsable. Frank estuvo a punto de volarse la cabeza ante una loquísima Annalise que le gritaba que apretase el gatillo y una Bonnie hundidísima que le pedía que viviese por ella. La sangre no llegó al río: Annalise pensó que Frank había salido de su vida definitivamente pero Bonnie volvió a recurrir a él para pedirle que asumiese la culpa por el asesinato del padre de Wes.


Y así llegamos al evento: todos los flashforwards que habíamos ido viendo a lo largo de la temporada ahora ordenados y destinados a enseñarnos la identidad del cadáver que dejó el incendio. Un cadáver que viene con sorpresa, pues ya estaba muerto antes de quemarse. El inesperado (y feliz para mí) giro se produjo cuando comprobamos que Nate, que era el favorito para ser el muerto, estaba vivo, y que no era otro que Wes el que había muerto. Un engaño perfecto, pues le vimos por última vez a punto de testificar contra Annalise. ¿Pidió inmunidad total para sus compañeros y por eso hubo que cambiar el acuerdo? Lo cierto es que no debería pillarnos por sorpresa, pues no han sido pocos (Bonnie y Connor) los que le echaron en cara que todo comenzó por su culpa, con su encaprichamiento de Rebecca y el asesinato de Sam. "Todo esto está pasando porque sigues intentando protegerme". ¿Debemos creernos que de verdad iba a traicionar a quien siempre le protegió? ¿La aparición del cadáver de Rebecca le ha hecho cambiar de opinión? ¿Es Frank responsable de esta reaparición?

El resto de tramas que hemos visto a lo largo de estos primeros nueve capítulos han servido para, entre otras cosas, confundirnos. Y es que ver que Nate (Billy Brown comenzó la temporada apareciendo, exclusivamente, semi-desnudo, sudando, o sudando semi-desnudo) se alejó de Annalise y se alió con la que se iba a convertir en su nueva némesis nos indujo a todos al engaño. Michaela (que ha plantado cara a su madre ahora que ha aparecido en su vida) y Asher se han convertido, oficialmente, en pareja, mientras que Connor veía cómo Oliver seguía adelante para terminar confesando que ambos se echaban de menos y volvían a acostarse (para regocijo de Asher). Por eso no cuadra en la historia que Connor decida acostarse con Thomas y se lleve de regalo un "Eres el problema de la comunidad gay. Ya sabes, tratándonos unos a otros como si fuéramos trozos de carne". 


Aunque la mejor trama ha sido la del alcoholismo ("Tuve que cambiar el vodka por tartas") de Annalise que, superada por los acontecimientos, ha vuelto a recaer (y ha descubierto que lo suyo con Eva ya no es posible). En esta trama ha tenido gran relevancia la nueva decana de la facultad (Lauren Luna Vélez; 'Dexter'), también alcohólica y con la que, antes o después, Annalise terminará liada. ¿Acaso no ha sido maravilloso ver comiendo patatas fritas encerrada en un baño a Annalise? ¿A qué número hay que llamar para tener cita en la peluquería de Mary J Blige y en la que coinciden Michael Hyatt y Paula Jai Parker? Aunque estas dos no han sido las únicas actrices vistas en 'Ray Donovan' que se han dejado ver en 'HTGAWM': Alyssa Diaz también.

¿Por qué cita Annalise a todos sus chicos en la casa? ¿En qué momento se separan ella y Oliver desde que le pide que hackee la oficina del fiscal? Porque a la casa llegan por separado. ¿Por qué miente al decir que no hay un cadáver cuando sí que lo hay? ¿Qué hay en el móvil para pedirle a Oliver que lo limpie por completo? ¿Ha unido Oliver los puntos y ha descubierto que la muerte de Sam fue el origen de todo? ¿Cómo se produjo el incendio? ¿El bebé de Laurel es de Wes o es de Frank? ¿Por qué Wes pasa de estar a punto de "derribar" a Annalise a hacer lo que ella le dice? ¿Cuándo entró su cadáver en la casa y cuándo salió Nate? ¿Mató Frank a Wes? ¿Provocó Frank el incendio para cubrir el asesinato de Wes? ¿Quién es la fuente anónima que acusa a Annalise como responsable del incendio? El 19 de enero empezaremos a salir de dudas.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Sufriendo en Roanoke


La sexta temporada de 'American Horror Story' ha llegado a su final. Con una tanda de capítulos inferior a las anteriores (dos menos que en la primera y la quinta y tres menos que en el resto) y por lo tanto sin el innecesario parón navideño, 'Roanoke' ha conseguido colarse, desde mi punto de vista, en el TOP3 de la serie antológica creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk. En 'Perdidos en la Tele' escribí sobre su primer capítulo.

Si algo tenemos que agradecer a la temporada que acaba de terminar es lo liviana que fue su campaña promocional, llegando al día de su estreno sin saber a ciencia cierta cuál iba a ser la temática para este año (confirmación oficial no hubo, rumores, miles). Y 'Roanoke' llegó para convertirse en todo un acierto. El giro a mitad de temporada hizo que, a su vez, este sexto año pudiese dividirse en dos pequeñas temporadas complementarias, que se alimentaron de un reparto que, como viene siendo habitual, hizo las delicias de los fans (mención especial para una Kathy Bates cuya Carnicera lo ha sido todo).


Si hay una temporada a la que podemos ligar de forma especial 'Roanoke' esa es 'Murder House' (con permiso de 'Asylum' y la presencia de Lana Winters en la season finale), la más lejana en el tiempo y con la que comparte la vertiente de cine de terror (en 'Roanoke' el rollo indie es tendencia). Pasando 'Roanoke' por la batidora para hacerla más sangrienta y gore y, por lo tanto, salvaje. Y es que, si por algo se ha caracterizado la sexta entrega de la saga, es por lo cruel que ha sido con todos sus personajes. Especialmente con aquellos que aparecieron de forma episódica interpretados por viejos conocidos del universo 'AHS'. 

Si la primera mitad de 'Roanoke' ha sido un documental en el que se alternaba el testimonio de los personajes reales con la recreación de lo vivido en esa casa del terror, la segunda' ha jugado a ser un 'Gran Hermano' al extremo en el que sus participantes no eran eliminados basándose en lo buenos o malos que han sido en la convivencia, sino en los antojos de los villanos que han campado a sus anchas. Y todo para terminar convirtiéndose en la historia de reconciliación entre una madre y su hija. ¿Cuántos programas hemos llegado a ver a lo largo de esta temporada?


'Roanoke' será recordada como una de las mejores temporadas de 'American Horror Story' y como la prueba de que, tras las odiadas 'Freak Show' y 'Hotel', a la saga todavía le quedan muchos cartuchos por quemar. Una temporada que, aunque ha sido más dramática (y con muy mala leche) que cómica, no se ha librado de las ryanmurphadas, muchas de ellas salidas de la boca del personaje interpretado por Sarah Paulson (el momento Saturn Award, el "No soy estadounidense, ¡no estoy acostumbrada a esta carnicería", el odio que profesaba hacia Shelby o su monólogo de despedida a sus fans).

miércoles, 16 de noviembre de 2016

La oscuridad del sol


El Rey Network emitió la tercera season finale de 'From Dusk Till Dawn' el 1 de noviembre y, a día de hoy, no hay noticias respecto a su renovación. De acuerdo con Deadline, el reparto ha sido liberado y, debido a la apretada agenda de Robert Rodrigez, cabeza del proyecto, es más que probable que no se tome una decisión hasta principios de 2017. En caso de darle una nueva temporada se ha dicho que cambiaría su formato y pasaría a ser, o bien una miniserie, o bien una serie limitada. Pero como digo, tocará esperar.

La primera temporada de este drama se centró en contar la película en 10 capítulos; en la segunda se explotó toda la mitología alrededor de los personajes y de la historia; y la tercera (en la que D.J. Cotrona y Zane Holtz han ejercido de productores) ha sido algo así como un procedimental, al más puro estilo 'Embrujadas', en el que cada semana los hermanos Gecko se enfrentaban a un demonio distinto, desarrollando la trama serializada. Y aunque confieso que sus primeros capítulos no terminaron de convencerme (no entendía qué estaba pasando), cuando la historia queda clara, 'FDTD' se convierte en un entretenimiento la mar de divertido y disfrutable (algunos de sus efectos son dignos de película de serie B, lo que hace que la serie sea más encantadora).


Así pues, este año hemos presenciado la guerra entre los Culebras y los Xibalbas, enemigos irreconciliables (en el Inframundo los primeros eran los esclavos de los segundos). Los Gecko, como no podía ser de otro modo, han jugado un papel importante a favor de los Culebras enfrentándose a todos aquellos demonios liberados del laberinto tras la explosión de La Teta Enroscada. A Santanico, que siendo la Diosa vivía divinamente, le ha salido competencia: Amaru, una señora muy turbia que quiere ser reina, que cuando se pone de mala leche se vuelve muy fea, y que quiere hacer que en el mundo reine la oscuridad. No vemos el verdadero rostro de Amaru (Natalie Martinez; 'Kingdom', 'La Cúpula') hasta los dos últimos capítulos, momento en el que abandona el cuerpo de Kate, poseído desde que ésta ingirió la Santa Sangre.

Derrotar a los diferentes demonios episódicos (el guardián del cráneo, los guerros Xibalba, el escorpión, los guerreros Jaguar, la Llorona, los vaqueros muertos) y vencer a Amaru no ha sido el único objetivo de Seth Gecko (D.J. Cotrona está más guapo a cada capítulo que pasa): él quería recuperar a Kate y liberarle de Amaru evitando su muerte. El regreso de un Carlitos descuartizado dispuesto a colaborar no evitó el sacrificio de Venganza (Ana de la Reguera; 'Narcos', 'Jane the Virgin') el único Señor (señora, en este caso) de los Culebras que queda vivo para evitar el triunfo de Amaru. Con Venganza fuera de juego, Amaru lo tuvo fácil para recuperar su cuerpo, aunque los Gecko supieron vencerle cuando su plan estaba a punto de culminar. 


Por el camino han ido apareciendo otros personajes relevantes para la historia, como Brasa (Maurice Compte; 'Narcos', 'Breaking Bad'), el dios del Sol y mano derecha de Amaru; Burt (Tom Savini haciendo guiños a Sex Machine, su personaje en 'Abierto hasta el amanecer') o Dakota (Nicky Whelan; 'Matador'), la hija del sherif McGraw (y que tiene el nombre de la verdadera hija de Don Johnson, el sherif McGraw). La aparición final de Robert Knepper deja claro que el suyo ha resultado ser un personaje más importante de lo que parecía en un principio. Y el único responsable de evitar que la temporada termine con un final cerrado, en el que los Gecko (junto a Kate) vuelven a hacer lo que mejor se les da: robar bancos. Y sin pasar por El Rey, su regalo prometido.